06 septiembre, 2012

Dos joyas: Into the Abyss y Ser Elmo

Para muchos, Werner Herzog es considerado el mejor director de cine vivo que existe. No es mi caso, no me gusta nada su exceso, su retórica y la lentitud de sus películas, pero comprendo perfectamente que guste.

Herzog se niega a separar su carrera cinematográfica de su carrera como documentalista, incluso afirma que alguna de sus películas son auténticos documentales. Pero en mi caso, odio a Herzog de ficción y adoro al de no-ficción.

Herzog, como personalidad, es apasionante. Todo el mundo conoce sus peleas con Klaus Kinski, en las que incluso llegaron a las manos (y que quedan retratadas en un magnífico documental de Herzog llamado Mi enemigo íntimo), pero pocos saben que este señor no vio una sola película en su infancia, vivía alejado de todo y no supo lo que era un teléfono o un coche hasta bastante mayorcito.

Quizá sean todos esos descubrimientos tardíos lo que ha hecho de Herzog un observador privilegiado. Su curiosidad continua es palpable en lo directo de sus preguntas y sus comentarios a la hora de entrevistar a alguien. Y como espectador, te deja con la boca abierta en cualquier análisis de la realidad.

Además, Herzog es hombre entero y de palabra. En los años 80 perdió una apuesta en plan "si este tipo termina su película y la estrena, yo me como mi zapato". Y lo hizo (imágenes que se pueden encontrar en Youtube y que pertenecen a un breve documental llamado "Werner Herzog eats his shoe").

Y en este blog he hablado de algunos trabajos suyos, como Grizzly Man, que en su momento me dejó perplejo. Pero Into the Abyss me ha dejado anonadado. Herzog se mete en el corredor de la muerte y entrevista a un asesino que va a ser ejecutado en menos de siete días.

Y es curioso como tu visión como espectador del cándido chaval al que entrevista va cambiando según vamos analizando los hechos de la mano del director. Y Herzog, con esa claridad de la que hablábamos antes, es capaz de decirle con esa lenta cadencia al hablar: "quiero que sepas que no soy tu amigo, que rechazo todo lo que has hecho... pero no acepto la pena de muerte como castigo".

Yo creo que todo el mundo, incluido yo, habría tratado de ser muy cordial y amiguete de la persona que entrevistas para conseguir las mejores declaraciones, pero Herzog es muy fiel a su personalidad y deja las cosas claras desde el principio.

Into the Abyss es un canto a la vida desde la perspectiva más sucia de la América profunda -como uno de esos programas de laSexta en la que se cuenta una investigación real, pero bien realizado, sin efectos dramáticos y con los personajes, tanto asesinos como víctimas, mirando a cámara.

Y te deja pensando durante horas. En mi caso, me impresionó mucho cuando el padre de uno de los asesinos (padre que lleva prácticamente toda la vida en la cárcel) analiza el momento en el que todo cambió, el momento en el que la vida se le fue de las manos y dejó de controlarla. El hombre es capaz de datarlo, de ponerle fecha... es capaz de decir "si justo en ese momento en vez de hacer eso, hubiera hecho esto otro... mi vida sería muy diferente".

Desde otra perspectiva diferente, tenemos a Kevin Clash y su alter ego: el muñeco Elmo. 

Hace menos de un año presentó su documental (no realizado por él sino sobre su vida): Being Elmo: a Pupetter´s journey.

La historia es muy simple: la vida de Kevin Clash, un chaval que vive en un suburbio y que sueña con trabajar en Los Teleñecos y Barrio Sésamo (o sea, sueña con trabajar con Jim Henson). Y el documento narra esa ilusión y como, poco a poco, la va alcanzando.

Y aunque la historia es muy sencilla, la ejecución es brillante gracias a la arrolladora personalidad de Kevin Clash, un auténtico fiera que vive por y para Elmo. Lo adora, se identifica con él y a ratos, incluso se funde con él. Y le vemos grabar, trabajar fuera de  plató, dirigir, producir (y es que Clash es, tras la muerte de Henson, uno de los nombres fuertes de la compañía)... y se le salen las lágrimas cuando cuenta como conoció a Henson, como murió y como entró a formar parte de tan singular equipo.

