Me encanta que se pongan de moda ciertas cosas. Cuando me empezaron a gustar los musicales de teatro, allá por 1.986, sólo tenía un amigo con quien hablar e intercambiar discos. Curiosamente, él ahora se dedica a escribir musicales (y tiene página web). Ahora encuentro musicales en todas partes y a todo el mundo le gustan. Es genial.
Más ejemplos: para un fanático de Spiderman como yo, que la película fuera buena significó unas magníficas reediciones de los cómic (al completo) y la aparición de mil figuritas apetecibles.
Más ejemplos: para un fanático de Spiderman como yo, que la película fuera buena significó unas magníficas reediciones de los cómic (al completo) y la aparición de mil figuritas apetecibles.
Pero lo mejor de todo, es el momento mágico que vive el documental. Está de moda. No nos engañemos, siempre ha habido documentales buenos y hace años los veíamos en Documentos TV, pero ahora han saltado a las salas de cine y muchos directores jóvenes quieren centrar su carrera en este campo.
No es una tontería. No sólo están ampliando los géneros (que hace años se reducía a "documentales de verdad" o "documentales de mentira") sino que antes era un camino reservado para personas que tenían un conocimiento concreto sobre una materia y sus carreras se reducían, en muchos casos, a un único documental. La llegada de profesionales de la imagen al campo documental ha sido apoteósica y, seguramente, todo se debe al éxito de Michael Moore con Bowling for Columbine (que hoy por hoy, sigue siendo su mejor trabajo). O por decirlo de otra manera más clara: antes, los que contaban las cosas eran los directores, y ahora, los guionistas y los directores son dos entes separados.
Lo que está pasando es muy serio. Muy pocas veces se pueden analizar los cambios en presente, pero estos años entrarán en los libros de Historia de la Imagen por la irrupción del cine documental en sala grande.
Y también vi (y a priori me daba muchísima pereza) el documental que ganó el Oscar este año: Man on wire. Trata sobre la azaña de Phillipe Petit, funambulista que, en 1.974, atravesó las Torres Gemelas sobre un cable. Curiosamente (por previsores) contiene muchas imágenes de la época que van mezclando con entrevistas actuales.
Y está muy, muy bien. Lo mejor, que pone la piel de gallina, es que se centra en toda la preparación del evento como si fuera un gran robo: aliados dentro de las Torres, ensayos, carné falsos, escondites, planos... Lo he disfrutado como un canalla y posiblemente, junto a UP, The visitor y París, París, lo mejorcito que he visto este año.
Y tengo pendiente otro documental que me apetece bastante: El último guión, del que me han llegado referencias muy buenas.
Por último, leo en Menéame sobre Paranormal Activity, una de esas películas en las que se supone que el protagonista graba en vídeo una serie de fenómenos paranormales que está viviendo en su casa. Está causando auténtico furor (y terror) en sus preestrenos.
El enlace que pongo es de la página web de TCM, y cuentan que el mismo Spielberg está aterrorizado con la peli. Suena a campaña comercial, ya que el director ha comprado Paranormal Activity para hacer un estreno a pequeña escala pero, sobretodo, para hacer un remake con un presupuesto decente (el presupuesto de la película es de 15.000 euros. Y con fama que tiene ahora, la rentabilidad va a ser brutal).
Es una pena que Spielberg no se arriesgue a estrenar esta versión, porque creo que es así como debe dar miedo. En cuanto Hollywood entre con su parafernalia, el efecto natural y casi casual, se perderá a favor de efectismos más caros.
Estoy un poco cansado de ver películas en las que la narrativa se basa en un tipo grabando con cámara de vídeo, tipo La Bruja de Blair o REC, pero viendo este trailer, que se parece mucho al de REC (y por extensión, al original de Tiburón) reconozco que no me la perdería por nada del mundo.
A mi el Proyecto de la Bruja de Blair y REC me aburrieron soberanamente. La verdad es que el trailer de éste tampoco me ha sorprendido mucho. Aunque claro, estoy aquí pegada a la pantalla del ordenador, de día y no me siento para nada aterrorizada. No sé si en pantalla grande con todo a oscuras quizás sí me "acongojaría" más... Si tengo oportunidad lo veré por curiosidad ya que al menos parece original, nada de lo típico... Aunque repito que también me dijeron lo que asustaba "el proyecto de la bruja..." y salí del cine tan ancha. Lo que me ha dejado alucinada es la anécdota de Spielberg, eso ya da que pensar.
ResponderEliminarParece que se ha puesto de moda hacer trailers con gente en el cine haciendo el paripe. Yo n he visto nada ahi que me acojone, pero ni de dia ni de noche... Y como al final estas peliculas son todas iguales...
ResponderEliminarY por cierto tanto bombo que se le dio a la pelicula La Monja y ni lapude terminar de ver... vaya bodrio... Ya estoy escarmentada. No hay nadaen el cine ya que me asuste. Solo me asusta la vida misma...
Pues aquí tenemos una muestra de cine que se ha reconvertido en muestra de cine documental, con sección a concurso y todo. La verdad es que la muestra ya no es lo que era ni de lejos, pero sí que cada año se pueden ver tres o cuatro documentales interesantes, y precisamente este año tocó "Man on wire", pero me pilló en viaje de regreso a casa. Solo escucho hablar bien de ese docu.
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