26 noviembre, 2008

El trailer de Aparecidos

¿Se acuerdan del trailer de REC? Era aquel en donde se veía a espectadores en el cine, asustados con las imágenes. Hoy he leído que ese trailer no era original, que esa historia ya la había hecho Spielberg con Tiburón. Da igual. Era un anuncio efectivo.

El de Aparecidos (peli de terror española con muy, muy, muy buena pinta) es igual que el de REC y, por tanto, menos efectivo. Pero... los que se asustan con las imágenes de la película son famosetes del cine y la televisión.

¡Y me han dado unas ganas de ver la película!



24 noviembre, 2008

La obra maestra incomprendida: Sabotaje

Hitchcock tiene dos "Sabotajes". Una película llamada Sabotaje (1.936) y otra, Saboteur (1.942). Pero en español, las dos se llaman igual (pero no es como El hombre que sabía demasiado, que tiene original y remake, estas dos pelis no tienen nada que ver entre ellas). La primera es considerada una obra maestra del cine, la segunda una obra ligera de Hitchcock (típico eufemismo que, básicamente, significa que es una peli de las malas. Estos eufemismos de las crónicas de Hollywood suelen ser buenísimos, como ese que dice que un actor experimenta con drogas. Mientras la gente normal toma drogas y las pasa canutas, los actores "experimentan con ellas". Desde luego, estos lugares comunes necesitan un post aparte).

Pues ayer decidí recuperar Saboteur, la ligera, la del 42. Y si me permiten ustedes, les diré que, en contra de la opinión generalizada y del mismo Hitchcock, es una obra maestra del cine. He visto todo el cine de Hitchcock (por supuesto, su etapa americana unas cuantas veces y su etapa inglesa, todo lo editado), pero Saboteur la tenía demasiado lejana. Ayer tenía el día de "recuperar algo que sé que me gusta pero que no recuerdo nada de la trama".

Y me ha dejado sorprendido. La peli es como 39 escalones (un tipo huyendo durante toda la película, incluidas las esposas en las manos), como Falso culpable (lo acusan de algo que no ha hecho y busca al verdadero villano), como Con la muerte en los talones (pero en vez de terminar en el Monte Rushmore, termina en la Estatua de la Libertad).

Y es una obra como la copa de un pino.

En primer lugar, se nota la mano tejedora de Joan Harrison, los personajes complejos de Peter Viertel y el romanticismo de una Dorothy Parker en estado de gracia. Y los tres firman un guión que se va resolviendo escena magistral tras escena magistral. Sin parar. Sin tiempos muertos.

Hitchcock es un mal crítico de su propia obra. Nunca aceptó que Kim Novak estuviera perfecta en Vértigo, porque es su cabeza, el personaje era radicalmente diferente. Y en esta, Hitchcock criticó duramente a una Priscilla Lane que está, como poco, asombrosa. Y la labor de Robert Cummings llevando la película sobre sus hombros es espectacular, aunque Hitchcock pensara que no era el actor apropiado. Y el malo, Norman Lloyd (que después fue productor asociado de la serie de Hitchcock en la tele) es, directamente, espectacular.

Podría nombrar, fácilmente, diez escenas espectaculares de Saboteur en donde la famosa "lógica de la cámara de Hitchcock" directamente, me deja con la boca abierta. Para los que hayan visto la peli, la escena con el ciego (que antes que nadie, sabe que Cummings tiene unas esposas y no dice nada), la escena en el tren con los miembros del circo... la plasticidad del humo del incendio en la fábrica inundando el plano... Pero hay una escena que, en pleno nerviosismo con la historia, me levantó del sofá: la del baile en la mansión.

Los dos protagonistas están encerrados en la mansión de los malos, en la que, por supuesto, se está celebrando una fiesta de alto copete. Nadie debe saber que la señora que da la fiesta es una traidora. Cummings y Lane se escapan de la habitación, se cuelan en la fiesta e intentan contar todo lo que saben a los invitados, pero nadie les cree. Están virtualmente encerrados dentro de la fiesta. Si se acercan a una esquina, aparecen unos esbirros, si se acercan a un puerta, aparece un mayordomo con cara de asesino, en las escaleras, tipos con armas... la única forma de escapar es... Cummings rodea a Lane por la cintura y se ponen a bailar entre los invitados.

