¡Pero no son consejos míos!
Todo el mundo me recuerda que trabajé en el cine en el pasado (y yo, como es lo más fácil de vender, es lo que pongo en mis datos personales en el blog), pero lo más cercano que he estado de dirigir en serio fueron los tres años siguientes a mi periplo madrileño, ya de vuelta en Las Palmas.
No paré de hacer anuncios de televisión. Y eran malos, malísimos. Todos. Y puestos a hacer memoria, sólo recuerdo grabar uno con actores, el resto se hizo con modelos buenorras que miraban a cámara con una sonrisa imperfecta (no pagábamos mucho) y, sobre todo, panorámicas y fachadas de tiendas infectas. Eso sí, son los tres años que más me he reído en mi vida.
Por tanto, los consejos son de otras personas. Ya lo conté en este blog, pero me impresionó mucho cuando Juan Mariné, desayunando en Filmoteca, me dio una clave fundamental (más en ese momento en el que yo estaba completamente inmerso en el mundo de la teoría del cine, que esencialmente, no sirve para nada): en el cine, los actores y las actrices tienen que salir guapos.
Y no es una tontería. Aunque nos han vendido muchas veces lo del Neorrealismo y la Nouvelle Vague, la realidad del cine se basa en que, aún recién levantados de la cama, aún sin maquillaje, aún despeinados... siempre salen guapos. Y yo, tanto pensar en la profundidad de campo, en travelling circulares y en grúas imposibles, de repente, me di cuenta de la importancia del actor, que está ahí para algo más que hacer un personaje de forma competente.
Hace tres o cuatro post, conté el consejo que le dio John Ford a un joven Spielberg: "La línea del horizonte arriba o debajo del encuadre, nunca en medio". Y digo yo, que en vez de tener cinco años de teoría cinematográfica en la Facultad, alguien podría habernos contado cosas así.
Ser director de cine no es fácil, sobre todo, por un detalle en el que coinciden todos: tienes que mantener el estatus de director en el rodaje. Y tampoco es una tontería: un director de cine, con suerte, hace una película cada tres o cuatro años (con mucha, mucha suerte), pero en el rodaje se codea con un director de fotografía que, fácilmente, hace tres o cuatro películas al año, unos actores que han participado en mil películas más que él... y sin embargo, debe aparentar seguridad y dotes de mando.
En el libro de Coppola, su mujer Eleanor cuenta una conversación entre Francis y su hija Sofía cuando ella estaba preparando su primera película, Las vírgenes suicidas: "Sitúate siempre al lado del cámara cuando esté rodando, el equipo tiene que verte, tiene que saber que estás ahí, dirigiendo".
Y está el vestuario. Cada director dirige como puede, pero es importante marcar el aspecto. Y esto, que sí es una tontería, también es una realidad. Los directores jóvenes se ponen el pelo como Tim Burton (una especie de cascada imposible). Otros se preocupan por parecer bohemios con gafas redonditas y...
En realidad, el que mejor comenta esto es William Shatner en su libro sobre Star Trek (que sigo pensando que es uno de los mejores libros que he leído jamás sobre los problemas de producción a la hora de poner en marcha una película) cuando se enteró de que su compañero durante décadas, Leonard "Spock" Nimoy, no sólo iba a actuar sino que también iba a dirigir la tercera película de la saga:
"También debería añadir que mis temores respecto al ascenso de Leonard resultaron ser totalmente infundados, y al finalizar el primer día de rodaje ya casi habían desaparecido. Para mi sorpresa, Leonard no se convirtió en un imbécil. No se dejó una perilla de repente, ni coleta ni llevaba boina. No fumaba cigarritos verdes mientras pontificaba los escritos de André Bazin. No me llamaba "cariño" ni "nene". En lugar de eso, durante todo el caos y la locura que se desata en cualquier plató de cine, él siguió siendo... Leonard".
El párrafo es una maravilla y describe perfectamente al tipo de ejemplar al que tiene que enfrentarse diariamente los actores.
En eso de los consejos, me quedo con el que le dio Steven Spielberg a su protegido, Frank Darabont (director de Cadena Perpetua o La Milla Verde) cuando se enfrentó a su primera película:
"Un día antes del rodaje, me fui a ver a Steven y le pedí consejo. Me dio el mejor que se puede dar en una situación así: 'ponte zapatillas cómodas. Vas a estar mucho tiempo de pie. Y cuando te puedas permitir el lujo de estar sentado, no lo dudes, siéntate'. Y me fui a una tienda y me compré unas zapatillas muy caras. Aún hoy día, cada vez que empiezo un rodaje, me compró un buen par de zapatillas. Fue el mejor consejo que se puede dar".
Hitchcock y Sam Raimi lo tienen claro: en sus rodajes van de chaqueta y corbata. El primero, por respeto al trabajo; y el segundo "porque Hitchcock lo hacía". De todos los libros que tengo del mago del suspense, algunos profusamente ilustrados (como dicen los vendedores de enciclopedias), sólo he conseguido identificar una foto en la que se le ve en mangas de camisa: un día de rodaje en pleno desierto para la segunda versión de El hombre que sabía demasiado. Y ya me imagino los calores.
Por último, otro consejo de Francis Coppola a Sofía: "El actor tiene que enseñar las manos. Un encuadre en el que no se vean sus manos y te has perdido el 30% de su actuación".
