02 febrero, 2012

Dos violinistas en el tejado


Tengo una relación amor-odio con El Violinista en el Tejado. Creo que las canciones son buenísimas (mi devoción por Matchmaker, Do you love me? y sobre todo Sabbath Prayer, es incondicional). Y es probable que si viera el musical en directo me emocionaría. Mi problema vital es con la película.

No me gustan los excesos de Topol, que aunque esté realmente bien en la película (y más teniendo en cuenta que tenía 35 años y no la edad que aparenta) siempre he creído que lo que piensa su personaje es muy diferente a su forma de actuar. Pero dado que Youtube me brinda la oportunidad de ver a Topol en el teatro, me da la sensación de que el problema reside exclusivamente en la película.

Y las películas excesivamente teatrales, que no han sabido buscar soluciones cinematográficas, me molestan. Esto es, desgraciadamente, cada vez que Topol habla a la cámara: mucho metraje. En algunas ocasiones, el personaje habla con Dios (que es un recurso vil para hablar con el espectador) pero en otras, nos habla a nosotros para contar la historia (como en la canción Tradition que abre el musical). Hay películas en las que esto (que es muy complicado) funciona. Aquí funciona a ratos aunque irrita el abuso sistemático.

Norma Jewison, que en contra de lo que pueda parecer por su apellido, no es judío, tampoco creo que sea la panacea como director. Tiene alguna obra maestra como Hechizo de luna, pero jamás podré olvidar que fue la persona que perpetró la película de Jesucristo SuperStar (que era, de verdad, difícil hacerla aburrida, pero él lo consiguió).

En cualquier caso, el material de partida era una buena historia y unas canciones magníficas. Y la película, con todo, tiene momentos deliciosos. Eso sí, me hubiera encantado saber que habría pasado si el personaje principal lo hubiera encarnado Zero Mostel, un actor que NO me gusta nada.

Sobre Zero Mostel...

Para los que no lo sepan, Zero Mostel es el actor original que encarnó a Tevye. Cuentan las crónicas de la época que Mostel se comía el escenario. La obra la personalizó tanto que cuando Topol, que un tiempo después la estrenó en Londres, fue a verla a Broadway salió espantado de todos los chistes y morcillas que había introducido.

Vale, no me gusta nada lo que conozco de Zero Mostel, pero resulta que su verdadero éxito radicaba sobre el escenario. Dicen que era de morirse de risa, que cogía al público y no lo soltaba. De hecho, en sus primeros años hizo su fama asistiendo a eventos sociales y fiestas en las que se le pedía que hablara un rato, a modo de actuación.

Y todo lo que no me gusta de Mostel en el cine... resulta que era un señor como la copa de un pino: hablo de cómo se rió del tribunal en plena Caza de Brujas. Mientras otros compañeros delataban a compañeros comunistas, él directamente rechazó al tribunal de forma tan enérgica que, incluso, se escribió una miniobra de teatro sobre la actitud heroica de Mostel en plena Caza (fácil de encontrar en Youtube).

Una noche, al salir del teatro, se encontró con Elia Kazan. Se fueron a tomar unas copas y cuando Elia le contó sus desgracias, Mostel le puso la mano sobre el hombro y le dijo: "Elia, no tenías que haber denunciado a nadie".

Más espectacular es la historia de Jerome Robbins. El gran coreógrafo, conocido por ser el artífice de decenas de musicales, incluida la versión cinematográfica y teatral de West Side Story, fue una especie de Elia Kazan con el mundo del teatro. Se presentó en el tribunal y denunció a cuantos pudo por ideas comunistas, haciendo que gran parte de actores, actrices, guionistas y directores del mundo del teatro no pudieran trabajar durante décadas

Sin embargo, cuando hubo problemas con Golfus de Roma, decidieron que la persona que tenía que arreglar el desaguisado era Robbins. Conociendo la actitud de Mostel ante la Caza de Brujas, le llamaron y le preguntaron si tenía algún inconveniente en trabajar con él. Su contestación fue antológica: "¿Me preguntas si tengo que cenar con él? ¿Tomarme un café? Porque si es para trabajar, nosotros, los de izquierdas, no hacemos listas".

El día que Robbins se presentó al ensayo a todo el mundo se le heló la sangre. El silencio incómodo lo eliminó Mostel diciendo algo divertido a Robbins. Tras las risas, comenzaron a trabajar.

Mostel había tenido tanto éxito con El Violinista que nadie dudó que el proyecto cinematográfico lo haría él. No en vano, no sólo lo representaba en el teatro sino que procedía de un ambiente tan judío que cuando se casó en segundas nupcias con una "gentil" fue expulsado de su familia. O sea, había vivido la historia de unas de sus hijas en la ficción en sus propias carnes.

Sin embargo, Jewison no estaba convencido. Sólo cuando fue a Londres y vio a Topol sobre el escenario, se dio cuenta de que Tevye ERA Topol, provocando un malestar generalizado por la elección. A Mostel le sentó fatal, pero como cuenta Topol en una entrevista, no fue suficiente para romper la amistad entre ambos. Lo dicho, Mostel no me gustaba como actor pero era un auténtico señor.

Sigo con la historia...

Sólo quedaba un cabo por atar: la música. Y aquí es donde un joven John Williams juega su gran baza. No sólo reorquestó canciones y dio cierta unidad temática, sino que compuso una serie de enlaces y unas cadencias de violín que, aún hoy en día, son partituras codiciadas para los que estudian el instrumento. Su labor le otorgó su primer Oscar como "Score Adapted" (premio que hoy no existe). Al ver la película, no me cabe duda de que gran parte de su éxito se debe a la labor ejercida por Williams.

