
Sweeney Todd es complicado se mire por donde se mire. Hacer de barbero asesino es un auténtico reto actoral y musical al que pocas personas se pueden someter y salir airosos. El papel de ella, directamente es imposible.
Hay un momento, justo antes del final de la obra en la que mueren varios personajes, en el que el espectador no puede más con la tensión acumulada. Todos los muertos comienzan a cantar el número de despedida, en el que los dos personajes protagonistas hacen mutis. A mi gusto, es uno de los números más impresionantes que he presenciado en un escenario. Ni lámparas cayendo ni muertos en una piscina...
Este número, en el que vemos que la sangre ha brotado de forma generosa, se repite uno de los temas musicales que cada cierto tiempo nos recuerda que estamos asistiendo a un cuento, a una leyenda. Ella es Angela Lansbury, actriz a la que le tenía cierta manía hasta que oí este Sweeney Todd y alguna actuación suelta vía Internet (atención al speech antes de cantar: "Seguro que se están preguntando, ¿qué hace Jessica Fletcher en un sitio como este?").
Si cuento todo esto es porque hace tiempo que quería oír la nueva versión de Broadway (bueno, ya tiene algo más de un año). Broadway nos tiene acostumbrados al verdadero profesional, al actor que canta y baila como nadie... pero con Sweeney Todd, esta vez han ido más lejos. El disco, que me llegó a finales de la semana pasada (no pude contarlo en ese momento porque estaba muy liado con el post de Tetas y Culos), viene con una información que me ha dejado perplejo. Leo que los de la orquesta son los mismos actores. Quiero decir, cuando no cantan, tocan un instrumento sobre el escenario. No hay más músicos que ellos. Los actores son la orquesta. Por ejemplo, la hija de Sweeney Todd es la flautista, Sweeney Todd es el pianista... todo, arreglado para que suene de forma espectacular. Hay números en los que cantan y tocan al mismo tiempo... Evidentemente, cada día es más difícil actuar en Broadway...
Para muestra, este super macro botón:
PD: Cuenta la leyenda que Alan Menken y Howard Ashman se empeñaron en que Angela Lansbury cantara la melodía de La Bella y la Bestia (que al fin y al cabo, es la canción principal). Los ejecutivos de Disney no veían muy claro que uno de los personajes secundarios (una tetera) fuera el que cantara esta canción, y además, no era ni de lejos el personaje secundario importante. Para eso, ya estaban Lumiere y Ding-Dong. Ni siquiera la actriz lo veía muy claro. Hay que tener en cuenta que estas decisiones se toman mucho antes de empezar a dibujar. Pero el empeñó del compositor fue tal, que Angela Lansbury fue al estudio y grabó la canción de corrido, en una sola toma, sin ensayos... para que Menken y Ashman se la pudieran enseñar, a modo de maqueta, a los ejecutivos. El éxito de la grabación hizo que la actriz no volviera a grabarla. Es la que oímos en la peli. Y además, la canta muy, muy bien en directo: aquí.
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