25 mayo, 2012

Hulk, Smash y a la calle


Disculpas por anticipado. Han pasado tantas cosas en este último mes (desde el último post serio) que asusta un poco no saber por donde empezar a escribir. 

He vivido como Los Vengadores defendían mi planeta a porrazo limpio en una película de aventuras a la antigua usanza. He vivido como los universos paralelos se defendían de Robert Jones en Fringe (¿por qué sigue la serie? Con lo bien que termina la temporada. Una serie redonda). He disfrutado como un enano con Juego de Tronos, que sabía que me iba a gustar pero que me daba muuucha pereza empezar (hasta que mi hermana me dijo por teléfono que la serie era muy fuerte y tenía escenas lésbicas: en diez minutos estaba dándole al Play). Sigo en la búsqueda de Cómo conocí a vuestra madre, las peripecias en The Office (la serie, porque en la vida real me he quedado sin oficina, pero eso es otra historia. Cuando uno se cae, se levanta con más fuerza. Lo aprendí del cine. Y además, que diablos, necesitaba un descanso mental con carácter urgente).

Pero el gran descubrimiento ha sido Smash.

Smash es una serie musical, producida por Spielberg y con música de Shaiman. Y aunque parezca raro, realmente el gran Steven llevaba años detrás de hacer esta serie con una idea primigenia buenísima: toda la temporada los personajes preparan un musical, se van presentando las canciones y si tiene éxito, el musical se estrena en Broadway, pero de verdad, no en la serie. Lo único que le faltaba a esta idea era una persona con talento que la sacara hacía adelante. Y apareció Theresa Rebeck en forma de escritora y productora (que por cierto,  no continuará en la segunda temporada, ya confirmada).

En esta primera temporada todo se basa en montar un musical sobre Marilyn Monroe. Y lo vivimos desde los actores que se presentan al casting, los bailarines, el compositor, la letrista, la productora, el director... vamos, toda una serie de personajes creativos que realmente están muy trabajados. Incluso tenemos al malo, malísimo, que es un imbécil terrible y que sufres cada vez que lo ves.

Me gustaría decir que es una obra maestra, pero tiene algunos defectillos que, aunque no borran el impacto y la impresión que me ha causado, me molestan porque eran fácilmente subsanables. Si la serie hubiera seguido la tónica de los primeros tres o cuatro episodios, con todo el montaje, con todos los problemas que conlleva montar el musical, hubiera sido perfecto. Pero los guionistas ( o las necesidades de la cadena) decidieron coger algunos caminos más rutinarios y meter a los personajes en demasiados problemas personales, demasiado típicos y muy cercanos al culebrón (con anillo de pedida que se pierde en la cama de otra incluido).

La mejor baza que han jugado es una espléndida realización (el mejor capítulo, a mi gusto, está dirigido por la protegida de Spielberg, Mimi Leder -aquella que hizo las primeras películas de DreamWorks: The Peacemaker y Deep Impact) y unas canciones de infarto, cortesía de Marc Shaiman, que ya me sorprendió gratamente en el mundo del musical con Hairspray y Catch me If you can (y con larga carrera como compositor de cine a sus espaldas).

Y Katharine Mcphee, que es la señorita de la derecha en la foto, es uno de esos descubrimientos que cambian la vida de uno. En fin, que si tuviera un blog sobre señoritas, estaría encabezado por ella.

Y la recuperación de Angelica Huston. Y ese director con un toque claramente Simon Cowell... una maravilla.

Espero que la segunda temporada no desvirtúe la serie, porque estos quince primeros episodios son para enmarcarlos en BluRay y ponerlos en cualquier videoteca que se precie. Y mientras escribo esto, sigo escuchando la música de la serie y me corroe toda la curiosidad del mundo: ¿Spielberg llevará el musical de Marilyn al escenario neoyorquino? Tiempo al tiempo.

PD: Alcatraz no renueva. Smash, Fringe, The Office y Cómo conocí a vuestra madre, sí. Y ahora tengo un vacío nuevo: es el primer año que sigo todas las series al mismo tiempo que se estrenan en los Estates. Y ahora no tengo nada que ver, salvo mil películas que me he perdido por estar enganchado a este nuevo arte televisivo... y la segunda temporada de Juego de Tronos, que seguro que salen cabezas pinchadas en estacas y sobre todo, muchas tetas.

20 mayo, 2012

¡He vuelto! Fresco como un príncipe

Ya. Es muy triste volver al blog y prácticamente no escribir nada. En cualquier caso, se vuelve a activar y esta semana tengo que contar algo sobre la tristeza que me invade cuando todas las series de televisión que me gustan terminan su temporada. Pero este vídeo me ha hecho disfrutar como un enano. Humor y nostalgia a partes iguales. No se lo pierdan: