28 enero, 2010

Los bastardos sin gloria de Tarantino

Hay películas que, desde el principio, asumo que son buenas y no las veo en el cine. Las de Tarantino, las de Woody Allen, e incluso algunos blockbuster, son de visión obligatoria en versión original. En realidad, siempre debería ser obligatorio, pero definitivamente hay películas que no se pueden ver de otra manera.

Y con la paciencia de un santo, he esperado... esperado... esperado... (como los refugiados en Casablanca). Y ayer, en mi paseo habitual por las secciones de DVD de un gran centro comercial, que no nombraré para no dar publicidad, pero que tiene un corte muy inglés, me encontré con la edición de Inglorious Basterds (sin, con la E final), de Tarantino. Y lo que es mejor, también la encontré en Blu-Ray casi al mismo precio. Como la promoción de rebajas es 35% si te compras tres pelis, busque otras dos (en este caso, Pulgarcito, la producción del 58 de George Pal, con Peter Sellers; y Distrito 9, en versión "un montón de extras").

Y por la noche, bien concentrado, puse el Blu-Ray en genuina versión original. Y descubrí lo que ya sabía de antemano: que digan lo que digan, la película de Tarantino muestra lo mejor del cine actual y es una ASOMBROSA y DESLUMBRANTE OBRA MAESTRA DEL CINE.

No hay calificativos para puro arte cinematográfico. Los mil imitadores del estilo de Tarantino, los modernos (los que hicieron Crank, por ejemplo), los que creen que tienen algo que aportar rompiendo las normas... siguen estando a años luz de un tipo que maneja el tiempo cinematográfico como un auténtico Dios. Porque es fácil hablar de la magnífica planificación del director, pero es que además, tiene el valor de mantener los planos hasta que, gente como yo, se derrite en el sofá, saboreando cada secuencia como el culmen de la cinematografía.

Tarantino despierta odios y muchos cinéfilos no lo soportan. Yo soy del bando contrario. Para mí, todo, absolutamente todo lo que ha hecho, es magnífico. Y esta película, concretamente, una de sus obras maestras.

La labor coral de todos los actores no tiene calificativos y la primera secuencia (una larga conversación en una granja francesa) es, por derecho propio, de lo mejor que ha escrito su autor. Y otra vez, mantener en una película de alto presupuesto, con decenas de actores, con un marketing brutal... mantener a dos actores hablando durante más de 10 minutos, en un casi plano-contraplano, y que el espectador vaya encogiéndose cada vez más con las barbaridades que se cuentan y lo espeluznante de la situación es, directamente, maestría en estado puro.

Es, sin duda, la mejor película del año pasado y entra en la lista que publiqué hace unos días.

Yo, que siempre repito una frase de Spielberg de hace unos años en la que decía "Hoy por hoy, el mejor director de cine que hay es Scorsese", la hago mía (y de mi amigo José Antonio, con el que estuve hablando del episodio de Tarantino de Grindhouse) y digo: "Hoy por hoy, nadie tiene la capacidad de escribir y dirigir como Tarantino".

PD: En un mundo justo, esta es la película que debería hacerse con todos los premios. En los Oscars, además del obligado al mejor actor secundario a Christoph Waltz por su personaje de Landa (sencillamente, es un personaje demasiado bien escrito y demasiado bien representado para pasarlo por alto), tendría que ir a premios por película, guión, foto, montaje, actriz secundaria (Melanie Laurent), y por supuesto, a director.

... pero eso sería en un mundo justo.

21 enero, 2010

Un breve pensamiento arácnido

Soy fanático de Spiderman desde hace más de 30 años (joer, que mal suena). Cuando Sam Raimi cogió el proyecto, di botes de alegría. Cuando hizo la segunda, me quedé absolutamente entusiasmado con tremenda obra. Y cuando hizo la tercera, que a mi sí me gusta, noté cierto cansancio con la saga.

Después de ver Drag me to hell, es evidente que Raimi tiene que volver a lo que sabe hacer y olvidarse de mi superhéroe favorito. Pero tengo sentimientos encontrados porque no volveremos a ver un nuevo Spidey de la mano de Raimi...

La nueva saga de Spiderman (un Ultimate) volverá al Hombre Araña de instituto, más miedoso, más juvenil, más radical... En principio, me parece genial... pero, ¿no es demasiado pronto para jorobarnos la vida a los amantes del cómic? ¿de verdad quieren poner al tiparraco de Crepúsculo? ¿Estamos locos?

