23 diciembre, 2007

La clarividencia de Bruce Willis

Aprovecho estos días de descanso para darme unos buenos lotes de cine. Ayer pude ver Pulp Fiction, que aguanta el paso del tiempo de forma estupenda y sigue siendo un clásico de la narrativa cinematográfica moderna. Lo que me entusiasma de Tarantino, como me entusiasma en Kevin Smith o incluso en David Mamet, es esa capacidad de realizar diálogos hiperrealistas con los que me siento absolutamente identificado como espectador. Parecen sencillos y son pura música.

No quiero extenderme en Pulp Fiction, pero debo decir que pocas escenas me han causado tanto impacto en un cine como la espera de Travolta y Samuel L. Jackson en la puerta de una habitación en la que van a realizar una matanza. No entran sobre la marcha porque han llegado tres minutos antes de tiempo. Se apartan, siguen hablando un rato de tonterías y a los tres minutos, entran a cepillarse a todo Dios. Tremendo guión.

El caso es que han editado la película realmente bien: buen formato, buena imagen, sonido impecable y... un disco extra de extras. Además, extras muy buenos, entre otras cosas: entrevista de una hora a Tarantino (rozando la genialidad) y un making of de los buenos (la cámara de vídeo en el rodaje y sin declaraciones del tipo "que bueno es el director y me encanta estar aquí")...

En un momento dado del documental, Bruce Willis, que no es la típica estrella que me hace comprar entradas (aunque siento verdadera pasión por El protegido y me gusta bastante La Jungla de Cristal) entabla una conversación con Tarantino (que está grabando en vídeo). De repente, el actor me deja con la boca abierta cuando le dice al director y, por tanto, mirando a cámara: "Esto que tienes en la mano... esta cámara... dentro de pocos años, saldrán unos estudiantes que harán una película por cuatro duros, con mala iluminación, sin estrellas pero con un buen guión. Se harán de oro".

Seis años más tarde, en 1.999, se estrenó El proyecto de la bruja de Blair.

PD: Por si fuera poco, en los extras podemos ver una entrevista a QuentinTarantino bastante antigua que le hace Michael Moore. Por esa época, Moore ya tenía un programa de televisión (en cine solo había hecho Roger & Me). En mitad de la entrevista, se acerca por detrás Samuel L. Jackson y Moore bromea con el actor sobre el hecho de que su nominación no se haya traducido en Oscar. Jackson le responde algo así como "la persona que algún día ganará el Oscar eres tú, con esos documentales que haces".

Bowling for Columbine, 2002. Oscar al mejor documental.

Ups... por un momento, no sabía si estaba viendo los extras de Pulp Fiction o un especial de Jimenez del Oso.

7 comentarios:

  1. Ostras, qué fuerte :O Voy de friki por la vida y luego me sacas historias como ésta y me dejas K.O. Ah, y me siento tremendamente identificada con lo que dices de los diálogos de esos dos (para mí son dos, no conozco a Mamet).
    Bueno, de los diálogos y de los monólogos: soy capaz de enchufarme del tirón las dos partes de "An evening with Kevin Smith" sólo por oírlo hablar a él durante horas. Es una gozada :D

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  2. Pues ponte una V.O. de Glengarry Glenn Ross y conocerás a David Mamet de sopetón.
    Vale la pena.

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  3. Saludos Sergio.
    Esto tal vez te interese.
    Si has leido el libro "Gomorra" de Roberto Saviano sobre la camorra en Nápoles sabrás que los diálogos y poses de Tarantino han pasado a ser copiados por los mafiosos más jóvenes actuales.
    Ahora se producen muchos tiroteos que acaban con las víctimas malheridas en lugar de muertas debido a la manía de empuñar las pistolas apuntando hacia abajo como en las películas de Tarantino. No es una suerte para nadie, ya que eso obliga a montar operaciones para rematar a los tiroteados y alarga los sufrimientos. Si te van a asesinar al menos que sea rápido.
    O el caso de unos adolescentes que iban de prepotentes amenazando a la gente con armas y palizas para que les pagaran y armando bronca sin descanso. Y se les oía recitando el monólogo de Jules en Pulp Fiction "El camino del hombre recto...". No eran mafiosos sino niñatos que querían gozar de los privilegios de los mismos sin trabajar duro para ellos. Hasta que los mafiosos de verdad se hartaron. Ese día las balas no eran de fogueo y no se podía dar al stop del DVD.
    ¿Diálogos hiperrealistas? en absoluto, falsedades de guion que acaban creando una realidad, aún más sórdida que la precedente.
    Te recomiendo el libro "El Hombre de Hielo" de Philip Carlo sobre la vida del asesino múltiple Richard Kuklinski que no largaba discursos chorras, salvo que se lo hubieran pedido (caso de un violador al que castró, hizo filetes y destripó, atado a un árbol, antes de arrojarlo a los tiburones), a sus víctimas antes de dejarlas a merced de las ratas o abandonarlas como debo de cangrejos.
    Un abrazo.

