No he estado muerto ni enfermo sino en Úbeda, en el VII Festival de Música de Cine. Durante dos o tres post voy a desgranar un poquito lo que ha pasado este año. Es evidente que si quieres leer un crónica más seria, hay mil páginas y blogueros que contarán con pelos y señales todo lo acontecido durante los cuatro días que ha durado. Si lo que buscas en una versión un poco más friki, has llegado al sitio correcto.
La premisa era “el año de los compositores europeos”. Algunos, como yo, lo hemos achacado a la crisis (tanto la global como la del Festival: muchos años haciendo un Festival pequeñito, a base de sangre, sudor y lágrimas, muchas lágrimas).
Sin embargo, los compositores que han venido han sido una representación perfecta de lo que se hace (y se ha hecho) en Europa. Desde el estrafalario Gabriel Yared pasando por Bruno Coulais, Carles Cases, Alberto Iglesias, el genio de Philippe Sarde y el gran Pascal Gaigne, entre otros.
Y por medio, sin ser europeos, han aparecido los compositores televisivos Blake Neely (The Pacific, The Mentalist) y Bear McCreary (Galáctica, Caprica, Human Target) y casi sin cuadrar con nada ni nadie, Mark Isham, un gran compositor clásico del cine americano actual, con obras como The Black Dalia, Leones por Corderos o El río de la vida. Un tipo con una carrera magnífica pero que, lo reconozco, no era santo de mi devoción. Ahora lo adoro.
Y esto es todo lo serio que vas a leer. Ahora, mi crónica por puntos completamente arbitrarios, distribuida a lo largo de los próximos tres días:
Gabriel Yared:
Yared y su pelo. Foto provisional hasta que Julio Rodríguez haga pública su obra |
Compositor melódico (uno de los pocos actuales) y ganador del Oscar por El Paciente Inglés. Un tipo especial. El pelo lo tiene completamente revuelto, en una especie de tocado a lo Barton Fink. Parece malhumorado todo el día, pero la realidad es que le pedí una foto y accedió de buen grado a fotografiarse conmigo y en su charla, estuvo muy ameno y simpático.
En el lado más friki, en el coloquio posterior a la conferencia, alguien le preguntó por su banda sonora rechazada de El Turista. Una pregunta curiosa cuando hay decenas de películas con música de Yared. Preguntarle justo por una que se le ha rechazado puede parecer de mal gusto. Pero Yared, lejos de tomárselo mal, se río y gritó con ironía: “Sí. Y si quieres, también hablamos de Troya” (que es su otra banda sonora rechazada y amada por miles de fanáticos como yo, que se bajaron la música de su web antes de que Warner le amenazara con un pleito).
Por cierto, Yared está en la lista negra de Warner desde el 2003, desde que el compositor hizo público su malestar por esa corriente de Hollywood tan actual de cambiar la banda sonora en el último momento.
Las cosas son de la siguiente manera: cuando se hace un pase de prueba de una película para ver las reacciones del público, si no gusta, poco pueden hacer salvo remontar unas escenas. No pueden cambiar al director de lo ya rodado ni pueden cambiar a uno de los actores (que implicaría volver a rodar la película). La solución fácil es cambiar la música para darle otra dimensión a las imágenes.
Sin pelos en la lengua, criticó (para mi disfrute) al compositor que le sustituyó, James Horner, aludiendo a la utilización del mismo coro que él había utilizado y el uso de algunos instrumentos. O sea, le acusaba de haber utilizado su investigación previa del tipo de música. Por supuesto, Yared estaba dolido y sus conclusiones hay que cogerlas con pinzas, pero cualquier persona que se mete con Horner tiene mi simpatía.
En otro orden de cosas, Yared fuma sin parar. Enciende un cigarro con el final del anterior. Fuma en la charla. Fuma en el concierto. Fuma en la calle y fuma comiendo. Lo vimos en una terracita en amena charla con Alberto Iglesias (del que se declaró entusiasta seguidor) y sus respectivas mujeres. Y Alberto, que es todo delicadeza, estaba envuelto en una nube de humo.
Yo fumo bastante y me llamó la atención su forma desmesurada de fumar. Estoy convencido que los que odian el tabaco están tirándose de los pelos.
