26 junio, 2008

CONCURSO FRIKIPEROPOCO (3 de 4)

Y seguimos...

Después recibí el mensaje de Elphaba... En su blog se pueden apreciar las tropecientas fotografías de su elevado frikismo, yo sólo pongo tres por estos lares, pero hay que visitar su página para ver todos estas cosas en su dimensión...

Supercoco

¿Candy, Candy?

Uy... que recuerdos...

La segunda participante del día es Ana Márquez, que según confiesa, por circunstancias de la vida se ha quedado estancada en la infancia y "por eso, cualquier cosa que me traiga la infancia es bienvenida, aclamada y reachuchada por esta forofa de todo lo que tenga que ver con la nostalgia".

El caso de Ana es especial ya que su frikismo está focalizado en un campo: tenemos una materia más de discusión:

Estampitas
Rosarios y narices de payaso...

Devocionarios y tarjetas religiosas antiguas...

Bovinas y costurero de los años 30. Y un reloj de cadena espontáneo.

Angelitos.

Y ahora me toca a mi. Hay algunas personas que me han pedido que espere unos días para que les de tiempo de enviarme fotos, pero no tengo más fotos en la recámara. Yo me disculpo porque ante todo soy vago y las fotos están hechas sobre la pared gris aburrida del garaje...

No podía ser de otra forma. Mazinger Zetas a punta pala...

Tengo muchos álbum de cromos, pero estos dos representan el espíritu: La Guerra de las galaxias define a muchos frikis, pero el genuino friki también coleccionaba el álbum de cromos del Spiderman Casposo (que, por cierto, el actor era uno de los niñatos de Sonrisas y Lágrimas).


Por supuesto, libros de Mazinger y el libro de los payasos Gabi, Fofó, Miliki y Fofito. Alguien de mi familia tuvo la peregrina idea de pensar que a mí, con cinco o seis años, me interesaba saber algo sobre la historia de los payasos de la tele.

Parte de los cómics y libros de cine que inundan mi "frikiperopoco habitación". Los que no me conozcan pueden pensar que entre Elphaba y yo existe cierta relación, pero no es así, lo único que nos une es ese magnífico Supercoco. El de su casa vuela, el mío vela por los Spiderman.

Por último, el objeto friki por definición: un manuscrito original de una novela que ganó un premio Planeta, con sus apuntes en el margen y con sus tachones.

La historia completa de este manuscrito la tengo aquí.

Y dos cosas más: en la película Malena es un nombre de tango, Malena, harta de su novio, se va a Correos y le pone un telegrama que dice: "Ya no te quiero. Malena". Bueno, pues ese telegrama lo tengo yo. Lo guardé dentro en un libro cuando hicimos la mudanza hace unos años, para conservarlo bien, pero... no recuerdo en que libro...

Y segundo: no paro de imaginarme la cara de sorpresa de vosotros cuando dentro de pocos días me llegue a casa una objeto que he comprado en EE.UU.. Eso, amigos míos, ganaría este concurso por paliza... pero claro, todavía no lo tengo. Por otra parte, no paro de imaginarme la cara de mi mujer cuando dentro de unos días llegue a casa un objeto que he comprado en EE.UU..."¿y dónde dices que quieres poner ESO?"

Besos a todos.


CONCURSO FRIKIPEROPOCO (2 de 4)

Seguimos por estricto orden de envío:

Candela hizo su aportación y la dejó en su blog. Para no dejar solamente el enlace de su página, en donde explica cada foto, pongo dos fotos no aptas para cardíacos:

Las cositas de Candela

Más cositas de Candela (en la wikipedia, si buscas friki, la definición exacta es: Candela)

Venga, vale, una tercera foto: alta tecnología de Candela.
Repito, a descubrir que esta cosa
a su blog.
El siguiente concursante en aparecer: Alberto López Cordero, que nos dejó los siguientes comentarios:


"Te explico, aunque no hace falta...
1: Miniatura de el gran Freddie Mercury."

"2:Ya que sugeriste albumes de cromos ahí van esos de los años 70 que se coleccionaban comiendo danones las 24 horas del día."
"3:Poster de Psicosis enmarcado con su cristal y todo. Está en un lugar privilegiado de casa aunque para la foto la cambié de lugar, que ha salido algo desenfocada, pero que ahora por falta de tiempo así se queda."
4:Miniatura del coche que aparece en el comic "Tintín en el congo".


"5: Y la última, todo friki, o algo friki, que se precie debe tener su chisme Star wars. No sabía si poner la colección de figurillas, así que al final he optado por el casco de Darth Vader con el cacharrejo que te modifica la voz a lo James Earl Jones, o en su caso Constantino Romero."

Después apareció la estudiante de medicina Alasse y nos dejó su candidatura en su blog. Pero como antes, para abrir boca, dejo alguna foto por estos lares...

¿Y dices que estudias medicina?

¿Y la foto de tu capa donde está?

Uy... el libro de William Goldman es buenísimo. Tiene segunda parte.
Repito, la historia completa de la participación de Alasse en su blog.