Saboteur se sitúa en el tiempo entre dos obras maestras: Sospecha y su vaso de leche y La Sombra de una duda, que es la película de Hitchcock favorita de Hitchcock. Parece que nadie se ha dado cuenta de que Saboteur es, con todas las de la ley, otra obra maestra del cine.

Eso sí, el trailer es de esos rodados para la ocasión y no es demasiado bueno, aunque tiene su encanto eso de "Hitchcock, el maestro de lo inesperado" (todavía no se había creaado el eslogan de "maestro del suspense"):



PD: Las ediciones en DVD de las películas de Hitchcock son una maravilla, llenas de extras, entrevistas, imágenes inéditas. Es, seguramente, el director clásico mejor tratado en la actualidad.

21 noviembre, 2008

Monty Python en Youtube


He hablado muchas veces sobre los Monty Python, fundamentalmente, porque me hacen mucha, mucha gracia. Creo que todas sus películas vale la pena verlas unas cuantas veces, menos La vida de Brian, que tendría que ser de obligado visionado una vez al año.

Y abro este post porque el grupo ha presentado su propio canal en Youtube. Eso significa, entre otras cosas, que los clips están en alta calidad y que, como dice John Cleese (que es un maniático del orden y de la escritura de los detalles antes que de la improvisación) está todo bien etiquetado y organizado.

Esto que cuento de Cleese, forma parte de la gracia del grupo. Su éxito, según ellos, se basaba en que cada uno de los componentes era radicalmente diferente al otro. Hoy día, en sus entrevistas (un buen ejemplo es la Eric Idle en la presentación del nuevo canal) hablan de sus diferencias a la hora de enfrentarse a un proyecto. Pero no eran diferencias agresivas, sino simplemente, cada uno pensaba de forma diferente y eso, ahí radica su grandeza, quedaba reflejado en el producto final, sorpresivo, surrealista, incoherente...

De todas maneras, uno de los mejores vídeos que he posteado en este blog, fue la pequeña reunión que tuvieron hace casi 20 años, con motivo del funeral de Graham Chapman. En muy pocos segundos, este vídeo me hace llorar y me hace reír a partes iguales, en cualquier caso, es un acto tremendamente emotivo y tremendamente típico del mal llamado grupo inglés. Y lo que empieza como un funeral típico (transmitido por la BBC) termina...


17 noviembre, 2008

Ricky Gervais (por enésima vez)

He hablado de Ricky Gervais tantas veces que me empieza a dar vergüenza. Pero de verdad, personalmente pienso que es el gran escritor y actor cómico de nuestro tiempo. Lo junto a Steve Carrel y Ben Stiller y tengo mi trío de ases.

El caso es que Gervais ganó un Emmy el año pasado por la obra maestra que es Extras y no pudo recogerlo. En su lugar, lo hizo su alter-ego en The Office en Estados Unidos, Steve Carell. Y este año, en la entrega de premios (esa cosa que hacen tan, tan bien los americanos) Gervais era maestro de ceremonias y le pidió a Carell que le devolviera su premio. Hay que tener valor para hacer estas cosas en directo. Una genialidad.




PD: Por cierto, en los planos de Carell, se puede ver claramente un señor mayor, de pelo blanco y gafas al fondo. Aunque parezca mentira, es Ted Danson, alias, Sam Malone en Cheers.

13 noviembre, 2008

Malos modales en Hollywood (con intro de Garci)

José Luis Garci me gustaba. Creo que me dejó de gustar a partir de la película de las monjas (así, despectivamente). Quiero decir, hay cosas de El Abuelo que me gustan y trocitos de otras películas modernas del Garci de derechas que están bien. Pero el Garci que me gusta es el de El Crack I y II, el de Solos en la madrugada y el de Asignatura Pendiente. Tenía un estilo inconfundible que rayaba la hermosa cursileria, el plano general para terminar una secuencia y nombres magníficos para sus personajes, tipo Gervasio Losada (para servirle a usted), Antonio Albajara o Germán Areta. Pura fonética.