Los Conciertos
La magia de Úbeda está en su famoso espíritu. La realidad es que, los que vamos cada año, nos lo pasamos como enanos durante cuatro días. Nos encontramos a los compositores en todas partes, bebiendo cervezas, comiendo, con los heladitos... Cada año consigo la mejor foto en la heladería. De allí tengo la de Dave Grusin que guardo como oro en paño.
Las conferencias son mágicas y los eventos, divertidos. Pero también hay conciertos. Este año se han celebrado cada una de las cuatro noches y en alguna ocasión, dos conciertos seguidos. Y aunque el oído de los aficionados a la banda sonora parece no ser demasiado riguroso (no es habitual ver a un compositor tocando sus propias piezas y eso tiene su magia), la realidad es que es lo más flojito del Festival.
No voy a ser yo el que critique a la Orquesta de Málaga, que realmente ponen todo el empeño del mundo en que suene bien. Pero es una, sólo una orquesta. Quiero decir, preparar el programa del viernes, del sábado y algunas cositas del jueves es inviable. Las piezas no suenan como tienen que sonar y el espectador sufre con los violines y con los vientos. Y supongo que si yo sufro, el compositor de las piezas sufre más.
La música en directo tiene magia. De hecho, por la noche, Úbeda es mágica. Y oír una pieza de Coulais con Coulais al lado no tiene desperdicio. Supongo que si quieres escuchar la pieza perfecta, debes ir a un auditorio de verdad con una orquesta con los ensayos suficientes para un programa normal.
Pero no nos engañemos, yo aplaudí como el que más y grité mis bravos habituales. No tiene nada que ver con la ejecución de la música (en su más estricto sentido) sino con la magia del momento.
Carles Cases
En el recital del jueves, la orquesta se retiró y apareció en escena Carles Cases al piano con su pequeño grupo: un percusionista y una bajo. Y los tres hicieron el concierto del año. Una maravilla de principio a fin. Cases es un fuera de serie, grande entre los grandes, excéntrico, sobreactuado, descarado y excesivo.
Se comió al resto de compositores americanos y europeos, que estaban en primera fila preguntándose quién es ese tipo que hace esa música. Como decimos en Canarias: se los comió con papas. Este año, Cases no celebró conferencia pero fue el que más dijo. Comunicación pura y dura.
A nivel más personal, hasta el propio compositor reconoció que había sido una noche fantástica. Lo dijo de una forma un poco más coloquial pero no estoy por la labor de reproducir sus palabras, que fuera de contexto pueden perder su cachondeo...
Y mañana más.
Las historias de Mark Isham, Pascal Gaigne, Bear McCreary, Blake Neely y todo lo más friki que recuerde… Y por supuesto, en el momento que Julio Rodríguez, persona que con sus fotos ha sabido captar como nadie la experiencia de Úbeda, haga público su trabajo, quito las que he puesto y pongo las suyas...
¡Ah! Y sí tengo vídeo de compositor para frikiperopoco, de hecho, tengo dos y son muy, muy buenos... pero acabo de llegar y tengo que montarlos. Nos reiremos.
No te digo que haya disfrutado tanto como tú en Úbeda leyendo este post pero casi.
ResponderEliminarElphaba, he visto alguna foto tuya en FB. Guapísima.
Sergio ¿cómo se llama el compositor del que hablamos en mi casa?¿puedes mandarme un mail con lo más representativo que se pueda conseguir "con facilidad".
Yo tampoco veía con buenos ojos este séptimo año, que al final ha quedado un poco como raro, pero como siempre, el ambiente, la compañía y el talento han sido los protagonistas de la semana.
ResponderEliminarUn abrazo, Sergio, gracias por venir y que nos veamos más rato la próxima vez :D
Gracias Inma, veo que me quieres mucho XD.
ResponderEliminarSergio, estoy loca por ver editados los dos videos de friki pero poco ("¿un poquito de lomo?" "No, gracias" XDDDDD), y espero ver también (aunque no públicamente si no quieres morir) nuestro video de los tres "Esther Williams" :P
Estuve a punto de ir al concierto de Bear McCreary pero al final fue un amigo mio solo.
ResponderEliminarHubiera sido muy de pelicula de iñarritu o de rodrigo garcia que todos los comentaristas andaramos por ahi cruzandonos amparados en el anonimato tranquilo.
jajaja... habría sido genial. Pero por lo menos, ya puedo situar tu edad... más o menos.
ResponderEliminartengo 36 jaja lo que no se es como fijas mi edad a partir de lo que dije jajaja es algun superpoder mutante?
ResponderEliminar