05 diciembre, 2008

LOS CRONOCRÍMENES


Es vergonzoso que Los Cronocrímenes no se haya estrenado de forma decente en España. Cuando en EE.UU. ha sido un éxito en decenas de festivales, cuando se anuncia su remake americano, cuando en Apple Trailers lo anuncian como una de las películas extranjeras de moda, Los Cronocrímenes sigue siendo una película desconocida en España. Su director, Nacho Vigalondo, con un corto nominado a los Oscars, es el típico personaje que sabe vender su personalidad, su blog, sus foros y, desde luego, sus entrevistas en televisión. Pero en esta peli, en la que llama la atención la cantidad de productoras que han participado (más de 10 en los créditos principales), algo no ha funcionado.

Y no lo comprendo, porque es una película magnífica. Con sus problemas. Pero magnífica.

En primer lugar, cualquier película con viajes temporales me apasiona. Creo que debería ser un género en sí mismo, y cuando en los manuales de cine se dice que el género típico del séptimo arte es el Western (por su difícil adaptación teatral) en realidad, creo que deberían hablar de películas de viajes en el tiempo. Desde Regreso al Futuro (Doc Brown se desesperaría con Los Cronocrímenes por su cantidad de paradojas temporales) hasta El tiempo en sus manos, pasando por el primer Terminator, siempre salgo pensando en la coherencia del relato. O en su incoherencia.

En Los Cronocrímenes todo parece encajar, aunque hay un par de cosas con las que tengo alguna duda. Pero no lastran en ningún momento un relato trepidante, con sólo tres o cuatro actores con presencia y que supone la película más arriesgada que he visto para ser una primera propuesta de un director español. Incluso más que Acción Mutante, de Alex de la Iglesia (que de por sí, también era una primera propuesta muy extraña).

Y en esa apuesta, Vigalondo gana. Gana por la estructura de guión, gana por su espléndida dirección de actores (aunque Karra Elejalde ha demostrado en varias ocasiones que es uno de los mejores actores que hay en España), gana por la forma de contar las cosas y, sobre todo, gana porque es muy fiel al punto de vista del relato.

Explico esto último, aunque es complicado sin ver la película. Cuando un personaje hace una cosa y ese acto se vuelve a repetir al hacer un viaje temporal (o sea, lo vemos más tarde en la película, pero es el mismo tiempo anterior), para el espectador sería de gran ayuda ver los resultados de ese cambio. Pero Vigalondo, en una elección magnífica de director de cine en sus cabales, no se separa del punto de vista de cada uno de los personajes. De forma que cuando un personaje mira a otro (imaginemos un plano contra plano de dos personajes) sólo lo vemos desde la perspectiva de uno de ellos. En cuanto se cuente la historia del otro personaje, lo veremos sólo desde su punto de vista. Parece una elección sencilla, pero prácticamente nunca se hace, sobre todo porque narrar algo así es mucho, mucho más complicado.

Quiero decir con esto, la apuesta de Vigalondo es seria y firme. No es fácil. Y se agradece.

Por otro lado, algunos elementos son difíciles de digerir: no comprendo por qué diablos Vigalondo tiene que hacer uno de los papeles principales. Tiene a magníficos actores alrededor, y él, con todos mis respetos, es mejor director que actor. Me cae bien y no me molesta, pero le resta verosimilitud a su relato.

La música, que está realmente bien, tiene momentos en los que está insertada de forma muy cutre. Creo que no tiene nada que ver con la labor del músico, sino más bien con el montaje. Me sorprende ver una secuencia en la que la música, de repente, se va desvaneciendo (como las canciones de antes, que iban bajando de volumen) y sobre la marcha comienza otra pieza radicalmente diferente. Hoy en día, todos los compositores, adecuan la música a los cortes de la imagen, por lo que intuyo que fue una decisión de última hora en la mesa de montaje.

Nada de esto, sin embargo, perjudica a una película que vale la pena ver, barata en su planteamiento, barata en su número de actores y carísima en su propuesta.

Y antes de ver el trailer de Los Cronocrímenes, me gustaría que vieran una lección magistral de cine, un antiguo sketch de Vigalondo que, realmente, es una verdadera lección de cine:



Y ahora sí, el trailer de Los Cronocrímenes, pero en su versión inglesa, que parece molar más...


7 comentarios:

  1. Qué bueno lo de la batbola.

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  2. Es una genialidad. Por supuesto, a ti y a mi nos encantaría tener una Batbola. No lo dudo.