Pues eso, los tres participantes de hoy. Mañana, tres más. Son las dos de la madrugada, me voy a dormir, que hoy entre tanto trabajo y que a las diez y media me escapé a ver Hulk (¡Hulk smash!), estoy derrotado. ¿Qué si es buena la película? Sí, es magnífica.

24 junio, 2008

CONCURSO FRIKIPEROPOCO (1 de 4)

No hago comentarios, sólo transmito lo que me han puesto en el email. Los nombres de las fotos no los he puesto yo, son tal cual las he recibido. El primero en contestar a esta historia fue Guillel Tolete:

"Aquí te mando las fotos que pediste, tú lo has querido. No sé si es lo que pides exactamente, pero es lo que hay. Me temo que no las tengo escondidas, porque me gusta rodearme de cosas que otros llamarían basurilla. Confieso que la mayoría de machanguitos me han salido en los Phoskitos y sucedáneos, que compro cuando traen ofertas tan suculentas como shin chan enseñando el culo. Una de las fotos viene con explicación, porque estaba aburrido de estudiar".

MURO DE LAS LAMENTACIONES

MITOMANIA UNDERGROUND

SPIDEY-COLONIA DEL MERCADONA

MI PUBLICO


ALTAR DE REZAR


Después apareció Joan Ramirez, con una foto y una historia singular:

"Te adjunto la foto de mi reloj ruso. No sé exactamente si se trata de un objeto friki. Quizás lo realmente friki sea usar hoy en día un reloj de los que hay que darles cuerda cada noche. O sus peculiaridades... a saber:

Lo compré hace 18 años (con 18 años, ya es casualidad) en Berlín. Acababa de caer el muro y en todas las esquinas y bocas de metro se vendían objetos, rarezas y efectos militares de la antigua RDA. Este reloj, por lo que me pareció entender, es de marinero de submarino. Lo curioso es que da lo que en relojería se llama “hora militar”, es decir, la aguja pequeña sólo da una vuelta al día, de manera que uno puede saber si son las 12 de la noche o de la mañana. Llevando una vida medianamente ordenada, no parece una cualidad indispensable en un reloj, pero viviendo bajo la superficie de mar, quizás sí. Alrededor de la esfera hay escritas ciudades del mundo en alfabeto cirílico, esto es, en ruso puro y duro. La tira de ciudades gira en torno a la esfera si se acciona la corona de abajo, y creo que es para saber la hora en cualquier parte del globo, o quizás sea para hacer otros cálculos más marineros, no lo sé".



Inma hizo su aparición estelar:

"Antes de nada dejar claro que mi frikismo tiene mas mérito porque tengo una edad superior a la media nacional del friki standar."

50% de DVDs y libros de Enyd Blyton

Esther y Lily


Lateral de mi nevera

Mi armario de muñecas

Mis mujeres

TINTIN, ASTERIX Y MORTADELOS


Mañana, tres más y pasado, tres más y el viernes, la última tanda. Espero que Blogger me deje subir tanta foto... ¿Empezamos a comentar?

23 junio, 2008

El post paranormal (y raro, raro, raro)

(¡Mañana! Mañana comienzo a colgar fotos frikis...)


Hoy hablo de experiencias raras.


Me acuerdo mucho de Jerry Goldsmith. Sobre sus virtudes como compositor he escrito en multitud de ocasiones en estos ¡dos años de blog!. Pero hay una cosa que no he contado por vergüenza. Si ya he contado que he visto un O.V.N.I. y mi hermana Inma bien sabe que hemos sido unos verdaderos profesionales del espiritismo, hoy traigo, cual programa de Cuatro, dos misterios personales, uno de ellos relacionado con el genial compositor.

El primero: Hace más o menos quince años, en Madrid, nos reunimos unos amigos para hacer espiritismo. Resumiendo: el vaso comenzó a moverse muy, muy rápido. Tan rápido, que uno de nosotros tuvo que dejar de poner el dedo para coger un lápiz y un papel para ir apuntando las letras. El mensaje era terrorífico: "He muerto hace pocos días en la carretera. Un accidente. Soy de Galicia, pero mis hijos viven en Madrid. Por favor, id a verles a tal sitio (con dirección, número y piso incluido) y decidles que estoy bien".

Repito: terrorífico.


Nunca fuimos a esa dirección. Nos entró tanto miedo que ninguno de nosotros quiso comprobar la fidelidad de la historia. A lo mejor era incredulidad, a lo mejor era miedo... pero ese día dejamos de jugar con el vaso (con el vaso vacío, se entiende). Además, con la edad, uno se vuelve más miedica.

El segundo caso es más habitual. Yo siempre he oído historias raras de apariciones de personas que acaban de morir, como la madre de mi mujer (que vio a su abuela junto al armario de su habitación, de pie, mirándola, y sin tiempo a preguntarse que hacía allí, recibió la llamada del hospital diciendo que había muerto). Por lo visto es habitual, un pequeño juego de nuestro cerebro, un "inexplicable". En mi caso, desde luego, no apareció Goldsmith (aunque habría sido genial), simplemente, supe que había muerto.

