29 enero, 2009

Lo que los cinéfilos no confiesan...

En los últimos comentarios del post anterior ha surgido un tema interesante que ya desarrollé en su momento. Escribí que, pese a ser cinéfilo, soy un apasionado del cine de Leslie Nielsen (ya saben, me proyectan Agárralo como puedas y no paro de reír). Pero ya que, tanto Elphaba como yo, hemos tirado la primera piedra con Fellini (y ella, además con Kusturica), creo que sería un buen hilo de comentarios si cada uno confesara "lo que jamás dirían en una conversación entre cinéfilos". Quiero decir, pecados capitales.

Yo, aunque lo he intentado con todo mi corazón, no logro comprender Todos los hombres del presidente. No es que me aburra, es que no la comprendo. A los cinco minutos de empezar la peli empiezan a decir nombres y nombres y nombres... y soy incapaz, absolutamente incapaz de seguir la trama. Cada vez que alguien habla de lo magnífica que es, pienso que seguramente me gustaría si la comprendiera.

Y el pecado que nadie me perdonará es... haber ido tres veces (no una ni dos, TRES) a ver El Gatopardo de Visconti en pantalla grande. Bueno, pues las tres veces me he dormido. Lo curioso es que estoy convencido de que cuando la vea entera, me va a encantar. Pero debe tener un mensaje subliminal o algo que hace que en media horita esté babeando sobre la butaca.

Y eso que me trago cada cosa... No viene a cuento, pero acabo de terminar El Cid de Anthony Mann (producciones Bronston al poder) y no comprendo como algunos piensan que la película es un clásico. No he visto nada peor filmado y con peor guión en mi vida. Hay una pelea de espadas que, de verdad, da mucha risa; los planos generales de batallas parecen una cabalgata (o en su defecto, las fiestas de Moros y Cristianos); los decorados se mueven con el viento y Sofía Loren (que no me gusta nada) dice una de las mejores frases que he oído en el cine: entristecida por los acontecimientos, suelta "no lo aguantaré, primero me suicido y después mato a las niñas".

Espero vuestras confesiones...

26 enero, 2009

La fotografía de la película es preciosa... ¡tiene unos paisajes!


La frase del título es conocida por todos. La oímos a menudo cuando se encienden las luces de los cines. Podemos ponerla en primera posición de nuestro ranking particular cuando la peli les ha parecido un soberano aburrimiento.

También hay frases como “la música es preciosa” que se suelen dar cuando un pequeño tema se repite y se repite quedándose en la mente del espectador durante un par de horas.


Estos comentarios me hacen mucha gracia. No los critico porque el cine tiene esa rara cualidad que tienen algunas artes: todo el mundo tiene opinión. Y eso está bien. Muy bien. Porque la realidad es que hay mucha gente que va a un museo y le da pánico reconocer que un cuadro no le gusta. A veces, yo creo que la mayoría de las veces, ni siquiera emite un juicio. Da miedo reconocer que un Picasso no te gusta o que la música de Mozart te parece un coñazo insuperable. Pero el cine, por muchos premios que den a una película o mucha crítica maravillosa, todo el mundo puede opinar lo contrario. Y si te has aburrido, ya puede ser una obra de arte que a ti te parece un coñazo de lujo.

Lo que nunca he oído cuando salgo de un cine es aquello de “que maravillosa Dirección de Producción” o “me encanta el montaje de esta película”. Y ahora que nos vienen todos los premios que nos gustan (léase: Goya y Oscars) es el momento de analizar dos categorías:

Mejor Director de Producción: Esta categoría, que no tiene nada que ver con el productor de la peli (al que le dan el premio cuando sale lo de “mejor película del año”) no tiene parangón. El director de producción es el jefe de coordinación, por decirlo de alguna manera, la persona que está a pie de cañón en el rodaje y está atento a las demandas del director y, por tanto, del rodaje. En España, le damos un Goya.

Ahora, ¿cómo diablos se entera la gente de que ha sido un rodaje muy bien planeado? No se entera. Quiero decir, aunque los resultados en pantalla parezcan una maravilla, el rodaje puede haber sido un auténtico desastre y el Director de Producción, un despropósito. Tengo amigos que me cuentan las barbaridades cometidas en Alatriste y, sin embargo, la directora de producción ganó un premio. Por supuesto, era un rodaje ciertamente complicado. Pero... ¿estamos premiando Directores de Producción o estamos premiando rodajes complicados?

Un misterio.

El montaje es mucho más gratificante. Uno puede saber, con cierta pericia, cuando una peli está bien montada. Ya no sólo es una cuestión de ritmo y, por supuesto, no es una cuestión de número de planos. Hasta la Academia de Hollywood se presta al error cuando, cada dos o tres años, para hablar del montaje en la gala de los Oscars, ponen la secuencia del coche de French Connection. Sí, tiene un montón de planos, pero... ¿no sería delicioso que pusieran un plano secuencia para mostrar que, a veces, el talento está en no contar?

El problema del montador es que nunca se sabe el material que ha dejado en el suelo. De repente, hay planos maravillosos o posibilidades mucho mejores que nunca verán la luz. Eso sí, como el material que ha salido es bueno, consideramos al montador bueno. Hay tantas películas en donde un buen plano largo es interrumpido por un inserto (hoy día, hay un miedo atroz a mantener los planos, lo cual es absurdo. Hay mucho director que debería ver un par de veces películas como Los Puentes de Madison, de Eastwood, que parece que a todo el mundo le gusta y los planos se mantienen quietitos maravillosamente bien).

Los montadores buenos son muy fáciles de identificar: el mismo Spielberg, hace muchos años, reconoció que Tiburón era tanto de él como de Verna Fields (ella le decía al joven director: “Aquí me falta un plano”. Así, Spielberg iba y lo rodaba).

Pero esa no es la cuestión. Un montador bueno puede ser maravilloso con un material extraordinariamente bueno... pero, ¿cuántas películas hemos visto que están francamente bien y el material de partida era muy, muy mediocre? Respuesta: Nunca lo sabremos. A ese montador magistral, además, tampoco le daremos un premio.

PD: Siguiendo con Spielberg: un montaje maravilloso es la despedida de E.T. al final de la película. Cuando la vuelvan a ver, analicen exactamente cuál es el momento en el que empiezan a llorar (y si no es el caso, el momento en el que se les pone un nudo en el estómago). Yo lo adelanto: no es cuando E.T. pone el dedo en la frente de Elliot, ni cuando dice sus palabras... Es cuando el montador inserta el plano de la madre, conmovida por la situación. Justo ahí, empezamos a derramar lágrimas y eso, amigos míos, es arte.

23 enero, 2009

Aparición de un nuevo vídeo de Úbeda (what if?)

Mis visitas veraniegas al Congreso de Música de Cine de Úbeda (ahora Festival) son mi acontecimiento personal del año. Algunos pueden ver en esta cita un encuentro de amantes de la música de cine, o un encuentro con tus compositores favoritos, para charlar, para que te firmen un disco o sacarte una foto con ellos... y otros pueden ver un encuentro de frikis. Lo que es evidente es que, además de hacer buenos amigos, enterarte de las novedades discográficas y conocer Úbeda, las risas están aseguradas.

Gracias a Sergio Hardasmal, me he enterado de la aparición de este vídeo, que fue proyectado en plena gala de los Goldspirit (o de los Jerry Goldsmith, ahora no recuerdo). Allí, prácticamente, no lo pude escuchar por las risas (claro está, son risas si conoces la música que están sustituyendo). Y además, he encontrado una versión de calidad de un vídeo que ya posteé que vale la pena volver a ver.



Y el clásico: "Un ticket para Úbeda" (pero esta vez, con calidad):


21 enero, 2009

¿Tienes alguna pregunta sobre Regreso al Futuro?

