31 octubre, 2012

The Cabin in the Woods, Looper y Lucasfilms

Una preciosidad de cartel
Hemos amanecido con la noticia de que Disney ha comprado el Imperio Galáctico por más de 3.000 millones de dólares. Incalculable en pesetas. La noticia es una bomba friki que se expande a velocidad de vértigo. Posibles historias, posibles directores y posibles músicos pueblan mi cabeza desde primera hora. Pero Disney lo tiene claro: la saga continúa con un primer estreno programado en 2015.

Lucas se embolsa un buen dinero para su papada y es muy, muy probable que cualquier cosa que hagan, supere con creces el trabajo de Lucas para el Episodio I y el Episodio II. Ya es hora de buscar nuevos horizontes galácticos y dejar a los Skywalker en paz.

En otro orden de cosas, ayer, con la ayuda del viento y de la tormenta, me metí de lleno en The Cabin in the Woods, una película de terror producida por Whedon que no se ha estrenado a este lado del Atlántico y que en breve dará su salto directo a DVD (si no lo ha hecho ya). Lamento esta patética política de distribución que anima a la piratería y al saqueo.

The Cabin NO es una película grandiosa pero es muy, muy original. Junta todos los tópicos y no da miedo en absoluto, pero engancha. Y engancha muy bien. La trama está lejos de ser la que parece: unos jóvenes que se reúnen en una cabaña para ser mutilados poco a poco. Aquí hay mucho más, pero hasta aquí puedo leer.

Hay unas cuantas sorpresas, giros y tres pies al gato. Y sabiendo todo eso, aún sorprende, sobre todo por la aparición de esa gran actriz de la que no puedo hablar. Y lo aviso desde ya para los amantes de Halloween: ni da miedo ni es buenísima. Pero hay que verla. Y si te guste el cine de terror, podrás identificar muchos, muchos elementos.

En el caso de Looper, es más o menos lo que esperaba tras su magnífica acogida en Estados Unidos: una película fantástica a la que le falta muy poquito para ser una obra maestra del género. Creo que está lastrada por un pequeño problema de ritmo en el último tercio. Pero tiene los ingredientes para salir del cine dando saltos de alegría por devolvernos la ilusión en un género tan complejo como la ciencia-ficción de viajes temporales.

Los Looper son asesinos a sueldo. La única diferencia es que matan a personas del futuro. La mafia, dentro de unos años, no podrá deshacerse de los cuerpos, por lo que mandan sus víctimas al pasado y el Looper solo tiene que esperar en un momento y sitio concreto para disparar. Todo normal hasta que un Looper se da cuenta de que tiene que disparar sobre si mismo: la persona que le aparece delante es él con 30 años más.

Gordon Levitt vale la película. Su encarnación de un Bruce Willis joven es brillante: gestos, miradas y modulación de voz. Y la trama encaja perfectamente, aunque el espectador está obligado a pensar, a situar los tiempos, a diseccionar la película... ¿Hace cuánto tiempo que no hacíamos eso? Y no quiero nombrar a Emily Blunt, que siempre es... ufff.

Y si me permiten un final feliz (europeo, no chino): la última temporada de Fringe es revolucionaria, magnífica, acompasada (que no se qué significa con respecto a la imagen pero queda muy bien). Unos pocos capítulos más con este tono y se convertirá de lleno en mi serie favorita. Se dice pronto.

23 octubre, 2012

En el Festival de Gante

James Newton Howard firmando. Fotografía Julio Rodríguez- http://julio-rodriguez.blogspot.com.es
El pasado fin de semana estuve en el Festival de Cine de Gante. Dentro de ese festival, hay unos premios de música de cine y un concierto. Y este año, reunía a dos de los nombres que, para mí, son claves en la historia del cine: el gran James Newton Howard y el inconmensurable Pino Donaggio.

El primero iba a dar un concierto con piezas de El sexto sentido, Atlantis, El bosque, Señales, El planeta del Tesoro, King-Kong, El caballero oscuro y un largo etcétera. Al segundo, le daban un premio por su carrera y se tocó una pequeña (pero deliciosa) suite de su trabajo con Brian dePalma (Carrie, Vestida para matar y Doble Cuerpo) y se presentó su trabajo para la banda sonora de Passion (que se estrena en pocas semanas).

A esto le sumamos que se celebraba en una ciudad de ensueño y que me iba a encontrar con varios amigos que he conocido a lo largo de los festivales de música de cine y, voilá: el plan perfecto para un fin de semana.

Dentro de lo que es el análisis del concierto, la orquesta de Bruselas estuvo fantástica, tuvimos la suerte de ver a Howard dirigiendo Grand Canyon y además, después asistimos a un cóctel que nos permitió analizar la jugada con calma. Y entre las sorpresas, en medio de la gala le dieron el premio "Compositor del Año" a Alberto Iglesias, que estaba en la sala y lo recogió bajo varios "bravos" españoles.

Y ese es todo el análisis. Ahora vamos a frikear:

James Newton Howard tiene fama de esquivo y seco. De hecho, en su aparición en los making de las películas da un poco de miedo. Creíamos que iba a ser uno de esos compositores que ya sabemos de antemano que va a ser inaccesible. 