Sus comienzos son muy, muy humildes. Un ejemplo: Kevin se hace conocido en su barrio por los muñecos que construye. Y un día, tras salir en una tele local, es invitado por el gran creador de muñecos de la factoría de Jim Henson a visitar el taller de Nueva York. Estamos hablando de una distancia de pocos kilómetros que se hace en tren. Vive durante meses con la ilusión de ir, pero es sólo cuando el colegio organiza una visita a la ciudad cuando puede ir, casi un año más tarde.

Esas visita está grabada en vídeo y sale en el documental. Las miradas de Kevin Clash a todos los rincones del estudio no tienen precio. Pocas personas pueden vivir su sueño, pero cuando lo hacen y como Kevin, lo agradece todos los días, es un verdadero placer.

en la actualidad, Kevin Clash dedica parte de su tiempo a recibir a niños que, como él hace cuarenta años, desean trabajar en esto. La conversación puede ser muy seria, hablando de sus ídolos y de cuál es el personaje favorito del visitante, pero sólo tiene que hacer la voz de Elmo un segundo para que el niño rompa a llorar de alegría. 

No se pierdan ninguna de estos dos documentales. Se quedan contigo para siempre.

Trailer de Into the Abyss:



Trailer de Being Elmo:


8 comentarios:

  1. Sólo comentar dos cosas.
    La primera es ¿Qué infancia tuvo Herzog?. y la segunda y posiblemente la más importante. Me di cuenta hace poco que tienes que cambiar el cabezal de tu blog. Que estamos en el 2012!!!!!!

    Un saludo.

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  2. Cambiado. Sabía que tenía que hacerlo... me has dado el empujón...

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  3. Puf el de Elmo no me lo pierdo!! Voy a buscarlo

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  4. Os recomiendo que visiteis esta web: las fotos son de primera.

    http://awesomepeoplehangingouttogether.tumblr.com/

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  5. Gracias por las recomendaciones. He visto "Being Elmo" y aunque me ha parecido interesante creo que mis impresiones sobre él son un poco distintas a las tuyas.

    (¡¡¡Spoiler a continuación!!!)

    Yo no he visto las lágrimas de Kevin Clash cuando habla de Jim Henson. Se nota que le admiraba pero no parece que tuviesen una relación demasiado cercana. En la mayoría de las cosas que cuenta lo que subyace es un miedo enorme a meter la pata delante de él. Sólo cuenta una ocasión en la que pensó que empezaban a tener una relación más allá de lo profesional (pero hablando del trabajo).

    Por otra parte, el documental tiene un tono un pelín épico para lo que se está contando (sobre todo por la música) y el retrato de Kevin Clash queda pelín raro, sobre todo cuando habla de su vida personal y da la impresión de que no la sabe manejar bien. Hay algo siniestro en el hecho de que el tío grabe a su primera mujer de camino al parto poniendo la voz de Elmo y hablándole a su futuro hijo. Y también da un poco de grima verle manejar a Elmo cuando abraza a los niños y les da besos. Hace parecer al muñeco un poco acosador y pesado. Y no queda nada sincero cuando dice que ha hecho un mogollón de marionetas pero la mejor creación de su vida es su hija (a la que hace tan poco caso que la niña le tiene que dejar una nota para que pase más tiempo con él).

    Con esto lo que quiero decir es que el documental quizá sea demasiado "hagiográfico" para lo que se intuye sobre el protagonista. Es como si el rarito de la clase hiciese un documental sobre él mismo y se notase que todo el mundo que sale, incluido él, disimula para que no se note que es el rarito y para intentar hacer de sus rarezas virtud.

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  6. La lectura que tu haces de Being Elmo está también ahí. Es evidente que cuando un tipo se identifica tanto con su personaje, como mínimo es raro. Yo creo que la gran virtud de Being Elmo radica en contar las cosas como un triunfo, como es el caso de su hija, cuando es evidente que hay un problema latente. De cualquier manera, sigo pensando que es la gran historia americana "sigue tu sueño, que lo conseguirás".
    Y me he reído con la apreciación "Pero hablando de trabajo"). Saludos,

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  7. Os paso un link donde podeis ver fotos de detrás de la cámara del auténtico Frankenstein (Boris Karloff)

    http://www.malgusto.com/cine-television-famosos/frankenstein-1931-detras-de-la-camara/#more-56001

    Distrutar

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  8. Soy el amigo anónimo. Adoro al Herzog cineasta documentalista,el herzog ficción hace 20 años que no me interesa,y creo que a él tampoco le interesa ya la ficción,la hace por dinero. Me encanta la épica desaforada de sus documentales, más reposada en la serie del corredor dla muerte.
    Un saludo

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