Hace un rato, estaba viendo la serie Bones y uno de los personajes episódicos me sonaba muchísimo. Y llegó un primer plano: ¡Dios, es Biff!. El malo de Biff. El contrincante de Michael J. Fox en Regreso al Futuro, el que roba el anuario de deportes en la segunda parte y al que le cae un camión de mierda encima en un par de ocasiones.

Ante este tipo de situaciones, uno termina en Internet buscando cosas sobre Thomas F. Wilson, el actor que dio vida a Biff. Nunca lo había vuelto a ver en el cine... y a veces me pregunto de qué diablos vivirá esta gente.

Pues parece ser que Thomas se gana la vida bastante bien con la tele, eso sí, le preguntan mucho sobre su participación en Regreso al Futuro: sobre cómo es Michael J. Fox, sobre Crispin Glover (tipo super extraño que estaba muy, muy bien como padre de Michael J. Fox en la primera película) e incluso sobre Gary Busey, que también tiene fama de ser muy rarete.

Y Biff, que por lo visto es un gran comediante de Stand-Up Comedy, ha hecho esta divertidísima canción (eso sí, en inglés) para contestar a todas esas preguntas:

20 enero, 2009

Air and simple gifts

Les propongo una cosa. Si no conocen el brillante y esperanzador tema compuesto por John Williams para la película El Patriota, escuchen por lo menos 60 o 70 segundos de esta pieza (que es una auténtica preciosidad):



Aunque parezca extraño, este es el tema que usaba Obama para sus presentaciones. Nada de ritmos apoteósicos ni coros espectaculares. Por lo visto, en este elección, el presidente tiene mucho que ver: siente auténtica devoción por la música de John Williams.

El caso es que el genial compositor recibió hace unas semanas el encargo de componer una pieza breve para la jura del nuevo presidente de Estados Unidos. Y si bien, desde Indiana Jones, Williams no compone nada para el cine, lo cierto es que nunca había estrenado tantas piezas "no cinematográficas" como en estos últimos años. Parece que el sueño de todo compositor de cine, el del salto directo a los auditorios sin pasar por la sala grande, es una realidad.

Y ayer, viendo la tele, me emocioné con esos tres o cuatro minutos de Air and Simple Gifts, la pieza compuesta para la ocasión, en la que parece que en cualquier momento la música va a derivar a El Patriota (aunque no lo hace).

No digo nada del violín de Perlman o del vilonchelo de Yo-Yo Ma. Pero si apunto dos o tres cosas: los de protocolo debían estar bastante intranquilos, pero me encanta que a los pocos segundos de comenzar la pieza, Obama se de la vuelta en su propia silla, forzando la espalda, para poder ver a los músicos en directo.

Y por supuesto, independientemente de la crisis mundial, de que sea el primer presidente negro y de su talante (ese que nos ha hecho confiar a todos en él), está claro que su poder no es ilimitado. Me gustaría pensar que puede arreglar el mundo en cuatro años, pero soy realista.

Pero creo que hablo en nombre de Klaatu, de Elphaba, de Guillel Tolete, de G.K. Dexter, de Inma y Bea y de todos los que escriben por estos lares: nos mola mucho, mucho, mucho, que al Presidente de Estados Unidos le apasione la música de John Williams.

Si la virtud está en los detalles, este comienzo es prometedor.


19 enero, 2009

El final del ranking musical

Como tampoco era un concurso muy serio (hecho que se demuestra con la cantidad de e-mails recibidos fuera de plazo) apunto unas cuantas piezas más. Lo que está claro es que este blog tiene unos lectores de gusto exquisito:

Susana opina sobre Zimmer, al que cree que hemos ignorado vilmente. Tiene razón. Zimmer es el compositor que odio con más bandas sonoras magníficas. Siempre estoy dispuesto a que no me guste y, sin embargo, en ocasiones veo muertos. Pero es cierto que si Zimmer ha hecho alguna banda sonora perfecta nos tenemos que remontar a la época de El rey León o La delgada línea roja. Susana ha escogido esta última. No tiene desperdicio:



Shirat habla de lo magníficos que son cualquiera de los cortes de Psicosis, de Herrmann (al que he puesto en varias ocasiones), pero tambien apunta con la astucia de un felino, la banda sonora de El cielo protector, de Sakamoto (obra maestra entre las obras maestras, y además, en este vídeo, el compositor japonés del pelo plateado nos deleita en directo, con algunos errores de audio, eso sí):



Christian nos recuerda que nos hemos olvidado de El piano de Michael Nyman. Siempre es bueno volver a escuchar lo que muchos consideran su obra maestra (aunque yo me decanto por El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante o Gattaca), la realidad es que esta banda sonora lo catapultó directamente al firmamento (me encanta este vídeo, con las teclas tocando solitas):



Sonia opta por los clásicos del cine con la banda sonora de John Barry para Memorias de África (tengo pendiente un post sobre él, que con su extraña personalidad da para tres o cuatro libros):



Sin embargo, además del tema prinicipal de Memorias de África, en la película hay un pequeño tema de un minuto que siempre me ha cautivado. Nunca comprendí porque duraba tan poco y no se desarrollaba. Es una preciosidad. Se llama Have you got a story for me?:



Beatriz, que es la sobrina que más quiero en el mundo, además de la única, se apunta a La joven de la perla, aunque con el tema principal y no el de Griet. Y también nos dirige a una de las mejores bandas sonoras de la historia del cine. Estoy plenamente de acuerdo con que Matar a un Ruiseñor, de Elmer Bernstein, tiene que estar por aquí. La oígo y se me pone la piel de gallina.

Historieta de introducción:

Cuando Todd Haynes quiso que Elmer Bernstein pusiera la música de esa gran (y olvidada) película que es Far from heaven (la última que compuso el genial compositor antes de morir, y por supuesto, una obra maestra como la copa de un pino), el músico no quería hacerla porque, siendo de la antigua escuela, no aceptaba que el director le hubiera puesto temp-tracks. Ya hablé de esto en el pasado. Para el que le de pereza leer el otro post, basicamente significa que el director, para facilitar el montaje de las imágenes de su película, ha puesto música de otras películas como guía. Así, el compositor recibe esas imágenes con una música (la que más o menos pide el director) que ya tiene la arquitectura y la estructura definida. Es la gran enfermedad de los compositores actuales y un cáncer creativo.

Bernstein se negó hasta que decidió echarle un vistazo a las imágenes. El temp-track era de Matar a un ruiseñor. Haynes, en un acto maestro que demuestra que es tan inteligente como gran director, había conseguido a su compositor ansiado montando la película con la banda sonora favorita del genial músico. Porque Bernstein nunca dijo eso de "quiero todas mis obras como a mis hijos, por igual". No. El caracter cabezón de Bernstein era de esos de "lo mejor que he hecho es, sin duda, Matar a un ruiseñor".

Ahora si (esta es obligada. Hay que escucharla entera para conocer su dimensión. Atención a los cambios en 1:04 y sobre todo en 1:38 y 2:07):



Por último, un señor anónimo me dice que le apunte algo de Blade Runner. Amigo, no sé quien eres, pero la elección es buena:



Y ya está, lo que pasa es que tanto hablar de Hisaishi, nombrado por Elphaba y por Beatriz, he creído conveniente que oigamos algo de él. En realidad, cualquier cosa es buena, pero en mi corazoncito siempre estará con La Princesa Mononoke.

Aviso para navegantes: si logras superar la pereza inicial que da ver un vídeo y oyes los dos primeros minutos de esta pieza, quedarás prendado como un tonto. Es como la primera vez que escuchas a Piazzolla o ves el pelo de Camilo Sesto de cerca: nunca vuelves a ser el mismo.