Yo sabía perfectamente que Goldsmith estaba enfermo y que muchos proyectos que estaban asignados a él habían terminado en manos de otros compositores. Y pensaba a menudo en Jerry, entre otras cosas, porque pocos meses antes lo había visto en directo, en Barcelona, en un concierto absolutamente tremendo.

Yo fumo, pero no lo hago en casa. Ahora tengo un pequeño jardín al que machacar con el humo, pero en el pisito de antes, me iba a la ventana de la habitación donde tenía el ordenador y con la cabecita fuera, me embobada pensando en mis tonterías (antes no tenía blog y, por lo tanto, todas estas paridas que cuento, me las contaba a mi mismo). Y en pleno embobamiento, me acordé de Goldsmith e inmediatamente, supe que había muerto. O sea, no lo certifiqué, porque además, estas noticias no aparecen de repente. Simplemente, lo supe.

Al cabo de unas horas, cuando ya había oído unas cuantas bandas sonoras suyas, en plan homenaje, llegó la confirmación: había muerto, más o menos, en pleno cigarrito mío. Supongo que son casualidades, aunque tampoco le doy muchas vueltas a estas cosas...

Desde luego, no soy como Alec Guinnes, que enfadado porque tenía mucha hambre y no tenía reserva en un restaurante y, por tanto, no le dejaban entrar, aceptó la invitación de James Dean para comer en una mesa que él si tenía reservada. Pero antes, pasaron por el aparcamiento para que el joven actor pudiera mostrar su nueva adquisición: un flamante deportivo. Guinnes, cabreado y con estómago vacío, le espetó: "no cojas ese coche, no lo conduzcas, si lo haces, a esta mismo hora, la próxima semana, estarás muerto".

Una semana más tarde, James Dean moría en un accidente en ese mismo coche. Y años más tarde, Guinnes usaría ese poder para destrozar al Imperio.

Goldsmith, que trabajó en las películas más horribles que se puedan realizar (habría que estudiar la técnica de selección de su representante en plan "lo que no tiene que hacerse siendo agente de un artista"), regalaba melodías maravillosas y profesionalidad en cualquier peliculilla. Durmiendo con su enemigo, sin que nadie se lo esperara, con el tiempo ha conseguido ser mejor película de lo que aparentaba. Y no lo duden, parte del mérito, está en su banda sonora.


19 junio, 2008

Doce años más tarde: RENT

Hace pocos días fueron los premios Tony de teatro. Este año ha ganado un musical llamado In the Heights que habla sobre la población hispana en Nueva York, y aunque tiene bastante buena pinta, no es de esos musicales que me vuelvan loco. Buscando imágenes del espectáculo que es esta gala, me he encontrado uno de esos vídeos que me gustan, que me dejan con la piel de gallina: un vídeo sobre RENT.

Si no conoces RENT, seguramente el vídeo no te dirá demasiado, pero en EE.UU. es el musical por excelencia. Todo el mundo lo conoce y todo el mundo lo canta. Los actores que tienen la suerte de representar algún papel (y sólo en Nueva York ya han pasado más de cien), de repente, pasan a formar parte, con mayúsculas, de la industria del espectáculo (así, por la puerta grande).

Lo he contado alguna vez, pero para no liarnos, lo resumo en dos frases: el compositor, Jonathan Larson, un friki de los musicales, escribió la música y la letra de RENT y soñó y trabajó duramente para estrenarlo. Lo consiguió, pero un día antes de su primera representación, Larson murió de forma repentina de un aneurisma. Todos los actores, en vez de cancelar la función, siguieron con el calendario previsto y RENT, en pocos días, se convirtió en un auténtico fenómeno nacional: multitud de premios, reservas con meses de antelación, discos, montajes internacionales y película forman parte de su increíble curriculum.

Volvemos a la actualidad: en la gala de los premios Tony, un miembro del cast original, el magnífico Adam Pascal, presenta al cast actual. Estos cantan el principio de La Via Boheme, que es una canción que dentro del relato está muy bien, pero que así, en frío, no dice demasiado. De repente, Pascal interrumpe el número y llama al escenario al cast original para decir unas palabras muy emotivas sobre la historia de Larson y, acto seguido, todos juntos (el cast original y los actuales actores de RENT) cantan un trocito de Seasons of love, su canción más conocida.

Para los amantes del musical americano, esta canción es un auténtico himno. Es digno de ver como algunos famosos en el patio de butacas rompen a aplaudir, incluso a llorar (como es el caso de Patty Lupone (Evita) mientras la canción brilla con luz propia.

Dos detalles importantes:

1.- Cuando hablan los del cast original, a una de las cantantes la aplauden muchísimo: es Idina Menzel, que después de RENT le llegó su gran oportunidad como la bruja de Witched y que, además, hacía de novia mala (pero buena) en la película Encantada.

2.- Los montadores americanos saben como insertar las imágenes en el momento adecuado. En la despedida de E.T., que cuando todos empezamos a llorar no es cuando el muñeco se despide... es cuando insertan el plano de la madre que rompe a llorar. Trucos con la imagen. Eso sí, trucos totalmente lícitos.


