16 septiembre, 2007

Sobre las bandas sonoras de Bond (1)

Hacer una película de James Bond es, directamente, montar una gran empresa para hacer mucho dinero. Todo, incluso las grandes pausas que se ha dado a la saga, está calculado al milímetro. Por eso, igual que se pueden analizar y disfrutar las películas del agente 007, también hay mucho que contar sobre sus decisiones y estrategias.

Las bandas sonoras de Bond, salvo algunas películas en las que no se pudo contar con el compositor oficial, están compuestas por John Barry en su primera temporada (Connery, Lanzeby, Moore y Dalton) y David Arnold (Brosnan y Craig).

El verano pasado (¿ya ha pasado?) tuve la oportunidad de intercambiar unas palabras con David Arnold en Úbeda y asistir a su conferencia que, por cierto, fue bastante interesante. Y entre otras cosas, contó acerca de su profunda admiración por Barry y su lucha por continuar con el mismo sonido que identifica a las películas de Bond.

Entre otras cosas (que revelan no sólo su inteligencia sino su profesionalidad) le preguntaron por qué prácticamente no aparecía la famosa melodía que identifica a Bond en la última película. Arnold, con una sonrisa en la cara, respondió que en Casino Royale, el agente 007 que nosotros conocemos todavía no ha aparecido. Sólo al final, cuando mata al villano directamente, cara a cara, sin pensárselo y sin remordimientos, es cuando ha finalizado su conversión. Por eso, sólo en los diez últimos segundos de película, la orquesta lanza esos dos golpes orquestales que identifican al agente británico. Era el momento adecuado.

El que piense que ser compositor de cine es crear una bonita melodía (incluso algún compositor de cine lo cree), mejor se estudia a los clásicos para que vea las aportaciones que puede hacer un buen compositor de cine. Por cierto, David Arnold contó otra historia (con romance incluido) que la dejo para el siguiente post).

Hoy, Internet me ha vuelto a sorprender. Si hay una canción que realmente me apasiona de la saga del agente con licencia para matar es You Only Live Twice, que tan acertadamente versionó el magnífico Robbie Williams. Me ha acompañado toda la vida y, posiblemente, la siga escuchando el resto de mis días. La versión popular, la de la película, es de Nancy Sinatra.

Pero hoy, buscando cosas sobre la cantante Björk, de la que no tengo ningún disco pero reconozco que es una tipa que me encanta (pese a su mal carácter), además de magnífica actriz en esa obra maestra que es Bailando en la Oscuridad, leo que hace unos años grabó la canción pero nunca la incluyó en ningún CD.

Y esa información, teniendo un ordenador con la Mula, es demasiado deliciosa. Pues eso, que la encontré, y por primera vez, recomiendo a todos los presentes que la escuchen con calma y con atención. No sólo la melodía sigue siendo cautivadora sino que la voz de Björk ennoblece sus notas.


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