Por primera vez le voy a dar la razón a los que critican las galas de premios: ha sido aburrida. Y lo que es más raro: mal hecha.
Os voy a dar mis razones para pensar así:
1.- En una gala de premios, por muy graciosa que sea, hay que respetar ciertas cosas y no se pueden permitir otras. Por ejemplo, no pueden estar pronunciando mal toda la noche Buried. Si lo hacen los actores, pues vale. Pero no lo comprendo en el tipo que hace la voz en off. Y, por Dios, si existen dudas, digan Enterrado...
2.- No puedo comprender como en una gala de premios, en vez de presentar un clip con las películas nominadas, lo que hacen son falsos trailers que desvirtúan la esencia de esas películas. Se trata de vender el cine antes que reírse de él. Si pones algo gracioso de la película, ten la dignidad de poner después un clip con la esencia de la película.
3.- Vale. Siempre me he colado en la gala y he sido espectador en directo un montón de años... de ahí a dejar que se cuele un espontáneo sobre el escenario es demasiado. Este tipo, multa millonaria YA. Se pasa demasiado y, de verdad, no tiene puñetera gracia dinamitar el trabajo de los demás.
4.- Goya honorífico a Mario Camus. Precioso. Eso sí, cuando sale al escenario y la gente se pone en pie, la voz en off dice: "Con ustedes, Federico Luppi". Hay ciertos errores que no se pueden perdonar.
5.- No se puede dar las gracias a TODA la familia. Creemos que en Hollywood son demasiado estrictos con eso de no permitir que los premiados hablen más de 30 segundos, pero oír a Karra Elejalde repasando su pasado (y eso que lo adoro, pero...) y el ganador al corto de animación hablando más de cinco minutos es insufrible.
6.- ¡Dios mío! Todos los años pasa lo mismo. ¡¿Es tan difícil ponernos el vídeo de los que han muerto este año?! Empieza el vídeo y el realizador de televisión empieza con sus panorámicas sobre el escenario y pasa soberanamente de mostrarnos a los desaparecidos. Es, sin duda, lo peor de la noche. El realizador de la gala es, con todos mis respetos, un inútil.
7.- Los niños son buenos actores por naturaleza, pero debemos ser el único país que los premia sin parar. En realidad, siempre me ha parecido un poco injusto con el oficio de actor que premien a alguien sin experiencia y que no desarrolla su papel con inteligencia, sino con naturalidad. Este año premiamos a dos niños, que supongo que están francamente bien, pero...
En el lado positivo: el magnífico número musical de los actores, los primeros planos de González Sinde como bruja malvada, el magnífico texto que tenía (muy bien preparado) Alex de la Iglesia, el premio al maquillador Pepe Quetglas (la primera persona que, por medio de mi amiga Susana, nos invitó a una noche de rodaje en Madrid: El día de la bestia. Una experiencia maravillosa, aunque lo único que recuerdo bien es el frío demoledor de Plaza de Castilla a la una de la madrugada), la promoción de Torrente 4 por parte de Santiago Segura, ver las (siempre excelentes) piernas de Laura Pamplona (que siempre me ha parecido extraordinariamente guapa) y poco más.
La gala en Televisión Española, sin publicidad de ningún tipo, ha durado más de tres horas. Una pasada. Y Buenfuente bien, como siempre. Natural. Desenfadado. A nadie se le escapa que es un presentador excelente, pero este año ha codirigido la gala, por lo que en parte es responsable de no cortar las largas listas de agradecimientos y de todos esos detalles que hacen que la gala sea la más olvidable en años. Por eso he escrito el post rápido... ya la estoy olvidando.
PD: ¿Era el realizador muy amigo de Emilio Aragón y su preciosa mujer, Aruca? Lo digo porque no han parado de enfocarle en toda la noche, como si fueran los únicos espectadores con enjundia...
Os voy a dar mis razones para pensar así:
1.- En una gala de premios, por muy graciosa que sea, hay que respetar ciertas cosas y no se pueden permitir otras. Por ejemplo, no pueden estar pronunciando mal toda la noche Buried. Si lo hacen los actores, pues vale. Pero no lo comprendo en el tipo que hace la voz en off. Y, por Dios, si existen dudas, digan Enterrado...
2.- No puedo comprender como en una gala de premios, en vez de presentar un clip con las películas nominadas, lo que hacen son falsos trailers que desvirtúan la esencia de esas películas. Se trata de vender el cine antes que reírse de él. Si pones algo gracioso de la película, ten la dignidad de poner después un clip con la esencia de la película.