18 junio, 2008

Las piernas de Cyd Charisse

He hablado en tantos post sobre ella que poco más puedo decir. La Charisse era una de esas pocas mujeres famosas por las que he sentido algo más que pasión por su trabajo: he soñado con ella, he visto películas horrorosas por ella, y he estudiado la mitad de la carrera con una foto de ella en el corcho de mi habitación. Como si la conociera de toda la vida, ahora la echo de menos...



Este año está siendo terrible. Me da la sensación de que lo más espectacular de los Oscar del año que viene va a ser el vídeo de los muertos este año... más estrellas que en el cielo.

17 junio, 2008

Primer Concurso FRIKIPEROPOCO (tú participas)

Antes de comenzar, debo disculparme: entre el trabajo (estrés, estrés) y la tercera temporada de The Office, no tengo ni un minuto para sentarme con calma delante del ordenador.

Para los que nunca han sentido devoción por esta serie, decirles que el doblaje en español es francamente malo y los actores en versión original extremadamente buenos. Me lo estoy pasando como un enano y deseo que sean las nueve o las diez de la noche para ver cuatro o cinco episodios seguidos (apenas duran unos 22 minutejos).

Y además tengo ese leve dolor de cabeza que empezó ayer y que no deja estar de buen humor. Y sigue, y sigue...

Sólo una cosa antes de meterme en el concurso: mal rollo el de ayer cuando me enteré de la muerte de Stan Winston. A lo mejor hay muchos que no saben quien es, pero han visto mil películas con sus efectos especiales. El Sr. Winston era un diseñador de élite del efecto especial físico (sí, menos ordenadores y más muñecos). Su trabajo ha quedado ligado a imágenes como el exoesqueleto de Terminator, la madre reina de Aliens o el triceratops de Parque Jurásico (el gordito que estaba físicamente en decorado y en el que Sam Neills se apoyaba "para sentirlo").

Por supuesto, no paro de leer en Internet como todo el mundo apoya los efectos especiales físicos frente a los de ordenador. En realidad, yo también pertenezco a esta corriente: todavía no he visto ningún efecto de ordenador que supere a una buena maqueta. No reniego de la infografía, simplemente creo que se están solucionando cosas con ordenador que, hoy día, siguen estando mejor hechas de forma física. Frente a la nueva trilogía galáctica (que parece representar la nueva forma de hacer efectos especiales) me sigo quedando con el efecto especial que más me ha gustado en los últimos años: la caída del edificio en Venecia en la espléndida Casino Royale. Cuando vi esta secuencia en el cine estaba convencido de que habían utilizado un edificio real y habían aprovechado su demolición para la película. Pero era una maqueta. Una maqueta magnífica.

El ordenador para el rollo Matrix está bien (y algún día hablaré de clásicos del cine moderno que no me gustan nada).

Y ahora, emplazo a todos al PRIMER CONCURSO FRIKIPEROPOCO. Y cuando digo todos, espero que participen Candela, Elphaba, Alasse, Inma, Alberto López, Víctor, Don Guri, Guillel Tolete, Dexter, Ternin, Ramón... todos los que de vez en cuando hacen comentarios...

No hay premio. De hecho, no hay jurado. Se trata de sacar entre 3 y 5 fotos, aunque sea con el móvil, de los elementos frikis más destacados de tu casa, esas cosas que sólo le enseñas a determinados amigos (por ejemplo, yo guardo como oro en paño mi primer álbum de cromos de Mazinger Z). Esas fotos (que pueden causar un fuerte impacto emocional) me pueden llegar de dos maneras: si tienes blog, puedes hacer un post y lo enlazo; si no tienes blog o lo prefieres de esta forma, me puedes enviar las fotos a sergioaran@gmail.com y yo las subo, acreditándote correctamente.

Yo intentaré sacar mis fotos entre hoy y mañana, pero vamos a dar un plazo prudencial de una semana para concursar. En realidad, quiero ver los tesoros de cada uno y así, entre todos, podemos criticar...

¡TIENES QUE PARTICIPAR!

11 junio, 2008

El PREMIO PILINGUI

¡TENGO EL PREMIO PILINGUI!

Me lo ha concedido la gran Elphaba, una lectora de alto nivel que llegó por estos lares por compartir frikismos con Inma, hermana de un servidor (hermana que, por cierto, se gasta parte de su dinero en comprar muñecas terroríficas para vestirlas con diferentes trajes. Como en la peli Tamaño Natural).

El premio es por buen rollo (que nadie piense que me lo dan por la calidad de los post). Y como hoy me he levantado sin la falsa modestia social, lo diré: sí, para que nos vamos a engañar: guapo no, inteligente menos... pero buen rollito si tengo...

Reglas del premio:

1.- Guardar el premio con el enlace correspondiente de la persona que te lo ha concedido.

2.- Poner las reglas en el blog: aquí están.

