29 septiembre, 2008

CINESA 0 - PIRATERIA 1

Esta foto chapucera que tengo al lado es el resultado de acercarme al cine a ver Tropic Thunder.

Ya me he acostumbrado a ir al cine sin ver la cartelera ya que cerca de casa tengo un multicine más que decente (antiguas salas Warner) en donde hay tropecientas salas con tropecientos mil horarios.

El resto de los cines de la ciudad (menos otros Cinesa que tampoco proyectan la película de marras) son bastante arcaicos. Mal sonido, deficiente proyección, butacas incómodas... La única alternativa son las salas Cinesa o irme a un pueblo a 30 ó 40 kilómetros en donde hay unos Yelmo magníficos (pero si ya me cuesta encontrar tiempo para ir al cine, no puedo ni pensar en coger un coche e irme a la quinta puñeta para ver una película).

Total, que debe haber mal rollo entre la distribuidora y la sala y no tenemos copia de Tropic Thunder. Y uno podría pensar que la copia no ha llegado o se ha quedado en aduanas, por eso, he llamado por teléfono al cine para saber si el viernes que viene la estrenan de forma tardía y una señora un poco rara me ha dado el puñetazo final: "no la vamos a poner". He querido indagar más, pero la tipa me dijo que no sabía más, simplemente "no vamos a poner la película por problemas con la distribuidora".

Y se acabó. Por supuesto, para ver la película en una sala más pequeña que el salón de mi casa, con problemas de proyección o mal sonido, prefiero verla "a lo screener" (que dirían los de Que vida más triste).

¿Luchar contra la piratería? Atontaos, totorotas y zoquetes. Pongo el emule para descargar Tropic Thunder ahora mismo. En realidad, si la quiero ver antes de que salga en DVD no tengo otra alternativa...

P.D.:¿Soy el único que se da cuenta de que para luchar contra la piratería tienen que editar DVD con magníficos extras y estrenar en cines con un mínimo de calidad, que por lo menos supere a los equipos audiovisuales caseros? ¿Puedo repetir que los de CINESA son unos atontaos? Y los de la distribuidora también.

27 septiembre, 2008

Tocarse la nariz

A veces, alguien me pregunta algo y aún sabiendo la respuesta, me quedo pensativo, me toco la nariz, como acariciándola, y contesto enérgicamente. Son pequeñas fórmulas que te hacen parecer pensativo, dubitativo... Las personas que dudan es que tienen diferentes soluciones, sólo hay que pensar en la mejor.

Y esto, amigos, lo aprendí de Paul Newman.

PD: Hace dos o tres años, fui a Madrid para asistir a la lectura de una tesis de un amiguete de la Facultad de Ciencias de la Información. La tesis era sobre Robert Rossen y, por supuesto, se habló largo y tendido de El Buscavidas. La última semana de agosto de este año, este amigo se vino a Canarias a pasar una semana. Sabíamos que Paul Newman estaba muy mal y se trajo en la maleta El Buscavidas, "por si teníamos que verla". Hoy a veo (y me la bebo) a tu salud, Paul...

Y por supuesto, omito en este post lo grande que eras y lo bien que escogías las películas. Un don que muy pocos tienen.

26 septiembre, 2008

Dopándome: Toro Salvaje

Como con las grandes cosas que uno tiene en la vida, cuando se ama demasiado algo, se tienen que aceptar tiempos de crisis (y ahora hablo más de las emociones que de la económica). Mi primera crisis seria con el cine ocurrió al cabo de un par de años de estar estudiando en Madrid. Por la mañana trabajaba en la Filmo, por la tarde iba a la Facultad y por la noche al cine. Me saturé y dejé de ir a las salas.

Esa crisis se me pasó con El silencio de los corderos. Alguien insistió en que teníamos que verla, casi recién estrenada y mucho antes de que se hiciera tan popular. Salí de la sala emocionado por las actuaciones, por la música de Shore, por el guión... Hoy día El silencio de los corderos me parece que es una película que está muy, muy bien, pero siento algo más que un cariño especial por ella. Me devolvió la frescura y las ganas de seguir viendo cine.

He vivido esta crisis cuatro o cinco veces en mi vida. Y con todos los problemas que tengo estos días de inestabilidad laboral, de comienzo de colegios, de pensar más en cómo cambiar de hipoteca que en cosas realmente interesantes, no sé muy bien si lo que tengo es el típico pensamiento de "gran parte de tu vida te la estás pasando sentado viendo películas" o "un mal rollo generalizado que poco tiene que ver con el cine".

