31 enero, 2008

LA MEJOR PROMO DEL MUNDO

Hacía tiempo que no veía algo que me impresionara tanto. Por el montaje, por la música, la puesta en escena... la persona que ha diseñado esto tiene mi eterna admiración. Lo he encontrado vía yonkis y es de Turner Classic Movies. Desde luego, no es un trabajo que se haya hecho en dos semanas. Aquí hay muuuuuuucho trabajo y alguien que piensa...

Ni se te ocurra perdértelo.

29 enero, 2008

Ludopatía Cinéfila

Pues me he enganchado a un trivial de cine. Mi mejor ronda es de 618 puntos. Lo siento porque entramos en febrero y muchos deberían estar estudiando, pero...

Espero vuestras puntuaciones. Sólo hay que darle a "Jugar a Cinetrivia", poner un nombre y una contraseña... Aquí.


28 enero, 2008

Claude Rains en ENCADENADOS

Todos los cinéfilos pasamos una fiebre Hitchcock cada tres o cuatro años y yo estoy metido de lleno en el asunto. Ahora le ha tocado el turno a Encadenados.

Hay algo en Encadenados que siempre he dado por hecho y que sin embargo, es digno de análisis. Tiene que ver, directamente, con la genialidad del director inglés y con la honestidad del relato.

Claude Rains es un ex-agente que intenta montar en Brasil un movimiento nazi. O sea, es claramente el malo de la película, la persona a combatir. Cary Grant es un tipo bueno que manda a la mujer que ama a los brazos del malo (para poder espiarle). Las cosas van tan lejos que esta mujer, Ingrid Bergman, se casa con Rains (y acostándose con él, como le gustaría recalcar a Hitchcock) para seguir espiándole a sus anchas.

El caso es que ayer me di cuenta de una cosa: Grant es despreciable: manda a los brazos de otro a la mujer que ama. Sin embargo, Rains, independientemente de que sepamos que ha sido nazi, es un tipo educado, hace buenas fiestas, la gente lo adora y además, su anciana madre vive con él. Para más inri: ama profunda y honestamente a Ingrid Bergman. La quiere sobre todas las cosas, sobre las sospechas de su madre, sobre los comentarios inoportunos de sus colegas... Amor incondicional hasta los últimos minutos.

¿No habría sido más fácil poner como malo de la peli a un tipo bigotón con un cuchillo en el cinturón y despreciable? Sí. Aquí está la honestidad del relato: el bueno es un cabronazo y el malo es un caballero de tomo y lomo al que le terminas por coger cariño. Al fin y al cabo, es el único que demuestra su verdadero amor por la Bergman.

23 enero, 2008

Sobre bandas sonoras, Patrick Doyle y Enrique V

Cada vez hay menos compositores que me llaman la atención. En la actualidad, sigo de cerca la carrera de cinco o seis, pero desde la muerte de Jerry Goldsmith y Elmer Bernstein hace pocos años, no ha surgido nadie que ocupe su puesto.

Danny Elfman, desde que se ha casado con Bridget Fonda, ya no es el mismo. Bien por él, que seguramente es más feliz, pero mal para sus seguidores. Zimmer no me gusta. Horner plagia. John Williams se ha retirado y solo hace las películas de Spielberg (espero ansioso su Indiana Jones de este año). Parece que en España las cosas están algo mejor (por cierto, gran nominación para Alberto Iglesias), pero no es para tirar cohetes. Y el resto, Brian Tyler, Beltrami y toda esa cuadrilla, no me gusta nada.

Sigo de cerca a Alexandre Desplat, a Kaczmarek, a Pascal Gaigne, a Howard Shore... y aunque tienen muchísimo talento, parece que hacen una buena banda sonora al año y el resto del tiempo cumplen con su trabajo decentemente. No es un problema de ellos, supongo que dar en el clavo tres o cuatro veces al año, era cosa de privilegiados como Goldsmith y Williams.

Otro tema diferente es Patrick Doyle, un músico que jamás pensó en escribir una banda sonora hasta que Kenneth Branagh lo llamó para ponerle música a Henry V. El resultado: una de las mayores obras musicales de la historia del cine.

Atención a esta escena que no debes perderte. Es un magnífico plano secuencia que debió costar sangre, sudor y lágrimas. El rey Henry, después de una batalla terrible en la que, contra todo pronóstico, ha resultado vencedor, recorre el campo de batalla con el cadáver de un niño a cuestas (el joven Christian Bale muchos años antes de ser Batman). El plano comienza con un soldado que canta (encarnado por el mismo compositor Patrick Doyle, que también es actor). Tras la primera estrofa, su voz se convierte en un coro, en la siguiente llegan los instrumentos, la orquestación crece hasta llegar a un éxtasis musical sin coro que pone la piel de gallina. Plano y música se convierten, sin duda alguna, en una de esas secuencias de película que se encuentra en la memoria colectiva cinematográfica.