3.- Compartir seis valores importantes y seis que no. Humm... el único valor que me interesa es el de pasar un buen rato, hablen de cine o de política. Si me puedo reir, mejor que mejor...

4.- Elegir a seis personas o más: bueno, en realidad, tengo una pequeña rutina de paseos blogueros diaria (y no pondré ni a mi sobrina Alasse ni a Elphaba, porque entraríamos en una paradoja espacio-temporal).

Mis blogs favoritos son (y he escogido blogs que no son de amigos personales pero que destilan buen rollito):

- Desde hace más de un año me he enganchado al blog de una chica madrileña que no conozco de nada (creo que la enlacé por medio de Ternin), pero con la que me río muchísimo. Su forma de ver la vida merece toda mi atención: el blog se llama Lorzagirl.

- Por supuesto, hay blogs profesionales, en este caso perteneciente al periódico El Mundo que no dejo de visitar ni un solo día. Se trata del Gadgetoblog, una suerte de diario personal en donde puedo ver todos las gadgets de alta tecnología que van saliendo al mercado.

- No puede faltar Uruloki, que me mantiene al tanto con las últimas novedades relacionadas con el cine de ciencia-ficción, terror y fantasía. La gracia del blog es que lo actualiza todos los días.

- El mundo de la tele visto de la mano de un guionista con gracia. Eso sí, hastiado.

-¿No voy a poner el blog de Kevin Smith? Los que leen mi blog sabrán que para mi Kevin Smith es Dios. No, mucho más que Dios.

Estos sitios forman parte de mi paseo diario por la web. Mi café de cada día. Y he aprovechado el premio Pilingui para contarlo.

PD: La regla número 5 dice que tengo que avisar a los galardonados dejando un comentario en su blog. Sinceramente, no puedo. Ni a Lorzagirl, que no la conozco, ni a El Mundo y menos a Kevin Smith... ¿podemos dejar este punto en punto muerto?

10 junio, 2008

Ellen Page es Holly Hunter y Elmer Bernstein un genio

Cada bastante tiempo surge alguien con madera de estrella. Ese es el caso de Ellen Page (aquí, a mi lado, recogiendo un premio).

Antes solía pensar que yo descubría el verdadero talento de Hollywood. Con solo 16 años, intenté convencer a toda mi generación de que Terrorificamente muertos (Evil Dead 2) era la obra maestra del cine de terror que todos estábamos esperando. El director era un joven con un talento desmesurado, que sabía un huevo y parte del otro sobre técnica cinematográfica, pero la hemoglobina en pantalla y los zombies hicieron de árboles que no dejaban ver el bosque. Hoy todo el mundo está a los pies de Sam Raimi (Un plan sencillo, Spiderman 2).

Con el tiempo me di cuenta de que si yo había podido ver esa película era porque había alguien en España (un distribuidor) que había arriesgado su dinero porque creía en esa película, pero eso es otra historia.

La primera vez que vi a Ellen Page, básicamente se comía al reparto coral de X-Men 3, la segunda vez la vi en Hard Candy (y hablé de ella en el blog) y aluciné en colores. Hace pocos días he visto Juno y me ha impresionado. Y tiene 21 años (¿es delito enamorarse perdidamente de una actriz de 21 años?).

Juno es una película decente, que juega su mejor baza en sus cuatro personajes principales. Es más, el protagonismo de Juno (Ellen Page) me irrita porque la pareja que quiere adoptar el bebé se muestra, en muchas ocasiones, como una historia más interesante que la principal (sobre todo, con ese marido pijo-frustrado con camisas de grupos de rock).

Ellen Page no sólo es una gran actriz sino que irradia la magia de las grandes estrellas, en sus miradas, en su forma de moverse. Me recuerda a la Holly Hunter de los 80, esa que hace pocos días Spielberg definió como la "Katherine Hepburn de nuestra generación". Holly Hunter, como Ellen Page ahora, devoraba la pantalla y se comía a cualquier actor con el que aparecía en escena (y además, de forma legal, no como Jeff Goldblum, que para que no se desvíe la atención del espectador en su careto, cuando su compañero de reparto tiene frase, él mueve las orejas. Confesado por él mismo).

Me sorprende, y así enlazo con el otro tema, la capacidad del director Jason Reitman para hacer, de una historia tan simple como la de Juno, una película con la capacidad de sorprender. En realidad, mete todo un submundo friki (que incluye conversaciones sobre el cine de Dario Argento) y una especie de humor surrealista que convierten esta peliculita en una obra digna de mención.

Hay que verla.

Jason Reitman es el hijo de Ivan Reitman, un director de cine que prometía el oro y el moro cuando trabajaba en su Canadá natal junto a Cronenberg (y este sí, es un genio), pero que cuando se afincó en EE.UU. destacó con Los Cazafantasmas, El Pelotón Chiflado o aquella en donde Danny DeVito y Arnold Shopenhauer eran hermanos gemelos (a DeVito le había tocado, según un científico de la película, los restos de semen malos). En realidad, el espléndido y siempre malhumorado Bill Murray le debe su carrera.