Total, que antes de que pierda la ilusión, he decidido coger el toro por los cuernos y he inaugurado mi pequeño ciclo de cine con películas que adoro pero que, por algún motivo, hace muchos años que no veo. No me voy a dejar ver cosas como Casablanca, Vértigo, Tiburón, El crepúsculo de los dioses... porque me las sé de memoria y no quiero verlas en plan "qué buena es esta película" sino en plan "oh, Dios, no recordaba que fuera tan buena".

Para eso, en vez de pasarme un rato buscando pelis en las estanterías, he hecho un pequeño acto, de esos con boli y papel en la mano, y me he puesto a apuntar películas que sé que en algún momento de mi vida he pensado que eran las mejores de la historia del cine. Y ayer, a las 24.00 h., con lluvia y tormenta espectacular en la calle, me puse a ver la magnífica edición en DVD de Toro Salvaje.

Película que sólo había visto una vez y de la que en su momento, salí entusiasmado del cine. Poco hay que decir sobre ella: es una obra maestra absoluta. Robert de Niro hace el papel de su vida y, sinceramente, creo que es la mejor actuación que he visto de toda la historia del cine. No por todo el tema de ganar peso, sino simplemente, él es Jake LaMotta.

Joe Pesci, la música de Caballería Rusticana, Cathy Moriarty, el gran Nicholas Colasanto (el viejo camarero de Cheers, absolutamente sonado, que murió al terminar la segunda o tercera temporada). Y sobre todo, el amigo Scorsese, que más que un director de cine es un genio en potencia.

A mí, de Scorsese me gusta todo lo que hace. Repito, todo lo que hace. Es un genio sin paliativos. Desde sus obras menores, como After Hours y Al límite, hasta sus obras maestras, como Uno de los Nuestros, Taxi Driver o Casino.

Hace unos años, a Spielberg le hicieron una entrevista en la cual, el director hablaba de cine y, un poco sin venir a cuento, soltó: "Hoy por hoy, sólo veo un director que realmente me atraiga y que considero un fuera de serie. Ese director es Martin Scorsese".

Y el gran Martin, que ha sustituido a un Robert de Niro de vuelta de todo por Leonardo DiCaprio (parece que sólo él y yo nos damos cuenta del talento de este chaval), sigue haciendo películas que están a años luz de lo que hace el resto de directores de cine.

Martin Scorsese hace cine. Nos pueden gustar más o menos sus películas, pero no hace montañas rusas, ni videoclips, ni series de televisión, ni anuncios... cuando Martin hace cine, hace CINE (así, con mayúsculas).

Y por cierto, Toro Salvaje me ha devuelto cierta estabilidad. Sólo tengo ganas de que sea de noche, los niños estén agotados, mi mujer jugando a ese juego absurdo de encontrar cosas en el ordenador y yo, me pueda poner con la siguiente peli. Ese tiempo me pertenece a mi. Por cierto, la siguiente peli es...

PD: Ayer tuve una conversación absurda que no puedo dejar de transcribir. Por teléfono, en horas de oficina, hablé con el gran Javier por temas de trabajo. Para los que sean amigos personales, bastará con decir que es uno de los gemelos. Su conversación puede tener un fondo surrealista que, a veces, es francamente divertido. La conversación, resumida, fue más o menos así:

Javier: ¿Cómo estás?
Sergio: Más o menos. Jodido porque no sé cómo vamos a salir de esta. La crisis...
Javier: ¿Sí? A mi me preocupa más el tema ese de la máquina de partículas, la de los 27 kilómetros...
Sergio: ¿Eh?
Javier: Dicen que puede crear un agujero negro y entonces... Y además, ayer ví un artículo que hablaba de cómo la capa profunda de los polos se está derritiendo y están saliendo grandes burbujas de metano que van a multiplicar el calentamiento global.
Lo que yo creo es que voy a coger a mi mujer y a mi hijo y voy a darme una vuelta al mundo porque esto se termina.

Viéndolo así, de repente, me importó una mierda la crisis económica.
Javier, que ahora firma en sus emails con la frase de Groucho "Yo tengo principios y si no te gustan, los puedo cambiar": eres grande.