16 enero, 2009

Nuestro Ranking es muy, muy significativo

Ante todo debo dar las gracias por la participación. Si llego a saber todos los que iban a mandarme un email, me ahorro el concurso. Ahora tengo la mesa llena de papelitos, por lo que si me olvido de alguien, por favor, que lo ponga en los comentarios y amplío el post.

Mi intención era subir la música a Internet y así poder escucharla... pero amigos, sois muchos y son demasiadas piezas, así que voy a tratar de utilizar Youtube tanto como me sea posible.

EL LISTADO

La primera en mandarme el mensaje fue Claudia, que además de ser violinista, es mi mujer. No me sorprendió su elección: el tema principal de La lista de Schindler. Este tema, además era uno de los elegidos por Candela (todos menos dos o tres personas, me habéis mandado más de un tema, y algunos, como Anónimo Tranquilo, cuatro o cinco americanos y cuatro o cinco españoles).

Atención a como Perlman toca el tema en directo. Espectacular:



Los temas de Elphaba, que en principio eran cuatro, quedaron reducidos a dos: Elegy for a Dunkirk (Expiación, Dario Marianelli) y Return (El viaje de Chihiro, Joe Hisaishi). Comparto plenamente las dos piezas y la música de Hisaishi llena mi vida completamente, pero el vídeo es de Expiación.



Leyre Peregrín (¡Bienvenida!) apostó fuerte por un tema atemporal y perteneciente a una de las bandas sonoras más apasionantes de la historia: Theology/Civilization (Conan, el Bárbaro, Basil Poledouris). Curiosamente, también lo votó Guillel Tolete como favorito:



La aparición de Guillel Tolete no solo se centró en Conan, sino que decidió apostar por Waiting (Rudy, el gran Jerry Goldsmith), que por cierto, era uno de los temas que Elphaba quería incluir hasta que le pedi que sólo me mandara dos.



La llegada de Anónimo Tranquilo con una selección exquisita de piezas (que además de incluir el tema de amor de Vértigo, grande entre los grandes, incluyó algunas piezas de cine español) me recordó una de las grandes obras maestras de los últimos años: La joven de la perla, de Alexandre Desplat (una banda sonora imprescindible). Y aunque todos los cortes son fabulosos, se decantó por Griet´s theme: una maravilla. También apostó por este tema Alex BG. La estela de Desplat es alargada:



Sacha me cuenta en su mail que recientemente descubrió Hellfire, de El Jorobado de Notre Dame, que aunque sea una canción, esto no es un concurso muy serio (y además, creo que salvo Jorge Calvo y David, que me enviaron una pieza, todos se han saltado las reglas...). No tengo nada más que aportar: una pieza de Alan Menken siempre es bien recibida y si es del Jorobado, mejor que mejor.




Candela, además de La lista de Schindler, se siente muy identificada con el tema de Forrest Gump, magistralmente compuesto por Alan Silvestri:



Carlos Castedo nos propone un clásico: Apolonia, de El Padrino (Nino Rota). Se me pone la piel de gallina:



A Inma, además de 7 novias para 7 hermanos, lo que le conmueve es el tema de amor de Cinema Paradiso, que contrariamente a lo que se suele creer, no lo compuso Ennio Morricone, sino Andrea Morricone, que además, no es su hija sino su hijo:



Javi J, desde la fría Irlanda, nos envía una cuidada selección de Eduardo Manostijeras (que también es una de mis favoritas. Este post, como pueden ver, esta lleno de músicas y lugares comunes). Se decanta por Ice Dance (Danny Elfman):



G.K. Dexter aprecia el talento de Morricone en Érase una vez en América. Y aunque me pide una escena en concreto que no localizo, el tema del genio italiano para esta película se encuentra entre las más grandes melodías escritas para el cine:



Rafa García, alias el gran Bandini, piensa que la melodía que, para él, representa la quintaesencia del cine es la de Lo que el viento se llevó, de Max Steiner. Pero apunta como favorita La Marcha Imperial del gran John Williams (que hace aparición en El Imperio Contraataca):