Pero Reitman, que nunca me ha gustado, era (y es) un cinéfilo empedernido. Y sacó del ostracismo a Elmer Bernstein (no confundir con Leonard Bernstein de WEST SIDE STORY), un compositor magnífico que había hecho obras clásicas como Los 10 mandamientos (puro sinfonismo), El hombre del brazo de oro (puro jazz) o Los 7 magníficos (puro Marlboro).

Bernstein estaba olvidado por Hollywood y relegado a obras de segunda. De repente, en los 80, con Ivan Reitman y John Landis a la cabeza, comenzó a hacerse muy popular con comedias con cierta gracia (aunque algunas eran francamente malas y otras eran Aterriza como puedas) y pudo terminar su vida, hace pocos años, trabajando en películas de primer nivel otra vez y dejando algunas obras maestras como Lejos del cielo o La edad de la inocencia.

Personalmente, con Herrmann, Goldsmith y Williams, creo que Elmer Bernstein es lo mejor que ha dado la historia de la música de cine.

A Bernstein no le gustaban las técnicas modernas de grabación que se hacen por trozos e incluso grabando instrumentos por separado, porque según él, las grabaciones realizadas de este modo sonaban muy bien pero eran frías. Por eso, grababa la pieza con toda la orquesta de un tirón, la repetía unas cuantas veces y cuando lo grabado captaba la esencia, lo daba por bueno, aunque hubiera instrumentos desafinados o entradas de instrumentos no muy acertadas. Así lo hizo hasta el último día.

Y en muchos casos, lo único que pasará a la historia del cine de esas comedias de los 80, es la gran banda sonora de Bernstein.

PD: En Úbeda, el pasado año, comenté con un crítico de música de cine (Joan Padrol, del Dirigido) la carrera de Bernstein y los dos decidimos, por mutuo acuerdo, que uno de los temas más bonitos escritos para cine se llama "Dana´s theme". Pertenece a Los Cazafantasmas, pero podía formar parte de cualquier obra maestra del cine.
Es el tipo de regalos que no se pueden pagar con dinero.

Si bien Ivan Reitman no cumplió con sus expectativas como director, para mí es un personaje fundamental de la historia del cine: rescató a Bernstein. Y además, tiene un hijo que está demostrando bastante más talento que él.

El tema de Dana empieza con un Theremin (no deja de ser una peli de fantasmas). Vale la pena oír la pieza entera (son tres minutos) porque crece hasta estallar deliciosamente. Y efectivamente, capta los sentimientos perfectamente aunque su ejecución sea...



Así funciona mi extraña mente: veo Juno y me acuerdo de Bernstein...

09 junio, 2008

La entrevista de trabajo (con comentarios subtitulados)

A las 10:00 de la mañana, me llama una mujer con voz canariona y me cita para una entrevista a las 18:30 h. en el Hotel Imperial Playa.

18:30 Hotel Imperial Playa.

Sin seguir las indicaciones de Doris, una compañera de trabajo que textualmente me dijo "si no quieres ir con chaqueta y corbata, por lo menos ponte unos pantalones de pinzas y camisa blanca. Si llevas camisa blanca tienes mas credibilidad", me presenté en el hotel con mis dos hijos, mi madre, unos vaqueros y una camisa color caca (o marrón, según se prefiera).

Dejé a mis hijos con la abuela y entré en el hall. Allí, un tipo ejecutivo, elegante pero moderno (y también en vaqueros), me llevó a una mesa. Él pidió un cortado y yo un café con leche en taza grande, de los de desayuno.

-Sergio, me han hablado muy bien de ti. (es una forma genial de empezar. Mi ego estaba dando palmaditas, pero tenía difícil respuesta a ese comentario).

- Tengo buenos amigos... (genial, he quedado modesto pero con amigos. La calidad de los amigos ennoblece a las personas. Todo va bien).

-Vamos al grano. Te cuento... (aquí me cuenta todo el rollo de las empresas que se han asociado para hacer los programas de la Televisión Autonómica de Canarias. Bueno, estas cosas siempre suenan un poco a "hemos conseguido sacar adelante este proyectillo, que es un poco chapuza, pero los políticos nos avalan". Es en este comentario que acabo de hacer cuando deseo que nadie de la Autonómica lea este blog).

Sigue hablando él:

- Necesitamos alguien que monte toda la estructura para nuestras oficinas. Desde equipos ofimáticos hasta decorados. Todo. En realidad, necesitamos montar una productora en muy poco tiempo. Hay dinero y puedes contratar a las personas que creas adecuadas. Un equipo. (Desde luego, suena interesante. Hay pocas oportunidades en el mundo laboral de empezar algo desde cero. Un reto).

- Parece interesante - digo yo (no, no, es interesantísimo, pienso).

- Pero tiene que ser ya, tenemos que montar esto en tres meses.

- Uff... desde luego va a ser complicado.

- Y en tres meses, tenemos que dar el trabajo por finalizado.

- ?

- Pero yo estoy... quiero decir, estoy trabajando. No voy a dejar mi trabajo por un trabajo puntual de tres meses.

