25 febrero, 2008

¡Ya voy, ya voy! Los Oscars...

Me encantan los Oscars, pero este año estoy un poco saturado. Asumo que tengo que escribir este pequeño post, pero me da la sensación de que viene cargado de tópicos.

Nunca me han gustado esas personas que aborrecen los Oscars, que les parece que la gala es un coñazo y año tras año, vuelven a verla para decir lo poco que les gusta. Pero este año, lo reconozco apenado, ha sido un poco coñazo. Dicen que la culpa la tiene la huelga de guionistas, pero es que ni los números musicales (absolutamente descafeinados), ni los montajes de imágenes, ni los chistes... en realidad, nada ha sido rompedor.

Por otra parte, ha sido el año en el que los Oscars han estado mejor entregados. Ni en el mejor de mis sueños me habría imaginado a los hermanos Coen recogiendo un par de premios. Por supuesto, Javier Bardem, que es uno de los mejores actores que ha dado el cine (no español, el cine en general). No recuerdo si he hablado por estos lares de que Bardem no es el típico actor intuitivo (aunque lo parezca), sino que curra como un canalla y le da mil vueltas a las cosas. Vamos, que cuando hablan de talento natural en la tele siempre pienso lo atontaos que son los comentaristas.

Y lo lamento por Alberto Iglesias, pero creo que el premio a la mejor banda sonora ha sido absolutamente merecido. Sería triste que el músico español ganara por una de sus obras menores y Marianelli se quedara sin premio con una de las músicas más hermosas que he escuchado este año (sabiamente combinada con una máquina de escribir) para Expiación.

¿Ha merecido la pena quedarme despierto toda la noche? ¿Ha merecido la pena trabajar como un zombie todo el día? Por supuesto que sí. Los Oscars tienen la magia de la nocturnidad. Pueden no estar a la altura de otros años sensacionales pero eso no significa que no tengan magia. A ver si me explico: estoy cansado, pero tengo la sensación de que ayer estuve de fiesta.

Y siempre hay pequeños tesoros escondidos en la gala: Kristin Chenoweth salió cantando (mala canción, mala coreografía y ella nerviosa,,, pero estaba tan guaaapa y yo estoy tan enamorado). Y el premio a toda una vida a Robert Boyle (todavía hay gente que puede darle las gracias a Hitchcock y no ser un acto friki, sino que de verdad, le debe su carrera). Y el Jack Nicholson más diabólico. Y ver a Scorsese. Y que la salvaje guionista de Juno saliera al escenario. Y...

PD: También ha sido el primer año que los he visto vía Internet. A toda pantalla, sin problemas de conexión en toda la emisión. Versión original. Sin comentaristas españoles pensando que tienen cosas más interesantes que decir que las personas que salen en la gala. Una delicia. No quiero verlos por el Plus nunca más. Y además, en los descansos de publi visitaba algunos foros y comentábamos los premios.

O sea, estaba solo viendo la gala pero la comenté con todo Dios. Uy... la tecnología...

PD 2: Y aquí la música de Marianelli en un montaje un poco raro de Youtube. Si no te apetece demasiado verlo, por lo menos no te pierdas los primeros 45 segundos....

2 comentarios:

  1. No había escuchado la música... Gracias, es preciosa y no la había podido disfrutar.

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  2. Tienes toda la razón en lo de la BSO, yo a Marianelli le tengo el ojo echado desde Orgullo y Prejuicio, aunque ésta es más original por el juego que hace con el sonido de las teclas. A mi lo único que me ha apenado un poco, aunque no me ha sorprendido nada, es que el Oscar se le haya escapado de nuevo a Johnny Depp. Pero bueno, Daniel Day-Lewis también me gusta bastante, así que habrá que conformarse.

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