¿No es increíble? Por el camino se han ido viendo los principales protagonistas de la obra y así el espectador identifica quienes han sobrevivido a tan cruenta batalla. Y al final, el personaje de azul, el mensajero de los rivales, mira con respeto a Henry V. Curiosamente, Shakespeare ponía acotaciones en sus obras para dar respiro a los espectadores y aquí escribió algo así como "los actores cantan el Non Nobis Domine". Si levantara la cabeza y pudiera oír lo que hizo Patrick Doyle se le caería la melena.

Patrick Doyle está vivo de milagro: una leucemia le apartó del cine por bastante tiempo, pero ha vuelto al trabajo totalmente recuperado. Sus melodías para Mucho ruido y pocas nueces, Frankenstein, Sentido y Sensibilidad y su Harry in Winter de Harry Potter and the Goblet of fire (uy... ¿se puede escribir algo tan bonito?) demuestran que Patrick Doyle es uno de los grandes. De los grandes, grandes.

Este año, Doyle estará en Úbeda para una conferencia y un concierto. Yo estaré allí, Patrick estará allí y mi cámara de fotos, también.

PD: Hace unos meses hizo una gala contra la leucemia con la presencia de muchísimos actores y directores relacionados con su carrera y tuvo la amabilidad y la decencia de dar las gracias a Kenneth Branagh en publico por regalarle su magnífica carrera. Sus seguidores, también se lo agradecemos.


22 enero, 2008

Hay cosas que, realmente, no comprendo

Heath Ledger ha muerto. Cuando me he enterado, por un momento he pensado que era parte de la campaña publicitaria de Batman (en la que hace de Joker). Pero nadie tiene el humor tan negro.
De verdad, no lo comprendo. Descanse en paz.

Tom Crooze

Dentro de media hora, se presentan las nominaciones a los Oscar. Mi pasión por los Oscar tiene que ver más con mi amor por el espectáculo que por el cine. Sigue siendo, por mucho que critiquen, la mejor gala de todas, con buenos números musicales y buenos sketch. Además, la realización televisiva de la ceremonia marca tendencia en el mundo de la tele. Con mucho y aunque suene raro, debe ser la gala de entrega de premios más premiada como programa de televisión.

A lo que vamos, estoy en Youtube viendo algunos montajes especiales de galas, sketches, números musicales... y me he encontrado con esta genialidad. Está en inglés y dura seis minutos, pero los dos últimos son impagables (sobre todo la entrevista final "estamos tan conectados que cuando uno empieza una frase, la termina el otro").

Se trata de Ben Stiller haciendo de Tom Crooze (doble de acción de Tom Cruise). Según Crooze "para hacer esto bien tienes que hablar, que vestir, ser como la persona que doblas". La presencia del verdadero Cruise y del director de Misión Imposible 2, John Woo, ennoblece el sketch.


17 enero, 2008

La verdad sobre el MacGuffin

El MacGuffin está muy bien definido en la wikipedia como "un elemento que hace avanzar la trama pero que no tiene mayor relevancia en la trama en sí". Un MacGuffin es una nadería. Según Hitchcock, que fue la persona que le puso nombre (pero que NO LO INVENTÓ), un MacGuffin son los documentos secretos en una película de espías o las joyas en una policíaca.

El ejemplo más claro y típico es Con la muerte en los talones. La trama consiste en que los malos confunden a Cary Grant con un espía y le persiguen durante todo el metraje. Lo que hace el verdadero espía (al que nunca vemos en la peli) es un misterio que queda reducido a una pequeña conversación: "roba y vende documentos". Es una mera excusa, un MacGuffin, ya que la película, en realidad, trata de una persecución constante a una persona corriente.

Hasta aquí, todo el mundo parece comprender el asunto. Pero últimamente estoy leyendo críticas y comentarios absurdos sobre el MacGuffin y su validez, que si es bueno, que si es malo... y señores míos, esto no funciona de esta manera.

La clave, creo yo, está en lo siguiente: el MacGuffin tiene que interesarle al protagonista de la película, pero no al espectador. Es Cary Grant al que le preocupa quién es el verdadero espía porque le confunden con él... pero a nosotros, como espectadores, sólo nos interesa si la confusión va a continuar y si los asesinos le van a perseguir hasta matarle sin darse cuenta de que no es el auténtico Roger Thornhill.