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  4. Bueno, no voy a discutir el anterior comentario (solo un poquito):
    Como siempre, el cine es cine y la realidad es realidad. Las personas que no logran diferenciar entre ambos mundos tienen un serio problema a la hora de enfrentarse a cualquier manifestación cultural, sea el cine, la literatura, la pintura o la música. Decía Woody Allen en Misterioso Asesinato en Manhattan: "No puedo escuchar mucho a Wagner porque me entran ganas de invadir Polonia".
    Lo que comentas sobre Pulp Fiction lo podrías comentar sobre El Padrino, sobre Muerte entre las flores o sobre La jungla de asfalto... y nos cargamos unas cuantas obras maestras. No, amigo mío, la violencia está permitida en el cine, como se permite a un hombre volar o acostarse con Grace Kelly. Es cuestión de imaginación.

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  5. Feliz Navidad.
    Temo que no me has entendido.
    ¿De donde sacas que me cargue nada?¿Acaso he insinuado que no se deban rodar tales películas?
    No suelo tener problemas para diferenciar la ficción de la realidad. Nunca intenté ser Supermán y tirarme por el balcón. Simplemente había querido hacer una crítica constructiva, si te ha ofendido lo siento, no era esa mi intención, a lo de diálogos hiperrealistas, que no creo lo sean en absoluto.
    Por cierto "El Padrino" es una de mis películas favoritas y a los mafiosos sicilianos les encanta. Pero como dice otro autor que ha investigado el tema "No sólo la mafia retratada no es real. Es que está idealizada".
    De todos modos para títulos sobre mafiosos mostrados con honestidad y obras maestras del cine prefiero las de Martin Scorsese (mi preferida "Uno de los nuestros") o esa maravilla que es "Érase una vez en América" de Sergio Leone.
    Y naturalmente, si hay descerebrados que no distinguen fantasía de realidad se debe hacer constar, siquiera para ilustrar a quien si es capaz. Eso no es atacar a nadie.
    Hace poco un escritor al que se le supondría mayor sentido común criticó las novelas de karl May porque eran de las favoritas de Hitler. No creo que las haya leido muy a fondo, pero desde luego no recordaba que May murió en 1912. Se debió quedar agusto.
    Venga, las cosas a entenderlas en su justa medida. Que aquí se aprende mucho sobre cine y otros temas. Y te agradezco tu esfuerzo.
    Felices fiestas y un abrazo.

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  6. Estoy de acuerdo con lo de Scorsese. Hoy día, él es el mejor. Y sí, contesté con mucha vehemencia, seguramente debido a que hoy me toca trabajar otra vez.
    No cabe duda de que hay personas que confunden las pelis y la tele con la vida real... pero desde mi punto de vista, el fallo no está en las pelis de ficción, sino en la educación y en la capacidad de todos en leer la imagen (la gran asignatura pendiente) aunque seguramente, sí podríamos hablar un rato de la desastrosa influencia de la tele en el capítulo de la no-ficción...
    Aprecio tu comentario y me gusta que de vez en cuando surjan temas para debate...

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  7. Ha sido un placer este debate y espero que haya otros en el futuro, pues se aprende mucho. Personalmente no se si se me puede considerar un cinéfilo a tenor de mis conocimientos (mi pasión es cierta), pero éstos pueden dar de sí.
    Tal vez me quedó un comentario demasiado agresivo al principio.
    Y ciertamente, las películas de determinadas temáticas se prestan a ser cómodos chivos expiatorios para quien no quiere analizar los problemas sociales con más detenimiento.
    Pero que demasiados descerebrados se inspiran en la ficción con resultados trágicos es un hecho.
    ¿La solución es no rodarlas? ¡ESO JAMÁS! sería volver a la censura. Pero que quede bien claro que no se deben confundir conceptos es una necesidad. Humildemente creo que algo hemos hecho aquí en ese sentido.
    En fin, gracias por tus comentarios.

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