Pero es que además, el Garci de antes de su programa de televisión tenía frases y textos magníficos. Por ejemplo, en plena época cutre de cine en España, él salió en una entrevista diciendo que daría su brazo derecho por rodar una escena de desayuno de Dinastía (o sea, lujo y grandes estrellas).

Contaba Garci que cuando lo nominaron para Volver a empezar, se reunía todos los días con los del estudio (una major de Hollywood) para planear estrategias, publicidad, entrevistas... todo con el objetivo evidente de ganar el premio. Eran reuniones muy intensas, muy amigables y en donde hizo un montón de amigos. Ganó el Oscar y al cabo de un tiempo, intentó volver a verlos. Fue imposible. Las puertas, para él, estaban cerradas. Ya se había obtenido un beneficio de su persona y ya no se le requería para nada más.

Garci volvió a tener amiguetes en la siguiente nominación, pero ya eran otras personas y además, al no ganar, no pudo ni despedirse. Y es que los malos modales en Hollywood son legendarios. Y ya no hablo del sistema de estudios, donde la educación y las buenas formas eran totalmente inexistentes, sino del Hollywood de hoy.

David Mamet cuenta en su libro Bambi contra Godzilla una historia que me pone la piel de gallina. Hace relativamente poco, un director hizo una peli bastante gorda y conocida. Su presencia en el pre-estreno en Hawai era esencial, por lo que le fletaron un avión privado para que fuera al estreno con toda su familia y volviera esa misma noche. El problema surgió cuando la proyección fué un desastre y las famosas tarjetitas del público apuntaron por un rotundo fracaso. El director cogió a sus hijos y a su mujer y volvió entristecido al aeropuerto para darse cuenta que su avión privado se había ido. No tenía avión. Vamos, que tuvo que comprar todos los billetes de vuelta en plena madrugada.

El legendario Spielberg, famoso por ignorar a las personas que no le molan, es capaz de hablar durante un buen rato con alguien que no ha cumplido su cometido como a él le gusta con un interlocutor por medio, aunque estén los tres solos en la misma habitación. Si no fuera porque es mi ídolo, diría que es un niñato. Que Spielberg te ignore en la industria actual es lo peor que le puede pasar a alguien. Gary Oldman se enfrentó a él y no volvió a pisar Hollywood hasta hace un par de años (sí, ese famoso paréntesis de su carrera).

Y en Úbeda, cualquier conversación con los compositores de cine actual más poderosos y creativos termina con los consabidas partituras rechazadas. Lo normal es que un director y un músico se reúnan frente a un piano o a un ordenador y trabajen en la banda sonora. El día de la grabación parece que todo ha ido perfecto y el segundo día, directamente, un ayudante de un ayudante prescinde de sus servicios. La máxima de "no eres músico en Hollywood hasta que te rechazan una partitura" es real y tangible como la vida misma.

La excusa es lo de menos. Wolgang Petersen rechazó la partitura para Troya de Gabriel Yared con la mejor frase que he escuchado en mi vida: "la música era demasiado buena para esta película". Y por eso, contrató al mierda de Horner.


PD: La música de Yared para Troya está en Internet desde el día que se rechazó, siendo uno de los scores más preciados por los amantes de la música de cine.

12 noviembre, 2008

Un interesante post sobre... yo, yo y yo...

Me han pasado dos o tres cosas curiosas con Internet estos días.

Hace un par de días, me llamó José Antonio, uno de los protagonistas de este blog y compañero del alma durante la carrera. Ya he hablado de él pero lo resumiré en una frase: sabe un huevo de cine, por eso, no sólo escribe en sitios serios (no como yo) sino que sus artículos para la revista Dirigido son de lo mejorcito en una publicación que tuvo tiempos mejores. Ahora es profesor de Narrativa Cinematográfica en la Facultad de Ciencias de la Información.