En general, si la trama no convence es porque la película es mala, no porque el MacGuffin sea malo. El MacGuffin, amigos míos, no tiene valor en sí mismo. Que pillen a un ladrón de joyas en una peli nos puede cautivar más o menos, pero no tiene nada que ver con la calidad de las joyas.

La persona que quiera hacer una buena critica de una película debería obviar este tema, ya que tiene la simpleza de una receta de cocina del guionista, como que los personajes siempre encuentren aparcamiento y salgan bien peinaditos. Una nadería.

15 enero, 2008

Dos historias muy breves (y muy, muy negras)

Este hombre que está a mi lado es el actor y director Raoul Walsh. Un honor. Ahí van las dos historias breves:

Hace algún tiempo comenté uno de los cotilleos más famosos de la meca del cine. Cuando murió el actor John Barrymore, en Hollywood se sintieron afligidos por tremenda pérdida. Su fiel amigo Errol Flynn se fue a emborrachar, como de costumbre, en honor a su querido colega. Cuando llegó a su casa unas horas más tarde y con unas copas de más, se encontró al mismísimo Barrymore sentado en el sofá del salón de su casa.

Flynn, casi catatónico, se llevó el peor susto de su vida. Pero la verdad es casi peor que la aparición del fantasma: el director Raoul Walsh robó de la morgue el cadáver del actor y forzó la puerta de la casa de Flynn para sentar al muerto en el salón.

Esta historia la conté hace unos meses. Lo que no sabía hasta ayer son las palabras que le dijo Raoul Walsh a Bogdanovich (y por tanto, dándole el golpe de veracidad que necesitaba esta leyenda) en los años 70: "Fue una pasada. Eran tiempos locos. Lo pasábamos muy bien. Al pobre Flynn le dimos un susto de muerte".

Alfred Hitchcock:

Todos los que pasaban algún tiempo con Alfred Hitchcock no tardaban en darse cuenta del corrosivo humor negro del director. Lo más popular eran las "historias de ascensor": cuando subían personas desconocidas en un ascensor en el que estaba Hitchcock, el director comenzaba a hablar en alto con su interlocutor, como si estuviera en mitad de un discurso, y contaba cualquier burrada que alterara a todos los que estaban dentro del ascensor. Cuando se iban los desconocidos, Hitchcock cortaba la historia y seguía hablando cordialmente.

Estas "historias de ascensor" me han llamado mucho la atención y salen en múltiples biografías de actores y escritores, pero nunca imaginé como podía ser una... hasta ayer (por supuesto, el libro de Bogdanovich):

"...le iban a cortar la cabeza. Cuando el preso está subiendo las escaleras, le pide al verdugo (que era endiabladamente bueno): "Por favor, hágalo rápido para no sentir dolor ni sufrir", y el verdugo le replica: "Asienta con la cabeza". Y cuando el reo asiente, la cabeza cae al suelo. El verdugo era tan bueno que le había cortado la cabeza al pobre diablo mientras subía las escaleras, con una espada fina perfectamente afilada. El tipo que iba a morir no se había dado cuenta de que ya estaba muerto... hasta el momento de asentir".

09 enero, 2008

La nostalgia de Grindhouse y E.T. El Extraterrestre

Por fin he visto Grindhouse. Tenía muchas ganas de ver este festival descarado que celebra la cinematografía underground setentera y las pelis de los auto-cines. Como dice Tarantino: "películas que destacaban por tener un póster mucho más sugerente que la película en sí".

Grindhouse es una experiencia visual que se compone de dos pelis y unos cuantos trailers falsos que no tienen desperdicio. La parte (película) de Robert Rodríguez se llama Planet Horror y está bien, no es nada especial, pero se pasa un buen rato. Muchos zombies, muchas cosas salvajes y algún atisbo de plano memorable. Por supuesto, lo más curioso es la calidad de la copia, gastada y saturada de color a propósito, fotogramas eliminados y por tanto, saltos, desencuadres de cabina, finales de rollo desastrosos, puntos, rayas...

La sorpresa, como no podía ser de otra forma, viene de la mano de Tarantino con la película Death Proof. Cortada y desfigurada a ratos (eso incluye un rollo en blanco y negro porque, suponemos, se ha perdido el rollo en color), no usa sólo las técnicas visuales para simular una peli de los 70 sino que su lenguaje se amolda armónicamente con la época, llegando a despertar en nuestros corazoncitos cierta nostalgia por el cine trash.