23 septiembre, 2008

No me evoca nada y la música de The Goonies para Elphaba

Sólo dos cosas, ya que no deseo interrumpir mis nervios y mi histeria por la crisis que afrontamos en mi oficina... los señores de Evoca (y lo pongo sin link) han decidido que, para seguir utilizando toda la música que había subido a mi blog (esas piezas musicales que pongo cuando algo me entusiasma), debo pagar. O sea, para que se oiga la música que he puesto en diferentes post, ahora debo abonar una cantidad. A mi parecer, esto es un atraco a mano armada (por barato que sea) o un chantaje... el caso es que los post musicales dejan de tener música... Si tengo tiempo, iré cambiando las piezas, poco a poco, a este nuevo servidor.

Hoy me he puesto a buscar alternativas y he encontrado una. Espero que sea gratis para siempre y no me vengan dentro de un par de años con "ahora paga o te borramos todo". Y he decidido inaugurar esta historia con una pequeña suite de siete minutos de la magnífica banda sonora de Dave Grusin para Los Goonies. En realidad, es un pequeño homenaje al gran post de Elphaba, que entre otras cosas, me ha recordado porqué me gusta el cine.

Por cierto, Dave Grusin es un genio. Pregunten por el en Youtube...


16 septiembre, 2008

Goodbye, América y los documentales de cine

Como todos sabemos, estoy enfermo: no sólo me gusta el cine sino que los únicos libros que leo son libros de cine, la música que escucho es música de cine y el blog que intento actualizar va de lo mismo (aunque a veces incorporo el mundo del musical, que adoro gracias... al cine).

El colmo de la enfermedad es que las películas que más me gustan son las que van sobre cine (metacine, que dicen los teóricos): desde Cuando llega la noche, Fedora, El crepúsculo de los dioses, Cautivos del mal, Dulce Libertad, State and Main... hasta películas que tocan el tema de refilón, como L.A Confidential, Eva al desnudo, El viaje a ninguna parte y un largo etcétera.

Y como no, desde hace años estoy en la continua búsqueda de buenos documentales de cine (no hablo de formato, sino SOBRE cine). Un buen documental de cine es una rareza, sobre todo porque ahora ocultan publicidad de películas y las babosidades esas de "siempre quise trabajar con este director".

Pero hay otros que son verdaderas joyas. Y en la actualidad, muchos de ellos se pueden encontrar en ediciones especiales de películas, como puede ser el caso del magnífico documental de Kubrick con material rodado por su hija Vivian en el set de El resplandor (y que se incluye en la edición actual del DVD) o Imperio de los sueños en la edición especial de la saga galáctica.

El mundo del DVD también nos ha acercado documentales como The Kid stays in the picture, que nos introduce en la personalidad de Robert (Bob) Evans, actor y productor de The Cotton Club y mil éxitos más, en donde podemos alucinar con una persona que puede ser acojonantemente egocéntrica y mafiosa y, al mismo tiempo... tener una sensibilidad extraordinaria. O Dentro de garganta profunda, sobre el rodaje del más famoso y polémico porno de todos los tiempos. Y el clásico El Celuloide Oculto, sobre las sugerentes pero ocultas temáticas gays durante el periodo del Código Hays o Frenzy, la película perdida de Alfred Hitchcock, con imágenes grabadas por el maestro del suspense de una película que nunca se hizo (y que no había aparecido hasta ahora porque el material se denominada Frenzy, igual que su película de los 70).

En fin, que documentales de cine hay muchísimos (y ahora espero vuestras recomendaciones).

El caso es que ayer vi Goodbye América, que está producido por Elías Querejeta y es español de pura cepa, pero parece un documental americano que nos acerca a los últimos días de Al Lewis, actor conocido por ser el abuelo vampiro de la serie de televisión The Munsters.

Este documental toca el cine de refilón (ufff... ¿en serio era así Gary Cooper?) ya que, fundamentalmente, Lewis fue un destacado activista político (curioso,¿no?), pero siempre me he preguntado como debe ser la vida actual de una estrella de televisión de los 50, cómo es su casa, si han superado el olvido del público, si viven del pasado, si viven con lujos o en casas pequeñitas... En realidad, tonterías que me gustaría saber.

Goodbye, América es una rareza digna de ser vista. Yo lo he encontrado por los mundos pecaminosos de los piratas, igual que muchos documentales producidos por Canal+ y que están francamente bien. Lo triste es que sobre Lewis se sabe poco. Muchos dicen que murió con 95 años, pero la leyenda cuenta que se puso más de 20 años encima para conseguir el papel en la serie y que apenas era un poco más mayor que Yvonne de Carlo. A mí me resulta raro creer que la persona que sale en el documental hablando con tanta lucidez tenga 92 años, como él dice... y si realmente no tiene esa edad, la mitad de las historias que cuenta, como las de la II guerra mundial, por edad, también deben ser mentira.