Tengo una idea fantástica y espero que alguien conectado con Hollywood lea esto: tengo el actor ideal para una película de Peter Parker... el Parker perfecto... joven, inmaduro, serio, pero sobre todo, un actor brillante. Por una vez, háganme caso: Michael Cera.

19 enero, 2010

Consejos mundanos para ser un buen director de cine

Sam Raimi con corbata


¡Pero no son consejos míos!

Todo el mundo me recuerda que trabajé en el cine en el pasado (y yo, como es lo más fácil de vender, es lo que pongo en mis datos personales en el blog), pero lo más cercano que he estado de dirigir en serio fueron los tres años siguientes a mi periplo madrileño, ya de vuelta en Las Palmas.

No paré de hacer anuncios de televisión. Y eran malos, malísimos. Todos. Y puestos a hacer memoria, sólo recuerdo grabar uno con actores, el resto se hizo con modelos buenorras que miraban a cámara con una sonrisa imperfecta (no pagábamos mucho) y, sobre todo, panorámicas y fachadas de tiendas infectas.
Eso sí, son los tres años que más me he reído en mi vida.

Por tanto, los consejos son de otras personas. Ya lo conté en este blog, pero me impresionó mucho cuando Juan Mariné, desayunando en Filmoteca, me dio una clave fundamental (más en ese momento en el que yo estaba completamente inmerso en el mundo de la teoría del cine, que esencialmente, no sirve para nada): en el cine, los actores y las actrices tienen que salir guapos.

Y no es una tontería. Aunque nos han vendido muchas veces lo del Neorrealismo y la Nouvelle Vague, la realidad del cine se basa en que, aún recién levantados de la cama, aún sin maquillaje, aún despeinados... siempre salen guapos. Y yo, tanto pensar en la profundidad de campo, en travelling circulares y en grúas imposibles, de repente, me di cuenta de la importancia del actor, que está ahí para algo más que hacer un personaje de forma competente.

Hace tres o cuatro post, conté el consejo que le dio John Ford a un joven Spielberg: "La línea del horizonte arriba o debajo del encuadre, nunca en medio". Y digo yo, que en vez de tener cinco años de teoría cinematográfica en la Facultad, alguien podría habernos contado cosas así.

Ser director de cine no es fácil, sobre todo, por un detalle en el que coinciden todos: tienes que mantener el estatus de director en el rodaje. Y tampoco es una tontería: un director de cine, con suerte, hace una película cada tres o cuatro años (con mucha, mucha suerte), pero en el rodaje se codea con un director de fotografía que, fácilmente, hace tres o cuatro películas al año, unos actores que han participado en mil películas más que él... y sin embargo, debe aparentar seguridad y dotes de mando.

En el libro de Coppola, su mujer Eleanor cuenta una conversación entre Francis y su hija Sofía cuando ella estaba preparando su primera película, Las vírgenes suicidas: "Sitúate siempre al lado del cámara cuando esté rodando, el equipo tiene que verte, tiene que saber que estás ahí, dirigiendo".

Y está el vestuario. Cada director dirige como puede, pero es importante marcar el aspecto. Y esto, que sí es una tontería, también es una realidad. Los directores jóvenes se ponen el pelo como Tim Burton (una especie de cascada imposible). Otros se preocupan por parecer bohemios con gafas redonditas y...

En realidad, el que mejor comenta esto es William Shatner en su libro sobre Star Trek (que sigo pensando que es uno de los mejores libros que he leído jamás sobre los problemas de producción a la hora de poner en marcha una película) cuando se enteró de que su compañero durante décadas, Leonard "Spock" Nimoy, no sólo iba a actuar sino que también iba a dirigir la tercera película de la saga:

"También debería añadir que mis temores respecto al ascenso de Leonard resultaron ser totalmente infundados, y al finalizar el primer día de rodaje ya casi habían desaparecido. Para mi sorpresa, Leonard no se convirtió en un imbécil. No se dejó una perilla de repente, ni coleta ni llevaba boina. No fumaba cigarritos verdes mientras pontificaba los escritos de André Bazin. No me llamaba "cariño" ni "nene". En lugar de eso, durante todo el caos y la locura que se desata en cualquier plató de cine, él siguió siendo... Leonard".

El párrafo es una maravilla y describe perfectamente al tipo de ejemplar al que tiene que enfrentarse diariamente los actores.