Adolfo, desde Madrid, me propone dos canciones argumentando que forman parte de la banda sonora diegética de la película. Él sabe que si alguien se pone a formular teorías de cine, yo entro al trapo y me lo paso como un enano. Me propone la canción de Los chicos del coro (sí, aquella de la que Beyoncé hizo una extraña, extraña versión en los Oscar). La otra pieza pertenece a Björk en Dancer in the dark, con la canción I´ve seen it all (uno de los mejores números musicales de los últimos años):



Y David (salud), encuentra en Local Hero de Mark Knopfler una fuente de inspiración, sobre todo con la pieza The Way it always starts. Y aprovecho la circunstancia para poner un vídeo del que muchos consideran el mejor guitarrista del mundo, tocando, por supuesto, Local Hero:



Y por último, Jorge Calvo habla de la importancia de John Williams y de A.I. que para muchas personas (y yo me incluyo) es su gran obra maestra (aunque tiene tantas y tantas). La pieza que le gusta se llama The search for the Blue Fairy. Esta música está a otro nivel. Es lenguaje superior. Es la pieza que me gustaría que todos los compositores del Hollywood de los 40 pudieran oír, para que vieran que su legado sigue vivo y coleando y que hoy, como hace 70 años, hay gente con una sensibilidad y una profesionalidad que está a años luz de la rutina, de lo calcado y de lo manido. Williams ya es mayor y no tiene sustituto. Miedo me da.

Desafortunadamente, tengo el disco en el coche y hace un frío de mil pares (como para salir a buscarlo). Pongo la escena final de la peli (si no la has visto, aunque no vas a comprender estas imágenes, mejor te haces con ella: incomprendida por algunos, creo que es una puñetera obra maestra). Si tienen unos minutos, vale la pena oírlo entero:



Y yo, mi pieza especial, aunque he escrito en multitud de ocasiones sobre ella (y además, he tenido la suerte de hablar con el compositor y para mi orgullo y mi ego, el gran Pascal Gaigne ha comentado alguna vez en este blog) es de la peli francesa Le Cou de la Girafe. No sé por qué diablos está pieza significa tanto para mi. Si lo analizo no llego a ninguna conclusión, lo que si sé es que la primera vez que la oí, los primeros 60 segundos pensé que estaban francamente bien, el segundo minuto era muy bueno, y el tercer y último minuto mi corazón se puso a mil y me uní de por vida a estas notas. La adoro y creo que es sencillamente deliciosa:



PD: Lo que es increible es como todos quedamos cautivados por músicas tan poco dispares. Sin que ninguno de vosotros supiera lo que el otro había dicho, en apenas 30 emails, se han repetido películas como Conan, Schindler, La joven de la perla... En realidad, creo que es genial y que este post recoge parte de la música que más me gusta. Hoy he descubierto que también es la música que a vosotros os gusta.

Gracias a todos.

Conversación entre ejecutivos de Hollywood

A pocas horas de cerrar nuestro ranking (si no me has enviado el nombre de tu música de cine, quedan 5 horas. Ver post anterior) os cuento uno de esas conversaciones pilladas por Andrew Norton (un tipo de esos que hace biografías) en un restaurante famoso de Beverly Hills. Tienen toda la pinta de ser dos ejecutivos de Hollywood:

Uno: Todo eso que me estás contando es una gran mentira.
El otro: Lo sé. Pero déjame continuar...

Esta noche, el post musical. Y ahora, de postre, música inspiradora de un anónimo japonés en su casa. Genial.


12 enero, 2009

Nuestro Ranking de Música de Películas

Con solamente tres post en lo que va de año (es que los regalos de Reyes, entre libros y DVDs están consumiendo de forma asombrosa mi tiempo libre), he pensado en hacer un post colectivo para que disfrutemos todos.

