Estoy como un niño, no dejo de pensar en el estreno de Sweeney Todd, mi musical favorito en el cine de la mano de Tim Burton... ups...
El caso es que por esos mundos salvajes de la red, me he encontrado la banda sonora. No puedo parar de escucharla. La primera audición para descubrir, con tristeza, las canciones que han sido eliminadas en su traslado cinematográfico. La segunda para descubrir las nuevas orquestaciones y nuevos apuntes musicales. Las demás escuchas, para disfrutar como un enano.
El caso es que por esos mundos salvajes de la red, me he encontrado la banda sonora. No puedo parar de escucharla. La primera audición para descubrir, con tristeza, las canciones que han sido eliminadas en su traslado cinematográfico. La segunda para descubrir las nuevas orquestaciones y nuevos apuntes musicales. Las demás escuchas, para disfrutar como un enano.
Siempre lo digo, Sweeney Todd es difícil. La primera vez que escuché la obra no me dijo demasiado, pero Stephen Sondheim trabaja a tantos niveles que entra dentro de tu cabeza como una navaja de afeitar (eso, eso). La segunda vez me pareció bastante más interesante, la tercera... la cuarta... una puñetera obra maestra.
Uno de las cambios más significativos de la película es la eliminación de La Balada de Sweeney Todd, la canción que da unidad a la obra y que los personajes van cantando constantemente. Pero claro, es una canción que en el primer minuto del musical te desvela prácticamente toda la historia: en el teatro prima saber "cómo" llega a esa situación narrada y en el cine, como casi siempre, prima el misterio de saber "qué va a pasar". Es una pena su eliminación pero, en este caso, comprensible.
La melodía de esa magnífica balada, sin embargo, resuena en los títulos de crédito que, como siempre con Burton, son fantásticos. La orquestación es muy potente y ya se dan datos importantes: silla de peluquero, sangre, empanadas y Londres. Vale la pena verlos (de forma legal, los ha puesto la misma productora en la red):
También me he encontrado con que el compositor Stephen Sondheim no ha vendido los derechos para la peli, sino que está involucrado de lleno, ofreciendo incluso entrevistas promocionales. Me gusta oírle hablar, me gusta su música y me parece delicioso que el genio musical del sg. XX siga activo. Ver esta entrevista es, para mi, algo parecido a ver a Dios hablar.
Uno de las cambios más significativos de la película es la eliminación de La Balada de Sweeney Todd, la canción que da unidad a la obra y que los personajes van cantando constantemente. Pero claro, es una canción que en el primer minuto del musical te desvela prácticamente toda la historia: en el teatro prima saber "cómo" llega a esa situación narrada y en el cine, como casi siempre, prima el misterio de saber "qué va a pasar". Es una pena su eliminación pero, en este caso, comprensible.
La melodía de esa magnífica balada, sin embargo, resuena en los títulos de crédito que, como siempre con Burton, son fantásticos. La orquestación es muy potente y ya se dan datos importantes: silla de peluquero, sangre, empanadas y Londres. Vale la pena verlos (de forma legal, los ha puesto la misma productora en la red):
También me he encontrado con que el compositor Stephen Sondheim no ha vendido los derechos para la peli, sino que está involucrado de lleno, ofreciendo incluso entrevistas promocionales. Me gusta oírle hablar, me gusta su música y me parece delicioso que el genio musical del sg. XX siga activo. Ver esta entrevista es, para mi, algo parecido a ver a Dios hablar.