En eso de los consejos, me quedo con el que le dio Steven Spielberg a su protegido, Frank Darabont (director de Cadena Perpetua o La Milla Verde) cuando se enfrentó a su primera película:

"Un día antes del rodaje, me fui a ver a Steven y le pedí consejo. Me dio el mejor que se puede dar en una situación así: 'ponte zapatillas cómodas. Vas a estar mucho tiempo de pie. Y cuando te puedas permitir el lujo de estar sentado, no lo dudes, siéntate'. Y me fui a una tienda y me compré unas zapatillas muy caras. Aún hoy día, cada vez que empiezo un rodaje, me compró un buen par de zapatillas. Fue el mejor consejo que se puede dar".

Hitchcock y Sam Raimi lo tienen claro: en sus rodajes van de chaqueta y corbata. El primero, por respeto al trabajo; y el segundo "porque Hitchcock lo hacía". De todos los libros que tengo del mago del suspense, algunos profusamente ilustrados (como dicen los vendedores de enciclopedias), sólo he conseguido identificar una foto en la que se le ve en mangas de camisa: un día de rodaje en pleno desierto para la segunda versión de El hombre que sabía demasiado. Y ya me imagino los calores.

Por último, otro consejo de Francis Coppola a Sofía: "El actor tiene que enseñar las manos. Un encuadre en el que no se vean sus manos y te has perdido el 30% de su actuación".

Esos son los consejos. Después, amigo director, puedes hacer todo el arte que quieras, pero no te olvides: los actores deben salir guapos, con las manos en el encuadre, la línea del horizonte arriba o abajo y tú, aún con traje y corbata, llévate unas buenas zapatillas. No seas snob y sobre todo, ponte al lado del cámara cuando esté rodando. Y aunque no la tengas: aparenta seguridad.

Breves en un blog olvidado

No. No voy a hablar de los Globos de Oro, que como toda la prensa se encarga de decirnos durante años "son la antesala de los Oscars". De hecho, tampoco voy a hablar sobre Avatar, de la que ya he dicho todo lo que tenía que decir. Lo que realmente me preocupa son los pelos de James Cameron. El director de cine, conocido mundialmente por su perilla y su pelo corto, se presentó de esta guisa a los Golden Globe.

Uno, que no es estilista por mucho que la gente se empeñe en decir lo contrario (más que nada por la elegancia de mi vestuario habitual), se queda sorprendido de ese estilo María Magdalena que lleva Cameron. Y no le da vergüenza. Sólo por eso, por esa seguridad personal que destila aunque lleve esa peluca mal encarada, yo ya le daba un premio al mejor director (que como todos sabemos, deben vestir raro y ser algo estrafalarios, amén de oler a cultura y falta de desodorante).

Y si por estos dos párrafos que has leído, amigo mío, ya te has dado cuenta de que no tengo nada que decir, entonces es que has descubierto el truco. He abierto este post sin tener claro que escribir, aunque me rondan muchas ideas por la cabeza.

La semana pasada, a nivel personal, no ha existido. Ha existido un señor que saltaba de ordenador en ordenador, de la oficina a casa y de casa a la oficina, pero creo que no era yo. Y cuando acepté un tercer trabajo, en ningún momento pensé en el tiempo que se me iba y sí en el cheque de final de mes. Errores que se cometen por vivir una vida más saneada económicamente.

Películas, pues pocas. En sala de cine, cero desde Avatar. El problema reside en una compra que hice en MediaMarkt hace un par de semanas: Alfred Hitchcock Presenta. Siempre tuve ganas de tener esta colección (demasiados episodios para bajar por la red y además, ahora empiezo a necesitar todo con diferentes audios, por necesidades familiares). Y era cara. Carísima. Un robo. Cada temporada más de 30 euros... pero ese día, supongo que por ser época de rebajas o porque a ese precio no la compraba ni Dios, me encontré dos temporadas de la serie juntas (¡un total de 78 episodios!) a 14 euros.

Y no pude negar la realidad de ser comprador compulsivo de productos rebajados.

Y después de trabajar, a las tantas de la madrugada, veo dos o tres episodios, según el sueño. Y aunque en estas cosas uno suele ser nostálgico (que es la principal enfermedad del cinéfilo), la realidad es que la serie es francamente buena. El listón es muy alto. Tan alto que, cuando un episodio cumple sin más, te decepciona. Los guiones se sitúan en uno o dos decorados y la trama se resuelve con pocos actores (pero que actores: Vera Miles, Joseph Cotten, John Williams (claro que con ese nombre sólo se puede ser un genio). E independientemente de que uno recuerda los episodios básicos: el tipo que parece muerto pero no lo está, el tipo que construye una bodega en el sótano y mata a su esposa, la tipa que mata a su marido con una pata de cordero..., la serie tiene episodios que no había visto en mi vida y que son excelentes.