De cualquier manera, vean el avance y decidan si activan sus mulas o no:


14 septiembre, 2008

La noche Ben-Hur

El pasado jueves por la noche. Ya me he hecho mi paseo por los blogs, los niños duermen y llega la hora en la que, como cada día, veo la película de rigor. Aproximadamente las 24:00 h. Teniendo en cuenta que me despierto sobre las siete de la mañana, según el tamaño de la película, estoy más cansado o menos cansado al día siguiente. Pero es la única forma posible de ver cine, quitarle horas al sueño.

Pero hay veces que las películas te llaman y cuando el pasado jueves, a eso de las 12,30 de la noche, Ben-Hur me pegó un toque, no me lo podía ni creer. Casi cuatro horas de película. Eso sí, la disfruté como cuando era un enano.

Ben-Hur tiene la extraña cualidad de ser una de esas superproducciones que se hacían antes, más grandes que la vida misma, pero al contrario que las otras, se diferencia porque es extremadamente buena. En realidad, yo no recordaba que tuviera la calidad que tiene porque en televisión siempre han emitido los 65 mm. de la peli bastante mal (y un full-screen de Ben-Hur corta más de la mitad de la pantalla). El magnífico DVD que se vende en la actualidad corrige ese error y nos ofrece extras en 4 magníficos discos.

La película se vende como un espectáculo íntimo y es cierto que los personajes tienen una fuerza acojonante. Wyler dirige como Dios y su gran punto a favor es que parece que dura menos de dos horas. La secuencia de Heston metiéndose en la cueva de los leprosos es puro cine y los diálogos, que aunque los firme otro, pertenecen al gran Gore Vidal, no tienen desperdicio (Mesala contándole a Juda: "Es una ciudad preciosa. Ahora ya no existe, la hemos reducido a cenizas").

No me extiendo sobre la película porque todos la conocemos bien. Pero me ha llamado la atención una cosa: en los extras todo el mundo habla de la famosa (y realmente impactante) carrera de cuádrigas. Yo reconozco que hay planos que todavía no comprendo cómo se han rodado y su montaje es de escuela de cine. George Lucas, que basó su carrera de vainas del Episodio I en Ben-Hur, copió el estilo pero no el talento...

...pero un disco de esta magnífica edición contiene la película de Ramón Novarro de 1.926 y, amigos míos, es una tentación demasiado grande. Así que el viernes por la noche vi la versión antigua y... la carrera de cuádrigas es igualita. Quiero decir, los maestros del decorado y del montaje modernizaron y adaptaron la película del 26... una época esplendorosa en donde el cine tenía una agilidad y un montaje muy adelantado a la mayoría de las imágenes que vemos hoy en día. Desafortunadamente, la llegada del sonido en el 28 obligó a la cámara a estancarse... pero la carrera de cuádrigas del 26 es absolutamente espectacular, tanto como la de la película de Wyler. Y su gran idea de las estatuas colosales como eje de la pista, que tantos ríos de tinta ha hecho correr, ya estaban en la versión de Novarro.

Los extras de la versión antigua no tienen desperdicio. En la famosa secuencia de la batalla naval, por error se incendió realmente el barco en donde estaban todos los extras. Y, antiguamente, las cosas se rodaban en serio, nada de tanques de agua, sino en el puro océano. Total, que todos los extras tuvieron que saltar del barco en llamas y muchos de ellos, como era normal en la época, no sabían nadar y murieron. Eso sí, la secuencia quedó en la película.

Y los accidentes que ocurrieron en la carrera de cuádrigas del 26 son reales. Directamente se pegaban unos golpes acojonantes que, por supuesto, quedaron en la película final. Incluso en uno de esos planos, de fondo, se puede apreciar a un ayudante de dirección echándose las manos a la cabeza e intentando parar los siguientes carros para que no choquen contra un tipo que se ha pegado la de Dios.

En fin, para los que han visto Ben-Hur a ratos en la tele, en Semana Santa y esas cosas... no desperdicien la oportunidad de echarle un vistazo en serio. No es solamente el gran espectáculo que venden, con sus famosos once Oscars, es una película magnífica que tenemos y debemos recuperar como una de las cumbres del cine. Y por supuesto, está a años luz de otras películas recientes con once Oscars. No diré nombres, ustedes saben cuales son...