Cuenta Quentin Tarantino que hubo una época en la que las películas no salían con 3.000 copias simultáneamente sino que salían con cinco o seis y atravesaban el país de pueblo en pueblo, de cine en cine. Por supuesto, la persona que veía la peli al cabo de un par de años de su estreno, veía una copia mutilada por malos proyectores (y malos proyeccionistas) y finales de rollo desaparecidos.

Una explicación curiosa (cuando trabajé en restauración de pelis en Filmoteca Española, este problema nos dio serios dolores de cabeza): las películas suelen tener una duración de ocho o nueve bobinas. Estas viajan separadas y es el proyeccionista de cada sala el que las une en su proyector. Esta operación se hacía con cinta adhesiva de montaje que, entre otras cosas, implicaba que al volver al separar las bobinas para su traslado, se tenía que cortar el fotograma en donde se había puesto el empalme. Cada proyección, como mínimo implicaba dos fotogramas menos por rollo, de salida y de entrada. Al cabo de un año de proyección, faltaban secuencias enteras...

Tarantino, definitivamente, es un portento fuera de serie. Death Proof, en su cutrería, es alarmantemente divertida, muy gore, adrenalítica y cuenta con un Kurt Russell absolutamente magistral. Y Dios mío, ¡cómo cuenta este director las cosas!



De todas maneras, mi día nostálgico había empezado unas cuantas horas antes cuando mi hija me pidió ver una película "de mayores". Busqué un ratito y pensé que ya era prudentemente mayor para ver E.T. El Extraterrestre. Yo he pasado épocas de pasión con la peli de Spielberg, aunque también he tenido mis rachas bajas. Pero ayer, como siempre cuando ves una cinta con otra persona, la pude ver con sus ojos... y vibramos.

Cuando E.T. desaparece y lo encuentran tirado en esa especie de desagüe de alcantarilla, mi hija gimió de dolor. Cuando muere, no se lo acababa de creer. Cuando los chavales salen volando en bicicleta, literalmente mi hija estaba de pie, saltando en el sofá y cuando se despide de Elliot, los dos estábamos llorando a moco tendido. Lo más curioso es que vivió algo que sólo se puede vivir la primera vez que ves E.T. y es que, al principio, el extraterrestre provoca asco y miedo, sólo al cabo de un rato, empiezas a cogerle cariño (la magia del cine, amigos míos).

Empiezo a comprender como una película puede unir a generaciones, una frase que siempre me gustó pero que ayer comprendí en toda su magnitud. Por supuesto, la peli tiene muchas capas y si ella no comprendió el tema de que el niño sienta lo que siente E.T., bien es cierto que yo, de repente, descubrí todo el proceso traumático por el que pasa la madre (que hasta ayer no me había preocupado en absoluto).

La vi con la restauración de sus veinte años. Eso significa algo de infografía en la cara del muñeco y los rifles de los que persiguen a los niños, de repente, son walkies. ¿Pero saben qué? Es una buena restauración. Esencialmente es la misma película y la corrección de las armas me parece bien, no por ser políticamente correcto sino porque pienso que perseguir con rifles a unos niños
que huyen en bicicleta es una auténtica pasada que roza la ciencia-ficción.

PD: Eso sí, sigo sin comprender por qué los niños, cuando huyen en bicicleta, deciden separarse en dos grupos. Lo lógico es que los mayores quieran recuperar a E.T. y sigan siempre a Elliot, que porta claramente a su amiguete. ¿Por qué los coches de policía también se separan y siguen a dos chavales en bicicleta si estos no llevan, claramente, al extraterrestre? Seguramente para molestar.


06 enero, 2008

Kung-Fu contra los 7 vampiros de oro

Me gustaría poder decir algo así como que la película de terror que más ha marcado mi infancia es El Exorcista o La semilla del diablo (sobre todo para quedar bien), pero la realidad es que un 5 de enero por la noche, en la única cadena de televisión que teníamos cuando yo era pequeño, emitieron Kung-Fu contra los 7 vampiros de oro.

Es de esas películas que toda mi generación recuerda. Debe ser porque era lo único que podíamos ver y esa noche, definitivamente, los niños no podíamos conciliar el sueño a horas normales.

Que el título no os engañe, no es una película cualquiera: sale Drácula (unos segundos, hasta que se reencarna en un señor de estos de Kung-Fu), y el bueno de la historia es Van Helsing encarnado en el magnífico Peter Cushing. Dirige Roy Ward Baker, uno de los directores de la Hammer que, por supuesto, siempre estuvo a la sombra de Terence Fisher, auténtico mago creador de los mejores filmes de la productora británica.