Por no hablar de los que dirige Hitchcock en persona. Un director de cine con tanto talento y tantos medios a su disposición y que, cuando le apetece, se mete con un pequeño equipo a rodar un teatrillo con decorados de cartón piedra. No solo le puso muchísimo valor, sino que además, el talento sobrepasa la pantalla.

Y un día de estos, en cuento termine el libro de Eleanor Coppola, contaré algo sobre él. Es una maravilla como esta mujer, un genio en potencia y miembro del equipo de Dementia 13, habla sin tapujos sobre la esclavitud que significa vivir a la sombra de su genial marido. Ella, que es diseñadora, pintora y realizadora de uno de los documentales más impactantes de la historia (el Heart of Darkness que, aunque ahora acompaña al DVD de Apocalipsis Now, tiene entidad e historia propia), cuenta a modo de diario personal su lucha constante entre ser la anfitriona perfecta, un ama de casa unificadora, una madre que intenta ser perfecta y por supuesto, dar rienda suelta a su creatividad.

Y es una magnífica escritora. Igual narra con detalle una fiesta en Hollywood, con quien habló y quienes eran simpáticos, como de repente, cuenta lo que está cocinando en ese momento. Y sorprende más la sinceridad, lo raro que se sintió, por ejemplo, cuando estrenaron su documental en cine y paseó por la alfombra roja como protagonista del evento, "porque normalmente, acompaño a Francis y cuando le detienen para hacer una entrevista, me alejo y me sitúo en la posición de acompañante, en una esquinita".

Todo esto lo cuenta desde la absoluta devoción por su marido, al que ella, antes que nadie, considera un genio del cine (aunque no de las finanzas. Sus problemas económicos siempre están latentes. El desastre de Corazonada y el sistema de estudios que intentó implantar hicieron públicas y notorias las deudas de los Coppola. Es uno de los puntos fuertes del libro y hace mucha ilusión cuando, por ejemplo, ven los datos de la asombrosa recaudación del primer fin de semana de Drácula y lloran porque saben que pueden quitarse parte de la deuda de encima).

En el capítulo de bandas sonoras, ¿qué quieren que les diga? Todo lo que oigo me aburre soberanamente. No estoy para nada de acuerdo con la falta de melodías actual. Este año, en EE.UU., salvo Giacchino y Horner (sí, sí, cuando todos son ciegos, el tuerto es el rey) no hay nada que me llame la atención. Ni siquiera Marvin Hamlisch con The Informant ni Randy Newman con Tiara y el sapo (¡¡Quieren traer de vuelta a Alan Menken, por favor!!).

Randy Newman ha sido el compositor de Pixar durante muchos años. Con la entrada de Pixar en Disney y acaparando el poder, parece que Newman, que no me gusta nada, va a ser el encargado de los nuevos Disney. Mal rollo.

PD: ¿Y el Mac? El Mac bien, gracias. Parecía que con mi trabajo y con mi familia, tenía una vida plena. Y nunca me di cuenta de que una vida plena de verdad implica un Mac. Dicen que, como las relaciones homosexuales o el golf, cuando pruebas un Mac no lo puedes dejar... la realidad es que con hombres no me apetece acostarme, sobre todo por los pelos, y el golf siempre me ha parecido un poco coñazo... pero el Mac, queridos, ha entrado por si solo en la cuenta familiar: tengo dos hijos, un enano de jardín, una mujer fantástica y un Mac.


Aunque para ser sinceros, el enano de jardín es feo, feo, feo. Y ya sabemos que los españoles no ponemos esas cosas, pero mi mujer es de fuera y no concibe un jardín sin enano. Yo lo tengo claro, si por mi fuera, pondría un Mazinger Z o un Chanquete barrigudo...

12 enero, 2010

Making of de la copia pirata de AVATAR

Mi amigo Jose Toledo (que no tiene nada que ver con la presentadora de televisión, que es muchísimo más guapa) me ha enviado por email este interesantísimo documental de dos minutos sobre la realización de la copia screener de Avatar.