Quiero poner, en el siguiente post, una pieza musical que cada uno de ustedes piense que es una preciosidad. No pido "la mejor música de cine" y tampoco canciones de películas, sino alguna pieza que forme parte de una banda sonora que ustedes consideren que es particularmente bella o inspirada. Si no saben el título, me vale con "el tema de amor de aquella película" o "los títulos de crédito de aquella otra". Yo localizaré esas piezas y las publicaré el viernes.

IMPORTANTE: Para no mediatizar en las decisiones de los demás, prefiero que no comenten nada relacionado con el concurso en este post y escriban el nombre de la pieza a la dirección sergioaran arroba gmail punto com. Si además quieren hacer algún comentario sobre la música o el porqué de la elección, yo lo transcribiré fielmente.

¡A pensar! Tiene hasta el viernes a las 14:00 h. (una hora más en la península)

10 enero, 2009

La hija del Dr. Jekyll (y otras cosas divertidas)

Para mí, el cine de serie Z es un descubrimiento muy reciente. Seguramente mi pasión apareció en el mismo instante que, conmovido por la maestría del biopic de Ed Wood rodado por Tim Burton, me dediqué a ver toda la filmografía que pude del considerado “peor director de cine de la historia”. Concepto que, por cierto, es totalmente erróneo, no porque Ed Wood tenga más calidad que la publicitada (que me guste la Serie Z no implica que sea buen cine) sino porque estoy descubriendo verdaderos despropósitos de otros directores.

Explico la Serie Z en dos palabras: en la época del cine de estudios todos se volcaban en hacer buenas películas con grandes presupuestos. Pero para poder cumplir con la demanda de las sesiones doble, las grandes productoras empezaron muy pronto a hacer Serie B: aprovechaban decorados, personal, historias, orquestas de librería y días libres de actores para hacer otras peliculitas. Lo normal era ir al cine a ver una peli grande, con estrellas, y de complemento, una serie B. Pero con los años y con la demanda de los autocines (que fueron un éxito arrollador, sobre todo entre las parejas jóvenes), se hicieron unas películas tan paupérrimas, con tan poco presupuesto y en tan poco tiempo, que se denominaron Serie Z.

Bueno, pues los Reyes Magos de Oriente me han traído unas cuantas películas de una colección de DVD que, solo pensar en ella, se me ponen los pelos como escarpias: bien editada, gran diseño, un libreto interior espectacular en su contenido, películas que merecen la pena y además, con un extra especial cada uno. Normalmente el extra es un episodio de Tales of tomorrow o de alguna otra serie de ciencia-ficción de los 50. Y, de verdad, no tienen precio. Ayer, por ejemplo, vi un capítulo sobre un conserje, encarnado por Peter Lorre, que es un agente extraterrestre y tiene la intención de llevarse a todos los vecinos del edificio al espacio... sin que estos lo sepan. En otras palabras, está convirtiendo el edifico en un cohete.

No es una colección para cualquier persona ni para amantes del cine, no tiene nada que ver con esto, va por otros derroteros. Tiene que gustarte la serie Z. Cuento algún ejemplo: ayer estaba viendo La hija del Dr. Jeckyll, y aunque ocurre en una mansión en medio de un bosque, cuando los protagonistas se reúnen por la mañana a desayunar, por la ventana se puede ver una carretera a escasos metros, con coches modernos pasando. Desde luego, no está ahí para ser vista adrede y menos, cuando la peli está dirigida por Edgar G. Ulmer. Simplemente está detrás de unas hojas de árbol que, cuando el viento las mueve, dejan visible la autopista.

Pero esto no define la película. Lo que define La hija del Drl Jekyll es que está hecha por un gran director en la última etapa productiva de su carrera. Rodada en solo 6 días, es un despropósito divertidísimo y lleno de imaginación. Solo empezar, una voz en off cuenta la pasada historia del Dr. Jekyll. La introducción termina de la siguiente manera: “Todo acabó con la muerte del Dr. Jekyll”, y en la imagen, entre las sombras, aparece el doctor, deformado, que mira a cámara y dice: "Are you sure?".