Esos son los consejos. Después, amigo director, puedes hacer todo el arte que quieras, pero no te olvides: los actores deben salir guapos, con las manos en el encuadre, la línea del horizonte arriba o abajo y tú, aún con traje y corbata, llévate unas buenas zapatillas. No seas snob y sobre todo, ponte al lado del cámara cuando esté rodando. Y aunque no la tengas: aparenta seguridad.
Rayos, no sé si me acordaré de todo llegado el momento :DDDD
ResponderEliminarPero gracias :DDD
Saludotes.
Lo apunto que nunca esa se sabe con esta vida tan rara, aunque a mí la corbata no es lo que mejor me sienta.
ResponderEliminarYo creo que para que las cosas salgan medianamente bien en una película, debe haber profesionalismo, por sobre todas las cosas.
ResponderEliminarCreo que todo lo que dices se puede aplicar a la dirección de una obra. Los instaladores, propiedad, arquitecto, project manager, etc, tienes que lidiar con ellos. Por eso, cuando se acabas conoces la felicidad.
ResponderEliminarMe encanta tu post. Serías un buen escritor de libros de cine.
ResponderEliminarSí, Lorena, pero eso es un consejo serio. Lo mío es más, como dice el título, por el lado de los consejos mundanos.
ResponderEliminarGracias a todos
La verdad es que son unos consejos geniales, y estoy de acuerdo con Bandini.
ResponderEliminarA Inma: me acabas de recordar la escena de Julia Roberts en Pretty Woman con la corbata. Seguro que si lo combinas con el color de pelo, te queda bien XDDD
ResponderEliminarEn cuanto a los consejos, imagino que yambien habra directores con sus propias manias...
yo añadiria una mas de don afredo:
ResponderEliminarPiensa en el publico pagan para que los entretengas. No los trates como estupidos.
Desde hace pocos años soy lector asiduo a este blog, y lo soy simplemente porque me gusta. Y creo seriamente que tienes cualidades para poder escribir un libro sobre cine. Y esto lo digo después de haberme hecho reir al leer algunos de tus posts.
ResponderEliminarLa cuestión (al menos para mí) es encontrar un enfoque diferente; ya que si vas a una librería en estos días encontrarás muchos libros al respecto. Sólo tienes que buscar ese "algo" y probar. Así al menos no tendrás remordimientos de conciencia por no haberlo intentado.
P.D: ese "algo" no es un negro.
(NO ES UN COMENTARIO RACISTA AUNQUE LO PARECE, jojojojo)
Gracias por tu post. Si alguna vez dirijo una película (ja,ja,ja,ja...y podría seguir...) lo tendré muy en cuenta. Lo del "uniforme" del director lo había leído en otros sitios. Una entrevista con Mankiewicz, creo, mencionaba algo parecido.
ResponderEliminarPor cierto, ¿se pueden aplicar los consejos también para un director de teatro? Si no es así, agradecería uno similar aplicado al teatro. Un cordial saludo. Me encanta este blog.. aunque todavía no hayas hablado de Minnelli.
Pues muchas gracias por el tema del libro... pero de momento, me quedo como estoy (que ya es bastante excesivo). Además, ya tengo un blog.
ResponderEliminarPero me encanta que alguien crea que tengo talento para algo. Mira tú. Hoy me iré a la cama con un poco más de ego.
ser director de cine debe ser jodido, pero claro yo moriría por sentirlo aunque fuese una sola vez en mi vida...........decir acción ...... sólo tengo que inventarme una buena historia (está todo contado y tan bien) y conseguir el dinero para contarla.... ufffff en 2011 me pongo!
ResponderEliminarSergio.
ResponderEliminarUna gozada de entrada, una verdadera gozada.
Un saludo cinéfilo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSaludos:
ResponderEliminarY en mi humilde y modestísima opinión uno mas:
Nervios bien templados.
Es facilísimo perder los estribos durante un rodaje. Por algo existe eso que se llama tomas falsas. Por muy planificado que lo tengas el error técnico o humano está al acecho. El actor recita mil veces su texto en los ensayos y al rodar se le olvida. O el petardo no explota. O no se ha metido película en la cámara.
A mí, por lo menos, se me llevan los diablos en tales ocasiones, pues siempre el tiempo juega en tu contra.
Y gritas a todo el mundo. Pero de un modo inhumano. No te reconoces a tí mismo.
Que puede pasar. No digo que todos lo hagan.
Si quien te oye tiene genio, te puede mandar a la mierda.
Si no lo tiene, o es educado, recibe un varapalo, generalmenmte inmerecido.
Tensiones, rencores, peleas, que te pongan en tu sitio.
Preferible evitarlo.
Un abrazo.
P.D. Lo único que he dirigido en mi vida fueron vídeos caseros en una asignatura de BUP llamada "Medios audiovisuales". Tendré soberbia.
muy buenos los consejos, yo estoy estudiando produccion de cine y cuando acabe tenia pensado estudiar realizacion y estos son unos buenos consejos si quereis ver lo que he grabado hasta el momento, podeis ver este video:http://www.youtube.com/watch?v=wuNeBjlRSww
ResponderEliminarbueno pues eso muchas gracias por los consejos
posdata:si veis el v video y no os parece bueno tener en cuenta que es lo primero que grabo
saludos