3.- Vale. Siempre me he colado en la gala y he sido espectador en directo un montón de años... de ahí a dejar que se cuele un espontáneo sobre el escenario es demasiado. Este tipo, multa millonaria YA. Se pasa demasiado y, de verdad, no tiene puñetera gracia dinamitar el trabajo de los demás.
4.- Goya honorífico a Mario Camus. Precioso. Eso sí, cuando sale al escenario y la gente se pone en pie, la voz en off dice: "Con ustedes, Federico Luppi". Hay ciertos errores que no se pueden perdonar.
5.- No se puede dar las gracias a TODA la familia. Creemos que en Hollywood son demasiado estrictos con eso de no permitir que los premiados hablen más de 30 segundos, pero oír a Karra Elejalde repasando su pasado (y eso que lo adoro, pero...) y el ganador al corto de animación hablando más de cinco minutos es insufrible.
6.- ¡Dios mío! Todos los años pasa lo mismo. ¡¿Es tan difícil ponernos el vídeo de los que han muerto este año?! Empieza el vídeo y el realizador de televisión empieza con sus panorámicas sobre el escenario y pasa soberanamente de mostrarnos a los desaparecidos. Es, sin duda, lo peor de la noche. El realizador de la gala es, con todos mis respetos, un inútil.
7.- Los niños son buenos actores por naturaleza, pero debemos ser el único país que los premia sin parar. En realidad, siempre me ha parecido un poco injusto con el oficio de actor que premien a alguien sin experiencia y que no desarrolla su papel con inteligencia, sino con naturalidad. Este año premiamos a dos niños, que supongo que están francamente bien, pero...
En el lado positivo: el magnífico número musical de los actores, los primeros planos de González Sinde como bruja malvada, el magnífico texto que tenía (muy bien preparado) Alex de la Iglesia, el premio al maquillador Pepe Quetglas (la primera persona que, por medio de mi amiga Susana, nos invitó a una noche de rodaje en Madrid: El día de la bestia. Una experiencia maravillosa, aunque lo único que recuerdo bien es el frío demoledor de Plaza de Castilla a la una de la madrugada), la promoción de Torrente 4 por parte de Santiago Segura, ver las (siempre excelentes) piernas de Laura Pamplona (que siempre me ha parecido extraordinariamente guapa) y poco más.
La gala en Televisión Española, sin publicidad de ningún tipo, ha durado más de tres horas. Una pasada. Y Buenfuente bien, como siempre. Natural. Desenfadado. A nadie se le escapa que es un presentador excelente, pero este año ha codirigido la gala, por lo que en parte es responsable de no cortar las largas listas de agradecimientos y de todos esos detalles que hacen que la gala sea la más olvidable en años. Por eso he escrito el post rápido... ya la estoy olvidando.
PD: ¿Era el realizador muy amigo de Emilio Aragón y su preciosa mujer, Aruca? Lo digo porque no han parado de enfocarle en toda la noche, como si fueran los únicos espectadores con enjundia...
Medidas para combatir el tedio post-goya:
ResponderEliminar1-. Montar una fiestecita la semana anterior y repartir los goyas menores (cortos, alguna categorías técnica), y con eso se ahorraban media horita.
2-. Dar un cursillo preceremonial a los posibles ganadores para condensar sus discursos.
3-. Evitar el "camusazo". Mario Camus casi siempre -con honrosas excepciones, que las tiene- ha sido un plasta de cuidado. Anoche demostró ser la encarnación humana de la eternidad sobre la faz de la tierra. Buenafuente demuestra respeto por los artistas permitiendo discursos como el suyo, pero deberían "supervisarlos" en el futuro. La regla número 1 en el show business es no aburrir, y anoche se vulneró en demasiadas ocasiones.
5-. Deberías haber acompañado este post con el discurso de ADLI. Memorable.
PD-. Y que no se me olvide transmitirte que tu mención en el post a las piernas de Laura Pamplona te ha quedado de lo mas "arturofernandezsca"
ResponderEliminarUn abrazo a todos.
jajaja... me fascina esa chica.
ResponderEliminarPor otra parte, el discurso de Alex es para enmarcarlo, conciso, duro, al grano y sin pelos en la lengua.
Amén a todo, compañero. Este año, salvo el principio que me lo perdí al acostar al niño, me he tragado casi enterita la gala.