No sólo me he reído como un pardillo sino que las declaraciones no tienen desperdicio. Y tal como es Cameron, seguro que le ha hecho mucha gracia. O no.

PD: Como bien apunta Jose, el momento memorable es cuando el tipo que va a grabar la película en el cine con un móvil dice: "Trabajamos en el guión desde hace quince años pero la tecnología no existía, tampoco existía Avatar". Y lo curioso es que, como parodia de los vergonzosos Making of que se hacen hoy día, no tiene desperdicio.


09 enero, 2010

Ni yo mismo me lo creo: José Mota

Jamás pensé que hablaría en este blog de uno de los componentes de Cruz y Raya, básicamente porque no me gustan nada. Pero nada, nada. Y no sólo eso, hace diez minutos que me he enterado de que se han separado y tienen vidas distanciadas. Vale.

...pero es que Vía Menéame, he visto un sketch que ha hecho para un programa de fin de año en Televisión Española y, con todos mis respetos, me quito el sombrero. Tres minutos que rozan la genialidad.

Me quedo con la duda de saber quién habrá escrito esto...


08 enero, 2010

4 días para cerrar páginas de descarga

Sólo quiero decir un par de cosas a la noticia que ha salido hoy en primera plana de todos los periódicos digitales:

No sólo es lamentable el plano que vimos hace pocos días, en los que Zapatero, mirando fijamente a una cámara de televisión, dijo que no se iban a cerrar páginas de descarga; no sólo es lamentable que los que van a ganar dinero a raudales no son los artistas, sino entes anormales como la SGAE (que despide personal al mismo tiempo que compra palacios en Madrid); no sólo es lamentable que un señor-españolito-medio tenga un problema y tenga que esperar tropecientos años para ir a juicio mientras esta historia la resuelven en sólo 4 días.

Lo verdaderamente lamentable es que tanto perseguir las descargas, se han olvidado de plantear alternativas válidas: sitios de descarga a precios razonables (no, no vale cobrar como si uno se comprara el DVD físicamente). Se han olvidado de solucionar el problema pero no de castigarlo.

Espero que haya una revolución en Internet, espero que todos nos pongamos de acuerdo, que en Facebook se hagan grupos numerosos. Pero lo que más espero es mirar un día a los ojos de Zapatero para decirle lo mucho que me ha defraudado.

Y por supuesto, la regulación de mercado de la que hablaba ayer, mejor olvidarla. El pack de Cuentos Asombrosos, en pocos días, volverá a estar a 35 euros.

PD: Creo en la Teoría del Caos en Internet: la vida, amigos míos, se abre camino y si no podemos descargar películas en servidores españoles, terminaremos descargándolas de servidores en Hawai. Sólo para joder.

07 enero, 2010

Converso, converso (el post más bonito del mundo)

No. No es una foto del monitor, es una imagen del ordenador completo. Mi MAC de 27 pulgadas, sin cables, enorme, precioso...

Y después de estar un día entero dándole vueltas a todo el sistema, poniendo todos los programas necesarios para desempeñar ciertos trabajos y trasteando como un campeón, he decidido que no quiero volver a tocar un PC en mi vida. Converso absoluto, como el ex-fumador que no permite que nadie fume a 100 metros.

Y es que las cosas funcionan bien, bien, bien dentro de un MAC.

PD: En otro orden de cosas, ligeramente diferente a poner los dientes largos a todo el mundo, es algo que tenía que pasar antes o después: el mercado regula la piratería. Y es que, amigos míos, ¿quién quiere descargar la primera temporada completa de Cuentos Asombrosos cuando la puedes comprar por 9 euros? Ni González Sinde ni peras al olmo, un buen precio y se agota.

Conversación con el vendedor de DVD en MediaMarkt:

- ¿Y este precio?
- Lo cambiamos hace poquito.
- Me lo llevo.
- Pues cógelo rápido porque quedan dos. Tenemos la serie desde principios de año a 35 euros y nada. La pusimos a 9 euros y se los han llevado todos.

Mi opinión personal es: ¡leñe! Ahora hagan lo mismo con Dexter, Cómo conocí a vuestra madre, Galáctica... y un largo etcétera. No se trata de tirar los precios sino de adecuarse a los nuevos tiempos. Y que nadie lo dude: una temporada de una serie de televisión a 30 euros es, lo mires por donde lo mires, un robo.