Pero no fue así. Newton Howard se paseaba por el hall del hotel (que fue nuestra base desde el principio) con un paraguas en forma de bastón y se paraba a hablar con cualquier persona que se le acercara. Firmó infinitos discos y se sacó fotos con todos nosotros (y yo tengo una preciosa con él). Es un compositor elegante en sus formas y preocupado por firmar con el color adecuado cada carátula (si el fondo es negro, coge un rotulador dorado). Este detalle puede parecer nimio, pero si conoces a fondo a los aficionados a las bandas sonoras... pues es un detallazo. Conozco a algún fanático que ha comprado un CD nuevo porque el propio compositor ha puesto una firma que destrozaba la carátula.

Pino Donaggio es italiano. Abierto, sonriente e incluso (esto lo he visto yo con mis propios ojos y a escasos 30 centímetros del compositor) es capaz de cantar a dúo alguna de sus clásicas canciones de los 60 con un seguidor con nombre y apellido. Y aunque lo vi bastante mayor, estuvo siempre elegante y sonriente. Y huele a perfume caro.

La noche que le dieron el premio, yo estaba en primera fila mostrando mi entusiasmo y no paró de mirarme y sonreír hasta el punto de que hizo un pequeño amago de tirarme el ramo de flores que le entregaron. Y yo estaba orgulloso de que finalmente le dieran un buen premio porque este tipo ha puesto música a gran parte de mi vida.

La primera vez que vi a Donaggio fue el día antes del concierto, volviendo de una rueda de prensa. Me levante, me acerqué a él y me atendió con mucha amabilidad. Le hablé de lo que suponía esa música para mi y creo que le gustó lo que oyó, aunque yo estaba bastante nervioso como para analizar fríamente la jugada, pero el gran Julio Rodriguez estaba ahí para hacer varias fotos del encuentro que guardaré como oro en paño.

En Bélgica me he cruzado con muchas tiendas de chocolate, con las mejores tiendas de cómics que uno se pueda imaginar, con muñecos de Tintín por todas partes e incluso, nos hemos cruzado con Luis del Olmo, pero jamás pensé que podría sacarme una foto y hablar un ratico con dos compositores que, de verdad, forman parte de lo que soy. 

Y eso es todo... bueno... no he dicho que la mujer de Newton Howard es muy hermosa y que en Gante visité un museo de torturas que estaba dentro de un castillo medieval. Pero creo que eso ya es demasiado friki...

17 octubre, 2012

La tienda de los horrores


Hay películas que cuesta ver editadas. Y La Tienda de los Horrores es una de ellas. Hace años, antes de Internet y el VHS, me conocía la historia del cine más por lo que leía que por lo que veía. Y esperaba como agua de mayo que emitieran algunas películas en televisión (porque en aquella época, el prime time era para el cine clásico). Y así me pasé años y años esperando que emitieran El crepúsculo de los dioses, que para mí, era una leyenda.

Hoy, con Internet y el negocio que hay montado, es difícil no tener la oportunidad de ver la película que deseas, aunque todavía se me ocurren algunas que necesitan una buena edición, como El fantasma del paraíso, que se puede localizar con subtítulos en francés y sin extras.

La tienda de los horrores siempre me ha fascinado. No sólo es la aparición de Alan Menken y Howard Ashman en escena, sino que la propia realización de la película es toda una historia.

Dirigida por Frank Oz (Miss Peggy en Los Teleñecos), la película sigue a pies juntillas el musical que llevaron al Off Broadway los señores Ashman y Menken. A su vez, el musical está basado en una película espantosamente mala de Roger Corman (y lo digo con conocimiento de causa: adoro muchas películas de Corman, pero esta es pura basura). Eso sí, adoro el mensaje final de la película: no demos de comer a las plantas.

Y es que el musical, que es tan negro que asusta, termina con la muerte de los dos protagonistas principales y la planta conquista el mundo. Pero eso, desafortunadamente, sólo se pudo ver en los preestrenos de la película, que fueron tan desastrosos que los productores se vieron obligados a cambiarlo y dejar vivos a los personajes principales y matar a Audrey II (mi planta favorita). En realidad, un cambio de tono que le pega muy poco a la película.

Pero ahora, en glorioso BluRay y tras localizar las imágenes desaparecidas (que tenían una versión cutre en blanco y negro en Youtube) en esplendoroso color y magnífica calidad, se ha estrenado en Alta Definición la película tal y como fue concebida, con un magnífico número musical final y un precioso reprise de la canción de Audrey.

El menú del DVD te deja escoger entre final feliz y final triste, y mientras yo disfruto con la planta sobre la Estatua de la Libertad, dejo que mis hijos vean la versión feliz. Eso sí, en las dos versiones, el dentista sigue dando pánico.

Con dos documentales y algunos extras divertidos, La Tienda de los Horrores es una compra obligada.

PD: La muerte del compositor Antonio Areta nos deja sin un tipo al que nadie conoce, aunque todos hemos cantado "Saaaaancho, Quijote.... Quijoteeeeee, Sancho", o aquella de "Vamos a la cama que hay que descansar..." o para los más nostálgicos, la melodía cinéfila por excelencia: "Moooooovierecord, purupurupururpurú"

PD2: El blog está parado pero no muerto. Sigo actualizando como puedo. De hecho, creo que el lunes voy a tener muchas cosas que contar...