En el último BluRay editado del film, podemos ver a las tres hermanas ya mayorcitas hablando a cámara sobre lo relajado que fue el rodaje que, entre unos y otros, cuentan que fue divertidísimo. Mucha gente jóven en Yugoslavia y sin problemas de tiempo y presupuesto. Los recuerdos son tan buenos que las tres llegan a llorar delante de la cámara recordando estas historias. El director confiesa que el mayor problema que tuvo es que hacía demasiado calor en pleno invierno, por lo que toda la nieve es artificial.

La nota triste la pone la actriz que hace de esposa de Topol. Se le descubrió un cáncer cuando hizo la película, aunque sólo unos pocos lo sabían. Murió un par de años más tarde.

El Violinista en el Tejado es una película que, con sus más y sus menos, debe verse. Su primera hora y media es magistral, la segunda hora y media es más triste, más dura... y viendo algunas escenas eliminadas, he descubierto que hasta Starsky (Paul Michael Glaser) tenía una canción, eliminada por anodina (y que diablos, la película ya dura tres horas).

Pero siempre quedará la duda: ¿Qué habría pasado si Mostel hubiera hecho el protagonista?

9 comentarios:

  1. Pues no sé. De Zero Mostel recuerdo ahora mismo esa de La tapadera (donde interpretaba a un personaje que no se ajusta a su descripción vital según lo que cuentas aquí) y la de Elia Kazan de Pánico en las calles (muy suave estuvo con Elia me parece; pero bueno, más clase todavía que añadirle a Zero). He visto tantas veces la de Topol, que la versión de Zero, aunque está muy bien, pues igual me quedo por poco con la otra (y está Williams también).
    Jo! ¿Topol tenía 35 años? Pues no lo sabía o recordaba. Creo que está genial.
    Y sí, había leído que Zero era una fiera sobre las tablas y que este era "su" papel.
    También leí por ahí que una de las que hace de hijas en la peli, hizo luego de mujer en alguna actuación teatral con Topol (las vueltas que da la vida).
    Esta tiene mucho más encanto que la de Jesucristo Superstar... aquí Jewison lo hizo mejor.
    PD: A mí Zero no es que no me guste...es que no lo tengo muy presente...pero viendo todas las cosas buenas que cuentas de él, pues me cae más que bien..
    Un saludo.

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  2. Y gracias por el enlace.
    "Zero representa la cantidad de dinero que he estado ganando estos años desde que empezó su investigación".
    ¿fue esto lo que dijo? ¿no es una dramatización? Sí. Sé que lo es, pero me refiero a si fueron sus palabras tal cual...porque menudo monstruo entonces.
    "Si yo no estuve en la reunión, ¿cómo puedo decirle quién estuvo?"

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  3. Vale. Veo que al final aparece "escrito e interpretado" por Jim Brochu.
    Pero leo en la wikipedia que montó un espectáculo.. En fin... Por lo menos pudo seguir trabajando en el teatro, ¿no?
    Pero una vergüenza lo de la caza de brujas. Y llegó a más sitios de los que sospechamos. Tengo un libro, Forbidden Animation que cuenta cómo llegó también a un montón de animadores y gente de talento.
    Por otra parte, según decía Faith Hubley, la caza de brujas hizo que John Hubley fuera en parte quién es. De ser uno de los mejores directores de animación de UPA pasó a ser "independiente" y a realizar trabajos más personales y experimentales (al margen de que se ganara la vida con animación comercial).
    Perdón por el rollo. Lo dejo aquí.
    Otro saludo.

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  4. El período de la Caza de Brujas es terrible. Me encanta leer cosas como cinéfilo, las declaraciones de los valientes, las declaraciones de los cobardes (sin acritud, que en esa situación es difícil verse y uno no sabe como actuaría. Yo tengo actuaciones en el pasado que todavía me dan vergUenza y no me explico cómo actué de forma tan vil. Es el pasado, amigos míos).
    Hay una película magnífica que se llama Caza de Brujas, sobre este tema. Y un buen amigo mío hizo su tesis sobre Robert Rossen, director de cine profundamente infravalorado y que me parece recordar que SI acusó a sus compañeros y se paso el resto de su vida arrepentido.

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  5. ¡Ah! Lo de Zero Mostel es una dramatización de un hecho real. Quiero decir, puede tildar algunas cosas, pero la historia habla de la valentía de Mostel, que se rió del tribunal como un auténtico rey.

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  6. Me encantan esto posts tipo anécdota, me lo paso en grande aprendiendo aquí :D

    Un saludete.

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  7. Has elegido los mismos temas que yo hubiera hecho. Me falta Sunset, sunrise.
    Tengo gripe y me siento fatal.

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  8. el anonimo tranquilo9:26 p. m., febrero 03, 2012

    Coincido en lo de sunrise/sunset, me parece preciosa.

    La pelicula me gusta pero creo que hay mucha diferencia de la primera parte a la segunda.

    Cuando hay cosas como la caza de brujas salen lo peor y lo mejor de las personas. Uno no sabe nunca que actitud tomaria ante eso. Mi peli de la caza de brujas siempre sera tal como eramos. El tema aparece de forma tangencial pero es determinante en la historia de la pelicula.

    Siempre me han gustado las peliculas en las que la HISTORIA afecta a la vida de las personas.

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  9. el anonimo tranquilo1:21 a. m., febrero 14, 2012

    http://cultura.elpais.com/cultura/2012/02/13/actualidad/1329151627_745553.html

    me quedan 5 dias...

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