PD: La banda sonora de Miklos Rozsa es de diez sobre diez. El tema de amor es... ¿lo oímos? Son solo dos minutitos. Venga va.


11 septiembre, 2008

La foto de Lennon y Chapman

Acabo de ver Chapter 27 (El asesinato de John Lennon) que, con todos mis respetos a su equipo técnico y al esfuerzo del actor Jared Leto, es mala de cojones.

Pero como con todas estas cosas, al final uno acaba interesándose por la verdadera historia de la muerte de John Lennon y llevo un buen rato en Google dándole vueltas al infame 8 de diciembre de 1.980. Y hay un par de detalles que me tienen, directamente, anonadado:
Chapman estuvo durante todo un día esperando en el magnífico edificio Dakota en Nueva York, que es donde vivía Lennon ( y donde se rodó La semilla del diablo, dirigida por Polanski, cuya mujer fue asesinada por la cuadrilla de Manson y con su sangre, los asesinos escribieron letras de canciones de Los Beatles en las paredes. Menudo círculo negro).

Tras esperar un montón de horas y hablar con toda la gente que se encontraba allí reunida, finalmente aparece John Lennon que, amablemente, se acerca a Chapman y le firma su último L.P. (esta firma incluye la fecha). Lo primero que me sorprende y asusta al mismo tiempo es que esta firma se produce a la luz del día, cuando todavía hay periodistas alrededor. Gracias a este detalle, podemos ver la impactante foto de este post: Lennon firmándole el disco a Chapman cinco horas antes de morir.

Como todas las personas que están esperando a Lennon consiguen lo que buscan, cuando el cantante desaparece, todos se dan por satisfechos y se largan. Menos Chapman, que espera cinco horas más. Cuando vuelve a aparecer Lennon, le larga seis disparos por la espalda, cuatro que impactan sobre el cantante y uno de ellos, directamente en la aorta.

Mientras la policía llega y se suceden los lógicos acontecimientos tras una tragedia así, Chapman se sienta a esperar su detención mientras lee El guardián del centeno, su novela de cabecera y con la que se siente totalmente identificado. De hecho, la novela tiene 26 capítulos y él pretende ser el número 27. De ahí el título original de la película que, repito, es mala, mala.

Cuando la policía llega al hotel donde se estaba quedando Chapman, se encuentran con sus papeles, fotos, documentos... todo lo que tiene el asesino, puesto como si estuviera en un museo: las cartas ordenadas y a la vista, las fotos puestas para que se vean desde la entrada... en fin, que por muy pirado que estuviera, el asesinato no tiene nada de impulsivo. Chapman estaba preparado para entrar por la puerta negra en la Historia, con mayúsculas.

PD: La última foto es de Chapman en diciembre de 2.003.

10 septiembre, 2008

Alta tensión

No sé quien, pero hace bastante tiempo alguien me habló francamente bien de Alta Tensión. Es francesa y de terror.Y es la que ha hecho que su director, Alexandre Aja, se marche a Estados Unidos a rodar sin parar peliculas de terror como Las Colinas tienen ojos y Mirrors.

La película es bastante tramposa y si nos ponemos demasiado escrupulosos, bastante típica, pero cumple con su premisa principal: en su visionado se pasa verdadero terror. Y mucha, mucha tensión. En dos palabras: una familia que vive en el campo recibe la visita de su hija universitaria y una amiga. En plena noche, un tiparraco asesino se mete en la casa y empieza a matar a todo el mundo, pero no sabe que hay una invitada. El juego consiste en que ella, que ve como van matando a todos, va escondiéndose del tipo para que no sepa, en ningún momento, que hay una persona más a la que matar.

Y los nervios del espectador se ponen a flor de piel. Eso sí, es muy tramposa por un par de cosas que no puedo contar, pero que están directamente relacionadas con el punto de vista del personaje que cuenta la película. Eso no quita que los amantes del cine de terror se la pierdan. Vale la pena.

El trailer es este...



...pero lo que es realmente espectacular es la avanzadilla de su nueva película Mirrors, que no sé si será tan mala como Las colinas tienen ojos (versión remake) pero debo reconocer que la premisa es estupenda:


07 septiembre, 2008

La crisis y el cáliz de Airbag

...pero la crisis por un sitio y el cáliz por el otro, juntitos en el post pero separados en el tiempo.

Crisis, crisis, crisis. No paro de oír esta palabra en todas partes. Yo, como prácticamente todo el mundo, no he querido hablar de crisis hasta que no me ha tocado directamente con su varita mágica. Y ha sido esta semana.

El viernes pasado celebramos (?) en mi empresa que despedían a una persona. Trajimos sándwiches, Coca-Colas y esas cosas que se traen en las asépticas fiestas de oficina. En plena despedida, también aparecieron los jefes por ahí y, casi como una disculpa, nos contaron que en este momento no podían permitirse algunos sueldos y que la crisis estaba afectando a todo el mundo.

Desde hace unos días veo como todo a mí alrededor se desmorona. Mis amigos caen como fichas de dominó al mismo tiempo que veo empresas cercanas cerrar sus puertas. En la última semana he recibido tres llamadas que me piden trabajo para un amigo de un amigo. Y nosotros, que vivimos de la publicidad, vemos como las empresas, a la hora de reducir presupuestos, comienzan por reducir su inversión publicitaria.

Sigo. Mi jefe siguió hablando y hablando sobre lo malo que era Zapatero y sobre la posibilidad de que volviéramos a la peseta (?) y dejó claros un par de conceptos: aguantaremos hasta Navidad para ver si puede firmar algunos presupuestos anuales y segundo, (con ese talento de decir las cosas en el momento justo teniendo en cuenta que nos despedíamos de una compañera) que el que salga por la puerta no lo va a contratar ni Dios.

Yo empecé a trabajar con 19 o 20 años (creo que en segundo de carrera si no contamos que antes estuve tres meses de animador en un complejo turístico) y nunca me ha faltado trabajo... menos una vez que, entre dos televisiones locales, estuve casi cuatro meses en paro (que lo pasé francamente mal, entre otros síntomas anómalos, me dio por ver la reposición matutina en Tele5 de Vacaciones en el mar). Pero... ¿y si ahora, realmente, encontrar trabajo no es tan fácil?

En cualquier caso, mi sentimiento personal es que estamos en el final de una era. El final de una etapa consumista absolutamente maravillosa (me da igual lo que digan, comprar tonterías para mirarlas en casa me sigue fascinando, desde muñecos hasta DVDs que en muchos casos, ni siquiera he desprecintado). El final de la era en la que mis hijos me piden algo y yo se lo niego porque creo que tienen demasiadas cosas.

O de repente, hoy estoy muy pesimista... así que voy a contar la historia del cáliz...

El decorador de Airbag me pidió todos los elementos físicos para montar una boda. Me explico: un regidor en televisión es un tipo simpático que se pone al lado de la cámara y da entradas y salidas a los presentadores, y hace que el público aplauda los silencios molestos... pero en cine, es el tipo que viste los decorados. Si el decorador, en Malena es un nombre de tango, montaba un apartamento de personaje que es crítico de cine, yo me encargaba de que los libros de las estanterías fueran de cine, que las revistas desperdigadas por la casa fueran de cine, que los ceniceros estuvieran llenos de colillas y que los objetos que pueblan su vida estuvieran relacionados con su personalidad. Reduciendo bastante el concepto, el regidor es el tipo que va de compras al rastro.

Al final de Airbag, se monta una boda al aire libre (no recuerdo muy bien la película porque sólo la he visto una vez y me trae recuerdos amargos. Además, soy incapaz de seguir el hilo de la historia, cada decorado, cada traje, cada persona me recuerda el día que rodamos eso, por que sufría en ese momento y lo que me costó conseguir ese material, incluso si lo que había en el catering valía o no valía la pena comerlo).

Desesperado porque no sabía donde encontrar este tipo de cosas de iglesia y sabiendo que producción no me iba a dejar comprarlas (entre otras cosas, porque era casi al final de rodaje y ya no teníamos dinero), llamé a mi amiga Susana, ayudante de producción de una serie de televisión de Pajares que iba de dos curas y que se llamaba Ay Señor Señor.

Susana me dio los datos de una iglesia y un nombre de contacto. Me presenté a la mañana siguiente y el cura, bastante mayor, me dijo que sí, que tenía esos elementos en un almacén de la iglesia pero que eran muy valiosos. Me los podía prestar durante unos días (ya que él era muy cinéfilo), pero tenía que devolverlos limpios (en serio, me dijo que se los devolviera limpios) y en perfecto estado... pero antes, tendría que dejarle el guión de la película y por supuesto, asegurarle que saldría en los agradecimientos.