PD2: ¿Pero han visto la foto del MAC con calma? Jijiji...uyuyuy... creo que le voy a comprar un anillo de pedida y una cajita de bombones. ¡Guapetona!

05 enero, 2010

Los idiotas y el Gran Houdini contra los idiotas

El señor que está al lado es el Gran Houdini, el famoso mago de principios de siglo del que se ha hecho una película recientemente (no muy buena).

Pero ha caído en mis manos un magnífico documental del Canal Historia sobre él. Y como el Titanic antes de que fuera encontrado (porque amigos más jóvenes, muchos crecimos cuando el barco no había sido localizado y era una leyenda que, simplemente, se la había comido el mar), siempre me ha fascinado este tipo.

Pero la diferencia de mi criterio sobre Houdini entre ayer y hoy es abismal. Ayer era una figura que me encantaba, hoy lo adoro.

La magnífica excusa del documental es la subasta en Las Vegas de gran parte de sus trucos, sus esposas, llaves, ganzúas... y es que, aunque no vale la pena desarrollar mucho el tema porque hay mil blogs que hablan sobre Houdini, lo cierto es que sus trucos tienen poco de truco. Que sí, que abría las cosas con ganzúas escondidas y cosas así, pero cuando lo hacía dentro de un gran bote de leche lleno de agua, realmente estaba tres minutos bajo el agua tratando de abrir las esposas (que las traía el público. Él tenía que buscar la ganzúa apropiada y abrir dentro del agua).

Y en contra de la leyenda, murió de un ataque de apendicitis por un puñetazo mal dado en su barriga (él se dejaba golpear en la barriga porque estaba muy preparado fisicamente, pero un estudiante muy fuerte le dio el golpe antes de contraer los músculos, sin que él estuviera preparado. Entre nosotros: un cabroncete).

Pero, de verdad, no quería contar nada de esto. Lo que realmente quería contar es que era íntimo amigo de Sir Arthur Conan Doyle (porque Houdini, al contrario que el aspecto que desprenden sus fotos, era muy educado y según las personas que le conocieron, un auténtico caballero). Pero esa amistad tuvo sus momentos más aciagos cuando el escritor se declaró fan de las espiritistas y medium y Houdini se dedicó a perseguirlos.

Y esta es la razón por la que adoro a Houdini: cuando se iba de gira, mandaba un detective para averiguar quienes eran los espiritistas más famosos de la ciudad a la que se dirigía, les mandaba invitaciones para su show y el tercer acto del espectáculo de Houdini (tras un primero de magia convencional y otro de escapismo) se centraba en ridiculizar a sus espectadores medium y contar todos los trucos que utilizaban.

En muchas ocasiones, Harry Houdini se acercaba a una sesión de espiritismo y averiguaba con un rápido vistazo, donde estaba el truco. En todos esos años de búsqueda, nunca encontró un espiritista de fiar.

A mi me gusta todo el rollo de los espiritistas. Y creo que puede ser un buen espectáculo. Pero en ese momento, tras la Primera Guerra Mundial, era una forma de estafar a miles de familias que estaban rotas por jóvenes pérdidas y existía la necesidad de seguir en contacto con los muertos.

Houdini, además de mago, era un héroe.

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Cambio radical de tema: En la lista de Bandas Sonoras me ha llegado uno de esos emails que me ponen de muy mala leche. Un email sobre idiotas. En este caso, leo (el mensaje fue enviado por Conrado Xalabarder):

Los Premios de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música a la mejor Banda Sonora del año son:

B.S.O. LOS ABRAZOS ROTOS - ALBERTO IGLESIAS
B.S.O. CELDA 211 - ROQUE BAÑOS
B.S.O. LA CONJURA DE EL ESCORIAL - AINHOA ARTETA


No quiero decir mucho más. Pero quiero dejar claro que adoro a Ainhoa Arteta, pero de ahí a que sea compositora de La Conjura del Escorial hay un gran trecho. Los que asistimos a Úbeda conocemos a Alejandro Vivas, un tremendo compositor con un potencial extraordinario y que ha hecho una pequeña obra de arte con esta película.

Es normal oír a un ciudadano normal hablar sobre Titanic de Celine Dion o la maravillosa música de Elton John para El Rey León (sí las canciones, no el score), pero que sea la Academia de la Música la que haga este despropósito...

Incomprensible. Eh... espera, que alguien me aclara algo sobre esta Academia: está presidida por Teddy Bautista y su vicepresidente es Luis Cobos. Ahora lo tengo claro...