- Bueno, si después surgen cosas, contamos contigo. Pero de momento sólo necesito a alguien tres meses. (esto es muy, muy raro, porque lo que el tipo viene a decir es que necesita a alguien que no esté trabajando para depositar una confianza total y plena para el futuro de la televisión. Una especie de freelance al estilo Michael Clayton: un solucionador de problemas. Por otra parte, hubo una época en la que yo estaba soltero y no tenía hijos y jugaba a las máquinas tragaperras. Quiero decir, me gustaba meter 3.000 pesetas para que al cabo de un rato, volvieran a salir, pero 2.900. Pero hace años que no juego con el dinero. No juego con mi vida y, por supuesto, no juego con la de mis hijos. No me explico bien, pero el mensaje es: con las cosas de comer no se juega).

-Lamento que hayas venido para esto.

-No te preocupes. Si tienes algo algún día, ahí tienes mi currículum.


-Te tengo en la agenda.

Ni loco vuelvo a una entrevista así. El fin de semana ha sido deplorable. Me gusta mi trabajo (bueno, mis trabajos) y llego a fin de mes. No quiero mucho más, salvo ir a pasear con mis hijos por las tardes.

18:35 Termina la entrevista. El post es largo, pero la entrevista duró algo menos de cinco minutos. Salí del hotel con la sonrisa de oreja a oreja porque volvía a mi rutina diaria. No ganaré tanto dinero jamás en mi vida, pero me importa un huevo. Todo ocurrió tan rápido que ahora me doy cuenta de que el camarero no tuvo tiempo de traerme el café. De hecho, me encanta imaginarme a este tipo, venido de Madrid para ver a cuatro personas y como, poco a poco, todos le van fallando... y los cafés se van acumulando en la mesa...

06 junio, 2008

El escritor, el miedo y la Play3 (sí, hoy hablo de mí)

Supongo que la vida va por épocas.

En Fin de Año, justo después de las uvas y de acostar a los niños, mi mujer y yo tuvimos una larga conversación nostálgica, supongo que debido a que, en esa noche concreta, ves físicamente el tiempo correr (eso y algún que otro sorbito de champán). A mí me daba la terrible sensación de que estaba estancado. Soy (no lo diré muy alto) bastante feliz con la vida que me ha tocado vivir, pero veo con cierta envidia como mis amigos y mi entorno más cercano evoluciona hacía posiciones a las que yo jamás he podido acceder. Creo que a mi sentimiento, mundanamente, lo llaman "envidia".

Y, de repente, este año empezaron a moverse las cosas en mi vida. Me ofrecieron un trabajo interesante y estuve a punto de dejar la empresa en la que trabajo. Sin embargo, una contra-oferta medianamente decente y mi vida quedó tal como estaba, pero con un sueldo mejor. Y además, a las pocas semanas, surgió la oportunidad de llevar, prácticamente trabajando en casa, el gabinete de prensa de una sociedad cultural bastante curiosa y que era compatible con mi jornada. Acepté. Y tanto mi bolsillo como mi ego se tranquilizaron un rato.

Una pequeña pausa en esta historia: esta mañana escuché en el coche una entrevista a un escritor. Creo que era Carlos Ruiz Zafón, aunque no estoy muy seguro. Contaba que no vendía los derechos de sus novelas para el cine porque entendía que eran como hijos: simplemente no le apetecía (ni lo necesitaba económicamente) pasar el trago de que otros se metieran en sus historias. Afirmaba: por una vez, la literatura se puede quedar sólo en eso: literatura.

Lo que me sorprendió fue el comentario posterior: "conozco el cine bien, he trabajado en él, conozco su cocina, sé donde se preparan las películas. Soy un gran seguidor del cine, pero al saber cómo se hacen las cosas, para mí no tiene el romanticismo que tiene para otros". Dijo algo así, aunque cito de memoria.

Me sentí muy identificado. Salvando las distancias, yo salí de todo aquel mundo muy quemado y, posiblemente, mi mitomanía murió en los años que estuve trabajando en esa cocina (de hecho, comencé a huir por los pasillos cuando veía acercarse a alguien que trabaja en el lado equivocado de la cámara: delante). En realidad, del cine salí de forma consciente, pero de la tele me echaron vilmente y no quise volver. Con el tiempo he conseguido una vida sana: gano de forma prudente para vivir bien y tengo tiempo libre para llevar el gabinete de prensa, recoger a los niños en el colegio y de noche, fumarme un cigarrito tranquilo en mi pequeña parcelita de jardín, viendo las estrellas (y una vez, un OVNI, pero de eso hablaré otro día, cuando me asegure que lo que me fumaba era realmente un cigarrito).

Vivir relativamente bien, en mi lenguaje, significa ir salvando los meses decentemente pero no tener nada ahorrado. Un imprevisto, como la avería del coche, puede romper completamente mi economía... pero si no pasa nada, todo está tranquilito. Ahora, cuando termine de escribir esto, encenderé mi Play3, que compré ayer (con cierto sentimiento de culpabilidad) con parte del dinero que me ha devuelto Hacienda y disfrutaré como un enano robando coches y matando gente (lo sé, pero la moral y los juegos no van de la mano).