Afortunadamente, en aquellos años yo era muy creativo y resoluto, por lo que en mi cabeza pasaron mil datos mientras él hablaba: ¿le traigo el guión de Airbag para que lo lea? Quiero decir: el guión va de unos tipos que celebran una despedida de soltero en un bar de putas y uno pierda la alianza en el culo de una de ellas. Se ponen de coca hasta arriba y tras visitar muchos, muchos burdeles (amigos míos, nunca sean regidores en una película donde hay que dotar de vida muchos burdeles, te pasas el día paseando en moto por Madrid con fustas, antifaces y penes de plástico) y mezclarse con la mafia, finalmente la pareja se casa.

Bueno, pues en vez de esto, le dije al cura que era una comedia romántica en donde dos personas terminaban casándose por la iglesia aunque sus familias estuvieran en contra, una especie de Romeo y Julieta modernizado. Eso sí, tenía mucha prisa y si me prestaba ese material, con la devolución la traería el guión. Y el cura aceptó. Y yo iré al infierno.

El día de rodaje le doy estas cosas al atrezzista, que se encarga de ponerlo en el decorado y advirtiéndole que son de verdad, y me quedo en una esquinita viendo el rodaje. Al grito de acción, Rosa María Sardá tenía que llamar la atención de sus invitados y decir unas palabras. ¿Que hizo? Cogió el micrófono del actor que hacía de cura y comenzó a darle fuertes golpes al cáliz mientras decía: "Por favor, atiendan por favor".

A mí se me cayó el alma a los pies. Y Ulloa dijo las palabras que más he temido en mi vida: "Ha estado bien, pero vamos a repetirla". Yo salté y me acerqué corriendo a la Sardá para decirle que el cáliz no era de juguete, era de verdad, que sabía que tener cosas de verdad en un rodaje es antiproductivo (en las pelis, hasta una mesa debe tener pegados los platos, para que se pueda mover con facilidad y muy rápidamente para cambiar la cámara de sitio. Todo, todo, está pensado para ser productivo) pero que se hiciera cargo. Ella me miró y dijo que no me preocupara.

Acción.

Los golpes más fuertes y el cáliz claramente abollado. Y para colmo: acción, acción, acción...

Terminado el rodaje, meto todo en una bolsa: el platito de la hostia, un cofrecito, y el cáliz (que ya no era reluciente ni nada de nada) en una bolsa y me acerco a la iglesia a devolverlo. Dios ese día me quiere y un joven cura me dice que el sacerdote que me dejó estas cosas no está. Bajamos al almacén y mientras yo colocaba las cosas en su sitio, puse el cáliz con la parte abollada hacía la pared. Gracias a un líquido "limpia metales", volvía a ser reluciente por una cara. Y por supuesto, estaba muy limpio.

El joven cura me preguntó (¿era un complot contra mí?) otra vez sobre la peli y el guión y le dije que se lo había prometido a su jefe (o a su superior, o como quiera que se llame) pero que con las prisas se me había olvidado. De todas maneras, con cara de póker le solté:

-No se preocupe, es una película de Juanma Bajo Ulloa, el director que hizo Alas de Mariposa y La madre muerta, dos magníficas películas.

Salí por esa puerta y nunca más volví.

Muchos meses más tarde fui a ver con mis amigos por primera y última vez la película en su estreno en Canarias. De todas las maldades y torturas crueles que sufrí en ese rodaje, nada, nada, me lo hizo pasar tan mal como ver en pantalla grande como el cáliz se iba abollando mientras Rosa María Sarda intenta poner en marcha una boda. Cada clonk, clonk, clonk hacía que mi corazón se encogiera un poquito más...

...y todavía sueño con el cura comprando la entrada para ver la nueva película de Bajo Ulloa, en donde el chaval que recupera la alianza del culo de una puta, finalmente se casa con el cáliz de su iglesia.

Charles Mason no es nadie

Hoy he visto en Yonkis las imágenes de Charles Manson contestando a la pregunta "¿Quien eres tú?". Por lo visto es una escena muy famosa, pero yo no la conocía. De cualquier manera, acumular libros de cine me permite, además de pasar un plumero de vez en cuando, volver a leer sobre el gran suceso de la crónica negra de Hollywood: la muerte de la actriz Sharon Tate cuando estaba embarazada de Polanski.