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  3. Ay, has tocado un tema que me toca casi personalmente. Todo ello debido al juego de internet (un ARG, pionero en España, bastante sui generis) http://cronocrimenes.com/eljuego/ que se creó para promocionar el estreno en cines, y que me tuvo horas y horas pegado al ordenador jugándolo. De él surgió una comunidad muy fuerte de cronojugadores, con los que sigo en contacto, y gracias al juego, pude viajar a Tenerife, como parte de uno de los premios, con el primer preestreno en vuelo de una película, y allí pasar un día y medio a gastos pagados con fiestas y de todo. Conocí bastante a Vigalondo, a Goenaga... Y luego pude ir también al preestreno en Madrid, fui entrevistado para un periódico (de los gratuitos). Vamos, que toda esa experiencia me predispuso a tomarme esta peli no como una más sino como algo más cercano.
    La película sin embargo y no sé si justo por las expectativas que llevaba no me pareció perfecta, pero creo que hay que valorarla sobre todo porque consigue su intención principal:crear un guión que juegue siempre con el espectador y hacer una película con paradoja temporal sencilla, que se entienda y solo te deje pensando justo en intentar resolver esa paradoja. La mayoría de pelis de ese género tienden a ser liosas y caen en lo incomprensible al final, como Primer, mientras que esta te deja incluso con cierta sensación de que ha sido sencilla.
    Me parece también muy curioso que comentes justo lo de la música porque fui de los pocos que se fijó justo en ese detalle la primera vez q la vi (en un avión, con cascos y pantalla pequeña parece un milagro que me diera cuenta). Pero para mí, justo donde tú dices que está el mayor fallo yo le encontré la mayor genialidad de la película. No es que bajen poco a poco la música para meter otro tema. Tienes que entenderlo como que el personaje se lleva su propia banda sonora, como si la música estuviera a su alrededor, o fuera una expresión audible de sus sentimientos y a medida que se aleja, la música se va con él hasta que se deja de oír y entra la banda sonora propia del personaje en primer plano. Ten en cuenta que eso pasa en el momento en el que un personaje ve a otro y sale corriendo. La primera vez es el que corre al que sigue la cámara y entonces la música de tensión sí se mantiene, porque se trata de sentir su tensión y contagiarnos con ella. En cambio la segunda vez, lo vemos desde el punto de vista del que observa y es cuando podemos disfrutar de esa curiosidad de la música que acompaña al personaje, diciendo que la tensión se va con el personaje que corre mientras que el otro personaje no tiene dicha tensión. Le comenté a Vigalondo mi interpretación y me confirmó que era muy aproximada y que ya estaba definida en guión.
    Por cierto, el dvd de Los Cronocrímenes en edición coleccionista sale el día 16 e incluye como curiosidad un montaje de la película cronológico. E info sobre el juego de los Cronocrímenes y todo lo que supuso.

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  4. Me parece una explicación muy razonable. Aún así, aunque las intenciones sean buenas...

    Debemos diferenciar entre la música diegética y la extradiegética (dentro o fuera del relato). En este caso, hablamos de la banda sonora que acompaña a las imágenes, no proceden de ninguna fuente concreta (por ejemplo, no las está oyendo el protagonista en un Ipod o algo así), por lo que si quiere cambiar de una pieza a otra, hay mil formulas más aceptables: en la persecución de bicicletas de E.T. llegamos a oír hasta cuatro temas que se van mezclando según el punto de vista.
    Quiero decir, comprendo la explicación de Vigalondo y comprendo la explicación que me das, pero sigue pareciéndome una forma poco aceptable.

    Si las indicaciones estaban ya en el guión, procede una pieza que deje a un personaje de lado, y comience con otro. No procede un "bajar el volumen por aquí" y "subir por este otro".

    De cualquier manera, son opiniones personales sobre algo muy concreto (que incluso puede estar intencionadamente mal hecho y a mí se me pone la piel de gallina cuando lo veo) que no estropea en absoluto la magnífica experiencia que es ver Los Cronocrímenes.

    En cuanto a tu experiencia, me parece absolutamente genial que pasen estas cosas, que incluso te pegues un viaje por la promoción de una peli. Vigalondo ha tenido mala suerte con el estreno en España, pero un tipo con su tesón y su talento, desde luego, tiene su carrera en el cine asegurada.

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  5. Vaya, hombre, por estas tierras ni me he enterado de que los Cronocrímenes se habían estrenado siquiera, y no porque desconociera la película, que supe de ella en el blog de Vigalondo cuando aun era un proyecto. Luego que si el cine español va mal y tal.

    Yo también quiero una batbola xD.

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  6. !!Qué cara de imbécil se te queda esperando que lance la batbola esa!!
    Elphaba debemos de haber coincidido en el blog de Vigalondo, yo participé bastante hace más de un año pero creo que con un nick que ahora mismo no recuerdo.

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  7. Me quedé con las ganas de ver "Los Cronocrímenes". No sé si es que no la trajeron a Granada (¿para esto tenemos un Kinépolis?) o si es que pasó sin pena ni gloria... En fin, a por el DVD, qué remedio.

    Y lo de la Batbola es la Caña de España. Qué tío el Vigalondo. Quiero ser su amigo en facebook :-DDDDD

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