Y me contó: "acababa de terminar una clase y me quedé solo. Y al cabo de unos segundos, dos de ellos volvieron para hacerme una pregunta:
- ¿Nos puedes contar la historia de Antonio Castro y Tesis? Hemos leído en Internet que tú estabas allí... ¿tú eres el José Antonio del que hablan, no?
- Pero... ¿donde habéis leído eso?
- En un blog...
- Pero, ¿dónde?
- No sé... Friki pero poco, o algo así...

Segundos después, José Antonio me llamaba muerto de risa. ¿Y sabes qué? Que esta historia me encanta, porque entre otras cosas, además del ego personal, está la sensación de que algunas historias y algunos post llegan a algún sitio. Y si un alumno, al que seguramente Castro le está dando clase, quiere saber por qué el malo de Tesis tiene su nombre, ha encontrado la respuesta en este blog. Un motivo más para seguir escribiendo. El post, por cierto, era este.

En realidad, el blog me está ayudando a ordenar mis desordenadas ideas y sólo me da beneficios personales. El otro día, en el Parque Doramas me encontré a un compañero de clase que hacía años que no veía (fácil 25 años) y estuvimos hablando un rato. Él sabía bastantes cosas de mí porque había encontrado el blog y me leía todas las semanas. Y aunque no pregunté mucho más y a lo mejor sólo deseaba ser cortés, lo cierto es que conocía Frikiperopoco.

Y además, el martes me quedé estupefacto por las visitas que recibí. con el post del doblaje. Investigando las razones y desechando la idea inicial (que básicamente consistía en "será que el post está bien"), me di cuenta de que alguien lo había subido a Menéame (y esta vez, no fui yo, sino un tal Chris). El caso es que pasé de doscientas personas diarias a mil. El conocido efecto Menéame ya me sorprendió con el misterioso caso de los Ositos Amorosos. Un efecto que, entre otras cosas, deja un efecto residual durante unos días. Por eso, si lees estas líneas y no eres el visitante de todos los días, es probable que seas "un residuo".

Por otra parte, desde el lunes me he activado en Facebook, que como dice mi primo Enrique "lo carga el diablo". El caso es que el programita de los huevos exige que estés pendiente de él como si fuera un Tamagochi. Me paso el día recibiendo mensajitos y viendo las fotos de mis amigos. Eso sí, me ha dado una de las mayores sorpresas de mi vida con la aparición estelar de mi familia en Irlanda. Lo cuento: en el año 87 estuve por esas tierras y me quedé en casa de una familia maravillosa durante un año. No sólo eran muy buena gente sino que, al proceder de una familia totalmente desestructurada, el calor de esa gente realmente fue una terapia espectacular. En realidad, me enseñaron, sin querer, que se podía vivir en armonía. Tenían cuatro hijos, de 2, 5, 8 y 10 años. Y ahora, desde ayer, me escribo con el pequeño, de cinco años, aunque hoy día tiene 26 y es electricista. Y las tres hermanas, alguna casada y con niños, me han mandado algunas fotos actuales.

El pasado vuelve cuando menos te los esperas. Pero es que además, este pasado es de lo mejorcito que me ha ocurrido en la vida. Puede ser que Facebook sea un coñazo, pero amigos míos, hoy soy más feliz que ayer.

10 noviembre, 2008

Saben aquel que dice que había una película doblada...

Puede parecer un chiste de Eugenio, pero no lo es. En la lista de correo en la que participo sobre Bandas Sonoras, estos días hemos estado hablando del doblaje. Ya sé que todo el mundo debe ver las películas en versión original, pero hay momentos, por ejemplo, cuando veo las películas con mis hijos, o cuando consigues la copia por Internet y no encuentras los subtítulos, que no puedes acceder a otra forma que no sea la versión doblada.

David Doncel contaba una historia curiosa: había visto Rocky Balboa en versión original y al cabo de unos días y con invitados, la versión doblada. Y en una escena en concreto, la versión original tiene la (magnífica) música de Bill Conti y en la doblada, una canción. Mi explicación (sin ver la película) es que la escena es un montaje del pasado y han utilizado cortes de las anteriores películas. Y seguramente, no han podido conseguir estos trozos con el sonido separado, esto es: música, efectos y diálogo. Por tanto, como tienen que doblar a los actores, la única solución posible es eliminar todo el sonido. Vamos, una chapuza de tomo y lomo. Cogen un CD y ponen una canción romántica, para que quede bien.