No voy a entrar en detalles en esta crónica, porque yo creo que los de mi generación vimos una buena miniserie en televisión sobre Charles Manson. Pero sí me gustaría destacar dos cosas: uno de los mejores libros de cine (formato autobiografía) que se han escrito es el de Roman por Polanski, porque no sólo es un cineasta lúcido (de los que con poner su nombre en una película ya me tiene como espectador) sino porque es un escritor rematadamente bueno. El Hollywood que cuenta Polanski es el desastroso Hollywood de fiestas y drogas que todos nos imaginamos que tiene detrás la más famosa fábrica de sueños. No se corta un pelo al hablar del asesinato y menos, sobre su famoso abuso a una menor de 16 años (que no violación).

Desde la primera página del libro, se hace evidente que Polanski es un vividor (y no en sentido peyorativo): una persona que, como John Huston, tiene tantas cosas que contar como sus personajes.

Y lo segundo, un pequeño comentario sobre las imágenes que contaba antes: es increíble como en sólo 15 segundos, Charles Manson puede dar tanto miedo. No sólo por lo que sabemos que él puso en marcha (ya que él no mató a nadie en aquella casa) sino porque en el fondo, es como el Joker en The Dark Knight: todo le da igual, se mueve sin ningún tipo de ley y orden, sin moral, sin patrón... Y estos, amigos míos, da verdadero terror.

PD: Por cierto, una foto firmada, una carta, algo que haya tocado Manson en la cárcel se vende en Internet a precio de oro. Los humanos estamos locos, aunque eso tiene su gracia. Cuelgo las imágenes pero no las voy a ver de nuevo. Es tarde, tengo que dormir y no quiero tener pesadillas.


02 septiembre, 2008

Las 13 rosas

Quería empezar después del verano con algo más divertido, pero la actualidad se impone. Con bastante retraso, pero coincidiendo con la emocionante decisión del juez Garzón de elaborar un censo con los desaparecidos del franquismo, ayer vi Las 13 rosas.

La película de Martínez-Lázaro, simplemente, está bien. Gana en sus aspectos técnicos, su ambientación, su vestuario, la magnífica banda sonora de Roque Baños, y en actuaciones como la del canario José Manuel Cervino (en sólo tres o cuatro apariciones, básicamente, se come la película). Sin embargo, su guión es a ratos confuso y a ratos, algo simplón... y se equivoca en aspectos que el cine español tiene muy superados, como la elección de los actores. La labor de casting en Las 13 rosas, con todos mis respetos, da verdadera pena (incluso se le ha permitido el acceso al cine con un papelito a Leticia Sabater, este es el mundo en el que vivimos). Algunas actuaciones, como la de Goya Toledo y Pilar López de Ayala, sin embargo, están francamente bien.

Pero hay películas que por algún motivo, no podemos perdernos: por una idea de guión, por un actor en estado de gracia, por una buena banda sonora... y Las 13 rosas, sin dudarlo, vale la pena. Simplemente porque la historia es verídica, porque los personajes existieron, porque la memoria de España es selectiva y porque ahora, el juez Garzón quiere iluminar miles de muertes olvidadas.

Hasta hace pocos años de Las 13 rosas no se tenía ni idea. 13 mujeres, que en realidad son 13 niñas, y que son fusiladas por, en el peor de los casos, tirar panfletillos por la calle, por ser enfermeras en el bando perdedor o por ser la mujer de un conocido músico de izquierdas.

Pero lo más importante es que la película conjuga elementos que son reales: las verdaderas cartas de despedida son las que leen en la peli, las situaciones son las que las supervivientes han contado y, amiguetes míos, porque olvidarlas hace daño a la memoria y me hace daño a mí.

El papel de Pilar López de Ayala, la mayor de las 13 rosas, es maravilloso: profundamente católica y madre de un niño, un error la sitúa en la lista negra. Su carta de despedida (escrita minutos antes de morir fusilada), que la película transcribe íntegramente, me ha hecho saltar las lágrimas en bastantes ocasiones durante el día de hoy:



Y hace dos minutos, he terminado de ver un documental (íntegro en Youtube, aunque en 9 partes) de las auténticas mujeres que vivieron en esos años. Una de las protagonistas de la peli, la que llaman la "peque" y que finalmente no muere, tiene momentos de auténtica emoción. Os paso el enlace del primer trocito de Youtube (después es fácil continuar si tienen interés).

PD: Comenzar después de vacaciones con algo así me rompe un poco los esquemas, pero quiero dejar claro que vivir en un país en el que viven personas como Garzón, me hace depositar esperanzas en el futuro. Estoy contento de saber que esa persona no es ficción, que está ahí y que no deja que las muertes se olviden, diga lo que diga El Mundo.