Pero que tampoco os engañe este blog: la película es mala malísima. Pero yo, en su momento, pasé auténtico terror. Es una de esas películas que me acompañarán siempre, vaya donde vaya, y por tanto, una prueba más de que el cine friki y las cosas con imaginación son tan importantes para nuestra vida como ver Casablanca o Las tres noches de Eva (esa la vi ayer y todavía me estoy riendo).

Yo calculo que esa peli se emitió a principios de los 80, pero si alguien tiene más datos, que lo diga con boquita de piñón en los comentarios. Por cierto, la volví a ver hace unos meses y más o menos a media película, cuando los expertos en Kung-Fu comienzan a luchar contra los vampiros, dejé de verla. Aunque se dieran buenas palizas y hubiera mucho "¡sssshaca!" cada vez que alguien da un puñetazo al aire, la verdad es que son dos géneros que "no pegan juntos".


02 enero, 2008

Las nuevas fotos de Indiana Jones (y por fin, Cate Blanchett)

Por fin, fotografías en Vanity Fair de la mano de la inconmensurable Annie Leibovitz. Hay poco que decir, salvo que van acompañadas de un buen reportaje. Esta primera foto presenta al gran Harrison Ford, junto a Spielberg en pose de director de cine y junto a ellos, Simba recién salido de El Rey León.

El chaval de Transformers, que tiene un nombre difícil de escribir, junto a Karen Allen, guapa entre guapas. Karen, no sólo te recordamos como Marion en El Arca Perdida sino que te fumabas un buen porro en Desmadre a la Americana, junto al padre de Jack Bauer.

Y por fin, la villana de la peli, Cate Blanchett. Por cierto, Sr. Spielberg, o estoy enfermo o empiezo a notar toques de fetichismo "viejo verde" en sus películas. Seguramente, estoy enfermo.

PD: Hace tiempo que no escribo sobre cine en este blog sobre cine. La apatía cinematográfica ha llegado en forma de películas basura y me he contagiado. Pero realmente, vale la pena contar algo sobre pelís que son remakes de remakes... ¿No están un poco hartos? ¿La de Will Smith está bien? ¿Era mejor la de Vincent Price o la de Charlton Heston?

No sé... o me paso al cine malo-malo de verdad, que por lo menos es original y te ríes un rato, o sigo con mi cura... Desde hace dos semanas no salgo de los clásicos: ya he visto Los mejores años de nuestra vida, Una mujer para dos, Los viajes de Sullivan, De aquí a la eternidad... y me está entrando el gusanillo de hacerme un ciclo sobre Raoul Walsh aprovechando unas memorias que han caído en mis manos...

Uy... que este era el post de Indiana Jones, lo siento...

01 enero, 2008

Tele 5 y los superhéroes del año

En la tele, comienzan las noticias de Telecinco. En un momento dado, ponen un pequeño reportaje sobre los superhéroes que se acercan a la sala de cine este año:

Comienzan con unas supuestas imágenes de la nueva peli de Hellboy. Debe ser un periodista con resaca ya que son imágenes de la primera parte, estrenada hace un par de años. Lo curioso es que ya hay imágenes oficiales de la segunda, incluido un trailer.

Siguen con Iron Man. Todo bien.

Siguen el reportaje con noticias sobre Indiana Jones, que esta vez "se enfrenta a los extraterrestres". Bien. Hay cierta rumorología en Internet acerca de esta historia, pero... ¿esto no es ir un poco lejos? Quiero decir, no es una noticia contrastada ni hay sinopsis oficial, solo unos cuantos frikis lanzando teorías. Y además, si fuera cierto, seguramente sería como decir que el Arca Perdida trata de "Indiana Jones enfrentándose a Dios".

Siguen con Hulk. "La franquicia vuelve a la vida de la mano de Ang Lee". Mal. La franquicia volvió a la vida de la mano de Ang Lee hace cuatro o cinco años. Ahora dirige Louis Leterrier, que vuelve a comenzar con los orígenes de Hulk debido al mal resultado (comercial) de la película de Lee.

Y por último, para mi sorpresa, sacan imágenes de Sweeney Todd, que según Telecinco, "es un superhéroe que ofrece venganza a golpe de cuchilla". No está mal. Eso sí, debemos ampliar la definición de superhéroe por algo del tipo: "también es un asesino psicópata, que mata a gente de forma horrenda y que, además, los convierte en tartaletas para que la gente se pueda comer los cadáveres."

Y yo me pregunto... este tipo de noticias, personalmente, las manejo bastante bien y puedo ver dónde y cómo se equivocan, pero... ¿y si el resto de noticias del telediario son igual de inexactas?