09 septiembre, 2011

MISFITS

Misfits es una buena serie. De la BBC, con pocos episodios en sus dos temporadas (seis y siete respectivamente) y realizada con cierto gusto y guiones muy cuidados. Y es para frikis de la ciencia-ficción. 

Cinco jóvenes comienzan su primer día de labores sociales como castigo por un delito que han cometido. Una tormenta extraña les pilla de sorpresa y cada uno de ellos adquiere un poder. La gracia (pero la serie no es, ni mucho menos, de humor) está en que los chicos que adquieren los poderes son delincuentes juveniles y que esos poderes, como uno de ellos dice, "no son de Clase A, como volar y cosas así", sino más bien terribles -una de ellas puede "oír los pensamientos" lo que, básicamente, le destroza la vida.

La serie es muy curiosa por bastantes motivos (motivos que hacen imposible un remake americano). El primero es que los personajes son conflictivos de verdad, no como los personajes de las series americanas que "tienen giros con corazón", para que te encariñes.

No, aquí hablamos de un depravado, que no duda en meter mano a una mujer inconsciente por el alcohol... hablamos de un tipo que ni en las situaciones más serias puede dejar de decir chorradas que te enervan... y todo esto, con un lenguaje muy, muy coloquial y unos acentos británicos muy cerrados que delatan el estatus social de cada uno.

Los personajes no se convierten en superhéroes, ni ayudan al prójimo ni nada que se le parezca, sino que se meten en tantos problemas que utilizan sus poderes para salir de ellos. Además, ni sus soluciones son las mejores ni los utilizan en los mejores momentos.

Por esos pequeños detalles, la serie (que ni de lejos es una obra épica que debamos ver sí o sí) me tiene cautivado. 

Cuando aceptas a los personajes tal y como son, la trama es insignificante. Son ellos los que te sorprenden con su forma de actuar, con su forma de hablar, de relacionarse, de empeorar las cosas cuando pueden mejorar. Como decía Hitchcock, el truco está en meter un acontecimiento extraordinario en el mundo normal que conocemos y que todos identificamos. Y aunque estos chicos tengan poderes con los que cualquier persona podría cambiar las cosas, para ellos es una carga muy difícil de llevar.

7 comentarios:

  1. La empezamos... y la acabamos en lo poco que va de septiembre. Y también estoy como loco recomendándola.
    Todos los personajes son fantásticos... pero ¡ese Nathan!.

    Completamente de acuerdo contigo, imposible (o muy difícil) una versión USA. En realidad ya lo intentaron... pero al revés, MISFITS es todo lo que HEROES tendría que haber sido.

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  2. Qué pena que Nathan deje la serie, es un personaje que realmente te enerva pero se le llega a coger mucho cariño.

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  3. Pues de aquí se puede sacar el nuevo guión para Torrente 5 el superhéroe. ¿Os imaginais a Torrente con superpoderes.....?

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  4. Nada que ver con tu entrada pero fui a ver Superocho y volví a tener 14 años. Qué buen rato pasé. No sé si es buena o mala pero me hizo disfrutar como una loca.

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  5. Inma, ¿no me digas que ahora tenemos la misma edad? XD

    Sergio, me has convencido plenamente. Tengo que ver esa serie.

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  6. Ay... Inma, sí. Super 8 tiene muchas virtudes y una de ellas es la escena en la que la niña hace de zombie frente al protagonista, que le mira embelesado. Es que en esa película me gusta más la historia del grupo de niños que el resto de la trama.

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  7. Tienes el don de hacer entrar ganas de ver aquello de lo que hablas. Más aún si dices que es lo transgresora que no era Héroes, que a mí me aburría someramente.

    Y sí. Coincido con lo de Super 8. Disfruté como un poseso. Incluso con esa fotografía tan ochentena llena de destellos azules (incluso en exceso).

    Definitivamente el personaje de la niña es para mí el mejor. Lo único que echo en falta es que el final (spoiler, no sigan leyendo los que no han visto la película) con la despedida y el collar se resuelve demasiado pronto. Spielberg habría hecho encaje de bolillos.

    Me daría con un canto en los dientes por ver más películas así en el cine actual.

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