Pero el caso no queda ahí. Siguen participando personas en el foro y Conrado Xalabarder cuenta algo sobre Happiness, tremenda, tremendísima película de Todd Solondz:

"Uno de los personajes es un pederasta de clase alta que ha violado, tras darle un somnífero, al compañero de cole de su hijo. Bla, bla, bla. Cuando estalla el escándalo, el hijo, entre sollozos, le pregunta al padre "¿a mí me harías lo mismo?". El padre, cabizbajo, le responde: "No. Contigo solo me masturbaría".

Un día que invitamos a cenar en casa a algunos de mis hermanos, salió la película en la conversación y quisieron verla. Ok. Como ninguno de ellos es cinéfilo, pues les puse el DVD en versión doblada. Llega la escena. El hijo pregunta. Y el padre responde: "No, hijo. No haría eso nunca contigo".

Es evidente que para la persona que hizo el doblaje la respuesta que da el padre no es satisfactoria. Seguramente todos, al leer ese párrafo, os habéis quedado con la boca abierta por la terrible crueldad de la secuencia.
Y por tanto, el traductor, en su deber de mejorar el cine, decidió que era mejor cambiar la respuesta por una más suave. Y así, de paso, cargarse el cine de Solondz, que como todos sabemos, es un depravado que sólo habla de gilipolleces.

Siempre se ha hablado de nuestros magníficos dobladores, y a lo mejor, en vez de estar todo el día alabando las versiones españoles, deberíamos empezar a hablar de las personas que traducen las películas. Quiero decir, en El Jinete Pálido, Clint Eastwood es un muerto (literalmente) que busca venganza, y en la versión española, es un tipo que aparece en el pueblo, venido de la nada, buscando venganza.

Y cuando en Mogambo, que todos conocemos la historia, los protagonistas en vez de amantes eran hermanos, era porque existía la censura. Ahora, que vamos de demócratas y libres, simplemente contratamos a ineptos para traducir las pelis. Y en ese mundo de lado oscuro o reverso tenebroso (versión de la primera o segunda peli, según el traductor) y de Condensadores de Fluzo en vez de Condensadores de Flujo (el traductor lo encontró demasiado picante) se mueven la inmensa mayoría de los españoles, que si quieren ver una película en español, la tienen que ver versionada por los principios morales del traductor (y en algunos casos, con giros cómicos en plan Chiquito de la Calzada).

Y esto que pongo a continuación no es una broma. Cuando El nombre de la rosa se editó en DVD, se añadieron unas escenas adicionales que no se montaron en la versión original. En España no se quisieron gastar demasiado dinero en el doblaje de estas secuencias y no sé a quien contrataron, pero desde luego, no es un estudio serio. Hago cuñas de radio bastante a menudo y consigo mejores voces, más profesionales, por sólo 20 euros.

No es una broma, pero como dicen algunos comentarios en Youtube, parece salido de El Informal. Secuencia nueva de El nombre de la rosa (repito, no es broma):



PD: Hubo una época, en los 70 y 80, antes del DVD, que se emitían clásicos del cine en Televisión Española. Al venir el sonido en una sola capa, para hacer el doblaje tenían que volver a poner todos los efectos de sonido y la música. Eran doblajes muy planos, practicamente sólo con las voces. La música, en el mejor de los casos, la cogían de un LP de la peli, pero si era muy complicado de localizar, directamente ponían música de otra peli. Y así, podíamos ver El fantasma y la Sra. Muir sin la música de Herrmann y con unas piezas musicales que el editor de Televisión Española pensaba que eran adecuadas.

Por no hablar de trucos baratos como el de La Huella, de Mankiewicz, en el que los personajes que representa Michael Caine tienen diferentes dobladores (no sea que el espectador vaya a notar el truco).

08 noviembre, 2008

Kristin Chenoweth (y2)

Hace algunos meses ya hablé de Kristin Chenoweth. Era un enamoramiento repentino que, con el tiempo, me ha convertido en el mayor seguidor de esta mujer.