Pero no todas las películas son así. El día anterior pude ver El último hombre en la tierra, que es la primera versión de The Omega Man y Soy leyenda. Protagonizada por el apasionante Vincent Price, es una película italiana con secuencias absolutamente magníficas.

El descaro de estas películas es total, imaginativo, delirante, sorprendente. La verdad es que para cine malo prefiero esta sarta de imágenes con sorpresa, arriesgadas y sin un duro, que la filmografía entera de muchos directores serios que van de modernos con su cámarita.

Eso sí, tampoco hace falta fiarse mucho de mi, que sólo he visto una vez El séptimo sello y tengo previsto ver por tercera vez, un día de estos, Glen or Glenda.

Os dejo una perla (una brillante genialidad): entre las frases antológicas que se pueden oír en La hija del Dr. Jekyll, se encuentra la explicación que le dan a la protagonista sobre quién era verdaderamente su padre: “Era un maravilloso doctor, que víctima de sus experimentos, en las noches de luna llena se convertía en un hombre lobo. Sólo se le pudo dar muerte clavándole una estaca en su corazón”.

¿De verdad creen que no vale la pena ver una película como esta?

PD: He encontrado estas imágenes de muy mala calidad en Youtube. Es una pena que vean esto así, pero tienen que fijarse en el protagonista masculino de la película. Tienen que verlo, simplemente, por la chaqueta que lleva. No comprendo muy bien el estilismo de esta película, pero es que esa chaqueta... no sé... esa chaqueta... En realidad, durante prácticamente toda la película me pregunté por qué diablos el protagonista iba en pijama.



07 enero, 2009

¡Qué bello es vivir!

Con la vuelta al trabajo y la vuelta a la rutina, muchas personas están al borde de la depresión. Y es que a veces no nos damos cuenta de lo que tenemos alrededor. Hay un vídeo rondando por Internet (yo lo he visto en Yonkis) que merece ser visionado con atención. Los de lágrima fácil, mejor se abstienen. O lo ven, nunca está de más una lágrimita. A mí, este vídeo, lejos de hacerme sentir mal, me hace apreciar todo lo que tengo alrededor, no sólo mi mujer y mis hijos, sino mis amiguetes, mi trabajo y mis "miles y miles" de planes (los que cumpliré y los que no cumpliré).

Disfruta estas imágenes hoy, que mañana volvemos a hablar de cine. Feliz Año.

03 enero, 2009

Los Bring Back de Candela

Candela ha dejado en su blog dos programas completos de Bring Back... Para los que no hayan visto el programa, este es el momento: hay uno que trata de reunir a los actores de la serie Fama y otro, para intentar reunir a los actores de El Equipo A.

La gracia reside en su británico presentador, un auténtico friki que se desplaza con un reducido equipo por Los Ángeles para localizar, sin ningún tipo de credencial, sólo su talento, a todos los actores integrantes de alguna serie antigua de televisión. Además de estar francamente bien hecho, con la intriga adecuada, con mucho talento, el espectador tiene la oportunidad de ir descubriendo, poco a poco, historias sobre los programas, como la famosa rivalidad entre Mr. T y George Peppard, que era bastante cabrón (más de uno se alegra frente a cámara de que esté muerto).

Y otra cosa que me llama la atención es que el programa tiene un presupuesto miserable: cinco o seis tipos desplazados a otra ciudad. Que no se hagan programas de esta calidad en España no es un problema de dinero, es de iniciativa (porque talento sí que hay). De hecho, el mejor programa que se hace en este momento se llama Callejeros y no deja de ser sobre unos tipos con una cámara digital en la mano. Pero me gusta esta vuelta que le han dado al formato: tipos con cámaras en la mano, pero dejando a un lado la realidad social y resucitando viejos espíritus infantiles.

Para ver el programa de Fama en el blog de Candela, aquí.
Para ver el programa de El Equipo A en el blog de Candela, aquí.