Todo seguiría en su sitio sino fuera porque hoy, saliendo del trabajo, en plena circunvalación, he recibido la llamada que tanto he temido (vale, a veces cojo el teléfono cuando conduzco). Hoy ha sido el día en el que el diablo me tienta a su manera.

-¿Quieres volver a la tele?
-Pues no...
-Estamos hablando de mucho dinero, Sergio... en realidad (es el diablo y sabe cuanto cobro) prácticamente te doblo el sueldo.

Ya está. Me ha destrozado mi fin de semana tranquilo, este fin de semana en el que, por causa mayor (sí, la Play) no iba a tener ni tiempo de escribir en el blog. Y ahora, con un nudo en el estómago, no paro de darle vueltas a la cabeza: si vuelvo a la tele, puedo ahorrar, tengo mi pequeña parcela de status social y si algún día llegan vacas flacas, puedo tener algo de dinero para enfrentarme a ellas. Pero claro, gano en estrés, gano en horas de trabajo (en la tele, las jornadas de ochos horas son inexistentes), pierdo la capacidad de ver a mis hijos por las tardes, perderé el buen rollo de los últimos años, faltaré a cumpleaños, me saldrán canas (más canas) y arrugas (más arrugas)...

Si lo pienso fríamente, si vuelvo a la tele lo haré para que la gente me vea de otro modo (coñazo de rollo social, pero inevitable) y para ganar más dinero. Por supuesto que será porque me apetezca personalmente. Si no voy a la tele, ganaré calidad de vida pero le estaré robando a mis hijos cierta bonanza económica y siempre me quedará la duda de cómo me podrían haber ido las cosas.

Lo decía el otro día, amo mi rutina (concepto afianzado en los comentarios por mi primo Guille). No sé por qué tiene que venir nadie a destrozarla, a comprobar mis inseguridades, a chequear si estoy en venta... Si acepto, malo: mi vida cambiará demasiado y seguramente a peor. Si no acepto, malo: cada mes, al cobrar la nómina, pensaré en lo mucho que estoy perdiendo y al mínimo problema económico que no pueda afrontar, me daré cabezazos contra la pared.

Y no paro de repetirme: "el lunes hablo con ellos, que con oír la oferta en firme no pierdo nada". Eso sí, el próximo fin de año, prometo no quejarme de que mi vida no se mueve. Empiezo a añorar el día de ayer, cuando no tenía que tomar decisiones.

Seguiré informando.

04 junio, 2008

José Antonio Ramos

Hace pocos años, Víctor Falcón, realizador de una televisión local canaria en la que yo trabajaba, me pidió que hiciera la traducción simultánea de la gala de premios MTV. Habíamos conseguido la señal en directo y en exclusiva y nos planteamos hacer un pequeño acontecimiento de esto.

Esa noche, en directo, Víctor consiguió reunir a unas cuantas personalidades del mundo de la música en Canarias y, además, uno de los invitados trajo unas cuantas botellas de vino. Como la imagen que se veía en pantalla era la de la MTV, y sólo las voces eran las nuestras, lo pasamos francamente bien en un ambiente muy relajado.

Esa noche conocí a José Antonio Ramos, un timplista canario que ha optado por hacer que este pequeño instrumento que caracteriza al folclore de nuestras islas sea mucho más universal. Entre sus curiosidades destaca el uso del timple con formaciones de jazz, con orquesta e incluso, alucinen ustedes, el timple eléctrico.

Sin embargo, mi historia con José Antonio Ramos se remonta a diez años, cuando conocí a mi mujer, ya que el timplista formaba parte del grupo de músicos que colaboró con Pedro Guerra en la banda sonora de Mararía (aunque esta historia ya la he contado). En aquel momento nos presentaron y sólo intercambiamos unas palabras.

En la actualidad, vivo completamente alejado de la tele y del cine y me dedico a labores más rutinarias (lo sé, me duele decirlo y lo achaco a la edad, pero la rutina es lo mejor que me ha pasado en la vida, no me gustan los sobresaltos ni las sorpresas), le había perdido la pista a José Antonio.

Un par de veces hemos cruzado palabras de cortesía mientras esperamos que nuestras hijas de cinco años salgan de su clase de ballet en el colegio Arenas. La última vez, nos reímos a carcajadas cuando vimos a 40 niñas de cinco años vestidas con tutú, haciendo una de esas imágenes perfectas justo en el momento en el que no tienes la cámara de fotos a mano.

José Antonio Ramos es un tipo grande con un corazón grande. Hoy, con sólo 38 o 39 años, el corazón se le ha roto. Es lo que tiene ser grande. No es justo. Fíjate si debo ser tonto que jamás había pensado en ti y hoy no te vas de mi cabeza. Creo, en honor a la verdad y sabiendo que voy a hacer una frase demasiado manida, que tu pérdida deja un hueco insustituible.

La canción de Mararía de Pedro Guerra, en versión de apenas un minuto, por el timple de José Antonio Ramos: