11 junio, 2007

Los Cuatro Fantásticos, Roger Corman, las nuevas tecnologías y mi vejez...

Lo primero que hice cuando me adentré en el mundo del Emule con una conexión medianamente decente fue bajarme Los Cuatro Fantásticos de Roger Corman (aunque dirigida por un señor raro).

La historia es sencilla: Corman compra los derechos de la cuadrilla de superhéroes pero no hace la película. Un poco antes de que estos derechos expiren (y con clausula de que si no hace la peli, los pierde), hace un filme desastroso, un pequeño fiasco en pocos días, con efectos bastante cutres y una inversión digna de... Roger Corman.

Esta película, hasta la llegada masiva de Internet a todos los hogares, era una leyenda. Nadie fuera de los foros de cómics americanos (porque allí rulaban con cierta gracias las copias en VHS) sabía a ciencia cierta si esta película existía. Y yo estuve durante años intentando que alguien me pasara una copia de Los Cuatro Fantásticos, aunque reconozco, también dudaba de su existencia.

La cosa es que con la llegada de las nuevas tecnologías, las películas leyenda han dejado de existir. La leyenda, literalmente, se convierte en una película cutre y chunga que no puedes terminar de ver porque es soberanamente aburrida.

Antes de comunicarnos por estos lares virtuales, conseguir una banda sonora aceptable, que te gustara, era una tarea del demonio. Recuerdo ir a Londres y comprar musicales sin parar. O simplemente comprar una banda sonora de un tipo desconocido, de una película lamentable, porque era la única música de cine nueva que se podía encontrar en el Corte Inglés.

Esos tiempos, aunque tienen cierto romanticismo, afortunadamente se han terminado. Reconozco que adquirir una banda sonora de Herrmann (por poner un ejemplo real) era una labor tan compleja que oías el disco durante meses, te sabías todos los cortes y formaba parte de tu vida. Hoy sería simplemente un trabajo más, un disco bajado o comprado de segunda mano en Daily Price. No hay magia, pero sin embargo, compensa porque realmente puedes oír el disco. El romanticismo ha dado paso a la practicidad.

Yo me escribo todos los días con gente que ama las bandas sonoras sobre todas las cosas. Están puestos al día, se bajan 10 o 20 bandas sonoras semanales y compran un montón de discos. Son verdaderos frikis de la música de cine. Aman a compositores de los yo, sinceramente, jamás me compraría un disco. Pero dudo que ninguno de ellos, salvo que como mínimo sea de mi generación, se haya pasado horas escuchando un disco, el mismo disco, durante meses, pendiente de cambiar la cara A por la cara B y estudiando cada rincón de la hermosa carátula del Long Play.

Yo lo he hecho con El Lago Azul, de Poledouris, con Vértigo de Bernard Herrmann, con Vestida para matar de Pino Donaggio, con E.T. de John Williams, con la trilogía galáctica, del mismo Williams, con La Misión de Morricone, con Blade Runner de Vangelis... Un número de bandas sonoras que hoy, cualquier chaval de quince años, se merienda en sólo una semana.

Y ante este post me asaltan dos preguntas: ¿Valía la pena romper la magia de la película de Los cuatro fantásticos de Corman? ¿Por qué hablo como abuelo? ¿Ya soy tan mayor como para quejarme de todo?

Os dejo el trailer de la infame película Los Cuatro Fantásticos de 1.994. La chica invisible, cuando ejerce su poder, desaparece. No hay problema. Antorcha Humana tiene algunas imágenes con planos que encadenan con fuego y tal. No hay problema (alguna risa quizá). La Cosa tiene un traje realmente malo. No pasa nada. Pero... ¡¡¡Vamos a ver!!! ¿A quién contrataron para hacer el cuerpo elástico del Dr. Richards? ¿A Benny Hill?

2 comentarios:

  1. Yo tampoco pude terminar de verla (^-^) No solo es que sea ultra-cutre, es que es ultra-aburrida.
    Lo bueno que tiene es que despues de verla, la pelicula actual te parece automaticamente 100 veces mejor ;)

    ResponderEliminar
  2. JAJAJA... ¡Tienes razón!. La película actual es obra maestra comparada con esa... Jajaja

    ResponderEliminar