Mi estado de enamoramiento natural me hace que pase horas y horas frente a Youtube viendo grabaciones suyas: desde su magnífica entrevista en el programa de Letterman hasta conciertos, entrevistas, declaraciones. Literalmente, me he vuelto loco. Físicamente, la Chenoweth es muy guapa (sólo hay que ver la foto de este post) y condensa toda su belleza en metro y medio de estatura. Y la fama, la de verdad, la que hace que una persona en las Islas Canarias se sepa su biografía al completo y se pase el día rebuscando vídeos suyos en Internet, le ha llegado relativamente tarde, porque la Chenoweth ya no es ninguna niña (aunque Harrison Ford también empezó talludito y sólo hay que verlo ahora, que sigue volando en neveras).

Pero lo que me tiene cautivado es su voz. Tiene formación clásica e incluso en algún vídeo en Youtube juega a cantar canciones alternando la voz de cantante lírica con la voz de cantante ligera (y en otro, hace un magnifico dúo con Plácido Domingo). Y si hago este post, a riesgo de ser pesado, es porque hay un vídeo de menos de dos minutos que vale la pena ver.

En una gala de esas del Centro kennedy en donde se homenajean famosos, hace unos añitos le tocó el turno a Julie Andrews. La Chenoweth sale a escena a cantar una canción de Mary Poppins y, directamente, se gana el cielo. La cara de Julie Andrews no tiene precio, pero el gesto en el último segundo del vídeo de Pavarotti es muy significativo. Demasiados datos para un vídeo tan corto.

PD: Hace años, en una encuesta por televisión, le preguntaron a un jovencito cuál era su cantante favorito. El chaval, con muchas ganas de quedar bien, dijo seriamente mirando a cámara: "Pavarotti... Tutto Pavarotti".


05 noviembre, 2008

Fanboys

El trailer de la película de la que tanto se ha hablado. Atención a los cameos, desde un falso Harry Knowles hasta... mejor ver el trailer. La historia es muy simple: en el año 98 (o 99, ya no recuerdo) se estrenaba el Episodio I La amenaza fantasma. Unos tipos, fanáticos de la trilogía galáctica, no pueden esperar para verla y deciden colarse en el Skywalker Ranch de George Lucas.

Seguramente no será una obra maestra pero, amigos míos, me lo pasaré como un enano.

PD: Uno de mis sueños, que probablemente nunca se cumplirá, es visitar el Skywalker Ranch. Si fuera invisible lo primero que haría es... hum... no, me iría a casa de Natalie Portman, pero eso es otra historia...


04 noviembre, 2008

El fantasma de la ópera mola mazo

Antes que nada, debo decir que la interpretación de Camilo Sesto en Jesucristo Superstar es absolutamente deliciosa. Es perfecta. Pero entre el tremendo cantante de Amor Amar de los setenta y el cantante del Mola Mazo actual, hay una diferencia abismal. Por no hablar de su extraño pelo de ahora, que parece irradiado por electricidad estática.

Trece años después del ininterrumpido éxito de El Fantasma de la ópera en Londres (y alrededor del mundo), Camilo Sesto quiso presentar su "concept álbum" del musical en español en sociedad. No en vano, Camilo había trabajado mucho. Se había tumbado durante meses en la cama y con un lápiz stadler del número 2, en un bloc de anillas, tradujo uno y cada uno de los versos del musical de Lloyd Webber (vale, le he puesto un poquito de literatura).

La idea era simple: sacar el disco y si a la gente adecuada le gustaba, representar el musical sobre el escenario. Esta idea de "concept álbum", en realidad, se ha puesto en práctica en muchas ocasiones (empezando por el propio Lloyd Webber, que siendo desconocido, sacó su Jesucristo Superstar en disco. Sólo cuando se comprobó que era un éxito, se puso el musical sobre el escenario).
Por supuesto, era un riesgo para Sesto y su pelo, ya que todo iba a ser pagado de su bolsillo y con la simple (aunque estimada) ayuda de unos cantantes amiguetes: la Patton y el Sr. Abraira.