ResponderEliminarVale, aprovechaba los extensos agradecimientos para ir al baño, recoger la cena... Pero por lo demás, me la vi casi enterita. Por primera vez.
Y, hasta que vuelva De La Iglesia, probablemente, por última vez.
Al tipejo autodenominado Jimmy Jump alguien debería pegarle de una vez una gran patada en la cabeza y desnucarlo para el resto de los días.
ResponderEliminarLos errores de esta gala me han afectado de tal manera que hoy he tenido que ir a mi psicoloco y eso, sumado al trauma que ma han generado 3 de las 4 películas principales de la gala, me han restado mucha salud y el poco ánimo que me quedaba para con el cine español. Y sí, el realizador de televisión de la gala es un truñazo metepatas como pocos, y sus técnicos idem.
El señor Camus, como dice Bandini y yo re-apunto con mis afectadímas palabras, que ya era un consumado maestro en dormir marmotas, logró que mi irritación se elevara al cubo y terminara odiando aún más al sector profesional más carca y ya de paso al más joven. La emotividad empalagosa de los homenajeados siempre me han matado, con alguna excepción.
Y sí, también me fijé en esas hermosas piernas féminas.
El texto leído de De la Iglesia estaba lleno de verdades y de mensajes a unos y a otros, para que cada cual extraiga la parte que le corresponda. definitivamente pasé mala noche, debo ser masoquista, y mis pesadillas me duraron hasta el momento de levantarme de la cama.
El cine español me debe una y bien gorda.
Uno muy cabreado
Ha sido peor que la del año pasado pero técnicamente mucho mejor que la media.
ResponderEliminarParece que nos hemos olvidado ya de que lo habitual no era que fuese aburrida sino que fuese tirando a bochornosa: planos de asientos vacíos, silencios incómodos mientras el premiado llega hasta el escenario, micrófonos que bajan, actores que para presentar un premio recitan chascarrillos de vergüenza ajena, discursos vacuos de los presidentes de la academia, apariciones estelares de José Coronado, chistes que quedan sin reír, etc.
Yo con quien me lo pasaba bien de verdad era con la Sardá.
Tratar de acortar los discursos de agradecimiento o de eliminar las referencias familiares es inútil. Ni siquiera lo han conseguido en los Oscar y los americanos son los que más saben de esas cosas...
Saludos:
ResponderEliminarYo tengo mis manías con los Goya, como cualquier hijo de vecino.
Lo que sigue son mis gustos personales, obviamente.
Sigo esperando encontrar algún día (antes de palmarla o cuando aún no necesite pañales, con suerte) un reportaje sobre la carrera del galardonado con el Goya de Honor que realmente me emocione. Me pasa sólo a mí o realmente son siempre pastiches de imágenes, no especialmente significativas, sin coherencia cronológica y sin alma.
¿Por qué no se presta algo de atención a la veteranía? me emcoionaría ver a viejas glorias entregando un premio. No unicamente a los nuevos talentos vía serie televisiva. No, no me refiero a Rosa María Sardá con Junjo Puigcorbé.
¿Por qué no se presta algo de atención a la historia del cine español? ¿Qué sé yo? una retrospectiva, siquiera efímera, a Buñuel, al cine mudo español, al cine documental. Algo se ha hecho ya. Pero con coherencia.
Pero lo que ya no puedo soportar, como muy bien dice Sergio, es que siempre
¡HAYA NOMBRES DE HOMENAJEADOS QUE NO PUEDAN LEERSE!
Pero es que al realizador no le importa. O al director de TVE. O al ministro de vacunas porcinas. Es una falta de respeto. ¿O acaso censura?
Maldita sea, ya van demasiadas veces.
En fin.
Lo mejor el número musical, lo peor el careto de la Pajín...
ResponderEliminaryo deje de ver los goyas hace dos años quizas mas. no lo recuerdo bien. Antes nunca me los perdia, pero llego un momento, creo que la gala aquella de animalario tan horrible que me senti estafado.
ResponderEliminarlos goyas magicos siempre seran para mi los de la primera gala de la sarda. Aquella que fue tan buena que la segunda cadena la repitio integra dos dias despues y la volvi a ver entera y me lo pase bomba.
algo pasa en el cine español cuando trabaja gente tan mediocre y actriznes y estrellas como concha velasco, veronica forque, ana belen y un largo ecetera estan en sus casas o haciendo anuncios.
nos pasamos la vida copiando y en estos casos nos ponemos a improvisar. No tiene sentido.