06 marzo, 2008

Caballero Cary Grant


Acabo de terminar, casi simultáneamente, dos libros sobre Cary Grant. Uno es una biografía al uso; el otro es un poco más interesante y se llama Conversaciones con Cary Grant.

En EE.UU., cuando una estrella de cine ya no sale en pantalla, es normal que se dedique a dar giras por diferentes ciudades. Suben a un escenario y, simple y llanamente, responden preguntas de los espectadores. Cada noche es diferente y los teatros se llenan (se llenaban) para oír hablar a Gregory Peck o Cary Grant. La productora de las charlas de Cary Grant, Nancy Nelson, ha recogido parte de esas conversaciones en donde el actor, cada noche, analizaba su vida y su trabajo. El libro se ha completado con declaraciones de personas que lo conocieron muy bien.

Lo que más me ha llamado la atención es la cantidad de mentiras que se han vertido sobre la estrella (Cary Grant es la verdadera esencia de la estrella de Hollywood) y sobre el mito. Y me gustaría hablar sobre algunas de ellas:

- La más famosa leyenda es sobre su tacañería. A Cary Grant le gustaba venderse como tacaño, como persona que cobraba un dólar por firmar un autógrafo. La verdad es más cruel: Cary Grant no podía ni salir a la calle. Aunque adoraba a su hija Jennifer, por ejemplo, nunca pudo ir a la playa con ella porque la gente le rodeaba y no le dejaba caminar. Él cuenta que un día iba, corriendo por el aeropuerto, con prisa y cargado de maletas, una persona le perseguía con un papel y un boli en la mano. Enfadado, Grant le espetó: "¿Con que quieres que te lo firme? ¿Con el pie?".

Sin embargo, Grant no dejaba que nadie pagara en un restaurante. De hecho, era habitual que invitara a gente de otras mesas. Pero no era un derrochador. Como inglés que había vivido la guerra en primera persona, no podía permitir que le trajeran la cuenta y pagar sin revisarla ("y la mayoría de las veces, hay errores"). O ir detrás de las personas apagando la luz. Según su versión, él vivía en un país en el que no faltaba nada y de un día para otro, le faltó todo.

Pero vigilar la cuenta detalladamente o cobrar por autógrafos no le convierte en tacaño porque, ¿alguien sabe cuantas películas hizo sin cobrar para que el dinero fuera destinado a un evento solidario? Como ejemplo, el dinero de Arsénico por compasión fue entero al Ejercito Inglés. Pero pasó bastantes más veces.

Para más inri, todos sabemos que cuando Grant se retiró del cine se convirtió en un afamado hombre de negocios. Su asociación con Fabergé (de la que empezó casi como imagen publicitaria de caballero perfecto y con la que terminó tomando decisiones de vital importancia para la empresa) le permitía una enorme cuenta de gastos, aviones privados, tarjetas de empresa... y Grant prácticamente no utilizaba esas ventajas (le daba vergüenza). Y cuando tenía una comida de negocios y tenía que pagar con la tarjeta de Fabergé, analizaba la cuenta exactamente igual que siempre.

Por eso, creo que va siendo hora de eliminar la palabra tacaño por algo más evidente: no le gustaba derrochar. Ni con su dinero ni con el de nadie (en casa de sus amigos también iba apagando las luces de las habitaciones que estaban vacías).

- Sobre su homosexualidad. Dios me libre de considerar la homosexualidad un defecto, pero creo que llamar a alguien homosexual sin serlo puede considerarse un insulto. Es como si a mi me llaman "enanito silvestre", simplemente, no lo soy.

Cary Grant estuvo viviendo un tiempo con Randolph Scott en un apartamento en Hollywood. Esto, algo habitual en los actores solteros que están empezando, le ha acarreado en los últimos años la fama de homosexual. Otros actores han vivido juntos y nadie se mete con ellos (quizá la pareja más famosa en este aspecto es la de Gene Hackman y Dustin Hoffman, que vivieron en un apartamento de Nueva York durante bastante tiempo, intentando abrirse camino en los escenarios de Broadway).

Pero el rumor de Grant y Scott es bastante cruel, porque los rumores fueron lanzados de forma viperina acompañados de una foto en la que ambos están en una pose "modosita" sobre el trampolín de su piscina. En realidad, es la típica foto que los estudios hacían en aquellos años para las insaciables revistas de cine.

Y digo "de forma viperina" porque con un poco de investigación, algo mínimo, se podría sacar a la luz la auténtica verdad: por esa casa de solteros se organizaban fiestas prácticamente todas las noches. Tanto Grant como Scott se liaron con múltiples starlettes y utilizaron su status para ligar de forma descarada con las actrices que estaban empezando. Tanto es así, que los cazadores fueron cazados y al año siguiente, Grant se casó por primera vez (de cinco, amigos, de cinco) y Scott, un par de años más tarde, con su novia.

-Y como dato anecdótico, ya en los últimos años de su vida, Grant vivió los rumores de homosexualidad en primera persona: el cómico Chevy Chase hizo una broma sobre esto en televisión. Grant le demandó por difamación. Se arregló fuera de los tribunales con Chase reconociendo su error públicamente y pagando una alta suma de dinero que, por supuesto, fue a parar a las arcas de algún acto benéfico de los muchos que organizaba Grant.

PD: A Chase estas cosas nunca le salen bien (ni graciosas). Hace unos años se bajó los pantalones en la gala de los Oscar cuando Paul Newman presentaba un premio. El cabreo del actor con Chase (al que insultó públicamente en repetidas ocasiones) y con la Academia fue tan monumental que nunca más veremos a Newman en la gala.

PD2: A Grant, que le encantaba la moda y le cambiaba las corbatas a todos sus amigos, le parecía que Grace Kelly era el paradigma de la elegancia, aunque su fascinación por Ingrid Bergman era "notoria". Cuando esta dejó a su marido y se escapó con Rosellini a Europa, todo Hollywood y todo EE.UU. la repudió. Pero no Grant, que la defendió en la prensa por su difícil decisión. Fue un gesto que Ingrid Bergman agradeció hasta el final de sus días: "Grant es el mejor, como actor y como persona".

4 comentarios:

  1. Muy interesante. Muchas de las cosas que mencionas no las sabía.
    Sobre la homosexualidad, se ha cambiado mucho la manera de pensar pero tampoco hace mucho tiempo.

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  2. Hablas de Indiana y cuando todavía no me he recuperado me sacas a mi Cary.¡Dame un respiro!

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  3. Billy Wilder también alimentó la fama de tacaño de Cary Grant. Y lo de la homosexualidad, ¿qué más nos da? Todos los directores se lo rifaban y el mismo Billy Wilder reconoce que era el primer actor en el que pensaba siempre para sus películas, aunque nunca estaba libre. Lo que está claro es que era un actor impresionante; pocos eran capaces de soportar los diferentes "vestuarios" que le hacían poner al hombre (léase batas o trajes de mujer) y mantener esa elegancia y dignidad.
    No sé qué piensas, pero, entre los actores actuales, creo que George Clooney podría comparársele. Incluso tiene ese toque irónico que tenía Cary Grant, salvando las distancias, claro. Hombres como éste, ay...

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  4. Hola:
    A mí siempre me ha gustado mucho Cary Grant y ahora estoy viendo películas suyas y estoy atrapada, enamorada...¡en fin, como muchas en su época, supongo!. Hace poco me enteré de la existencia de ese libro y quiero comprarlo este fin de semana. Creo que se nos olvida que los actores son personas y, la mayoría, bastante normales en su vida diaria y me sabe malo que lo que a cualquiera nos podría pasar lo tachen de escándalo. En fin, quiero creer que Cary Grant era como en la pantalla ya que una vez leí que dijo que "me interpreto a mí mismo a la perfección". Al fin y al cabo, soñar es gratis. Seguiré visitando tu blog. Yo también tengo uno pero es un poco atípico y bastante anónimo. Si te apetece es: www.anaymas.blogspot.com

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