Seguramente (un poquito más de literatura) estuvo trabajando intensamente en el ordenador para que la música de la grabación pareciera real. Vamos, que aunque no suene en el disco ningún instrumento real, debe parecer que está sonando una orquesta.

Un buen día, Camilo convocó a los medios de comunicación para presentar su labor en forma de CD: El fantasma de la ópera de Camilo Sesto. Se presentaron decenas de periodistas. Y justo cuando iba a empezar el acto, con los cantantes presentes, con un póster de un Camilo deformado presidiendo el acto y una montaña de discos sobre la mesa, aparecieron unos hombres de negro que se llevaron todo el material y amenazaron al cantante con una demanda.

Estos señores, abogaduchos del tres al cuarto, eran representantes legales de Andrew Lloyd Webber y The Really Usefull Company (ahora Group)... porque resulta que después de tantos meses de trabajo, Camilo ni siquiera había comprado los derechos de las canciones, ni había entablado conversaciones con ellos... vamos, nada de nada.

Camilo, al cabo de un tiempo, ya pasada la vergüenza, pudo contar su historia en la tele: "el verdadero problema es que mi versión del fantasma es muy especial, muy particular. A ellos (por la compañía que vela por el musical) sólo les gusta que se haga a su manera". Y yo, en realidad, no soy nadie para pensar que para hacer estas cosas, hay que seguir un caminito de migas. No puedes traducir, orquestar, cantar y hacer tuyo algo que no es tuyo porque después viene un tipo con traje y se mosquea.

Y sin embargo, soy feliz con mi copia de El fantasma de la ópera de Camilo Sesto. Es el regalo friki por excelencia. Soy un afortunado porque tengo mi copia original, que es mi tesoro más preciado. Y me gusta por motivos diferentes a los habituales: la música suena francamente mal, la pieza central parece tocada por Gracita Morales, sus rimas son espectacularmente malas y además, las palabras no encajan en las notas... es como una buena peli de Ed Wood, que mientras más mala es, más cariño le tienes.

Eso sí, la voz de Camilo sigue siendo un regalo del cielo. En este primer corte, con la canción que da nombre al musical, podemos vislumbrar por dónde van los tiros ("su voz en mí se clavó"):



A continuación, uno de los cortes estrella del disco. Tras un comienzo vigoroso de gran orquesta, comienza un diálogo en el que se puede apreciar con claridad el difícil momento que están viviendo los personajes. La calidad de las actuaciones, unido a frases tan emotivas como "¡Qué barbaridad!" consiguen que este momento quede en la mente del oyente para siempre.



Y para los más interesados en la mágica versión del Sr. Sesto, ponemos mi corte favorito del musical "Point of no Return", aquí denominada con gracia y sutileza "Retorno hacía atrás".




PD: En la versión que puedes encontrar en la Mula, y que sin duda, te regalará horas de placer extremo, aparece una nota que no tiene desperdicio (y la copio tal cual): "En el 2000, Camilo produjo, tradujo y grabó una versión al español del clásico 'El Fantasma de la Opera' de Andrew Lloyd Weber.

Este álbum, no ha podido aún ser comercializado por una restricción relacionada con los derechos de autor que surgió justo antes de su lanzamiento.

Esta es, a no dudarlo, una de las obras más sobresalientes de Camilo en toda su carrera, pero sus fans deberán esperar un tiempo más antes de poder apreciar este fino trabajo.

Sin embargo, Camilo no ha dejado a sus seguidores sin conocer algo de esta gran producción, y ha incluido en su álbum 'Alma' (2002) algunos de los cortes más representativos de la obra, pero de la versión original en inglés.

La versión nunca ha sido ni será autorizada por Webber debido a su especial interpretación."

01 noviembre, 2008

Mil estrellas y una obligación moral

Cualquier actor se moriría por estar en una película de Spielberg y Spielberg se moriría por tenerlos a todos. Dos anuncios para que a los americanos no se les olvide votar. Sin música y con un sinfín detrás, más simple imposible. Y brillante.



Y otro...