01 diciembre, 2009

En la muerte de Paul Naschy

Tantas cosas acumuladas para contar y tan poco tiempo en mi vida actual. Y mientras hoy escribía un post sobre otra cosa, suena el teléfono y me comunican la muerte de Paul Naschy.

Y me da una pena terrible, ya que una parte de mi vida estuvo ligada a él. Y tuve la suerte de conocer a los dos, tanto a Paul Naschy como a la persona que se encontraba bajo el seudónimo: Jacinto Molina.

Lo he contado alguna vez en el blog, pero a lo mejor es el momento de recordar a este hombre... posiblemente, la persona más egocéntrica que he conocido. Pero no se confundan, no lo digo en sentido peyorativo. Están los egocéntricos antipáticos, los que se creen que sin su vida, este mundo no tendría sentido y se encargan de que todo Dios lo sepa. Y después están los egocéntricos más simples, los que creen que lo han hecho bien y te venden su película como si fuera una obra maestra, aunque se trate de la que hizo con Piraña y Tito. Y esto me despierta cierta ternura.

Yo trabajaba en Filmoteca Española restaurando películas con Juan Mariné. En los tres años que trabajamos juntos no llegamos a restaurar nada, ni yo ni él, pero conocimos a un montón de gente.

La Filmoteca estaba proyectando un ciclo de Paul Naschy y él estaba dando vueltas por ahí, hablando con quien tuviera dos minutos. Y a mí ya me habían avisado que las conversaciones con Paul Naschy podían ser un poco absurdas.

Lo curioso es que, en realidad, a mí me gusta el cine de Paul Naschy, de la misma manera que me gusta el cine de Ed Wood. Si no te lo tomas demasiado en serio, hasta tiene su gracia. Y lo sé bien porque me tragué todo el ciclo de la Filmoteca. En realidad, nunca faltamos en la sala Paul Naschy y yo. A veces era muy triste entrar en la sala oscura y ver solamente una persona en la sala: el propio autor.

Pero eso fue mucho antes del revival de los últimos años, en los que ha sido considerado una estrella. Estoy contando una historia de principios de los 90, cuando Internet era una leyenda urbana y el DVD no existía. Eso hacía que Naschy fuera producto de cinéfilos que habían oído hablar de "un español que hacía cine de terror en lo 60 y 70".

A lo que íbamos. Era cuestión de tiempo que Naschy entrara en la habitación donde trabajábamos Mariné y yo. Mi jefe, que era muy astuto, se fue enseguida poniendo una excusa digna. Y ahí estábamos Jacinto y yo, frente a frente, cara a cara: ¡los dos espectadores de sus películas!. Y entonces me soltó esa frase que me acompañará el resto de mis días:

Paul: Es triste ver como pasa el tiempo por las películas.
Yo: ...sí...
Paul: Y hablando del tiempo, parece que hoy va a llover.

En fin, esa fue nuestra conversación. A veces me da pena no haber hablado con él acerca de su cine. Yo me lo pierdo... pero sí me llamó la atención que cuando alargó la mano para saludar, al tiempo que yo decía "Sergio, encantado", él decía "Paul Naschy". Quiero decir, se presentaba como Paul Naschy en su vida privada, no como Jacinto Molina.

A Paul Naschy le encantaba contar que un día, a las cinco de la mañana, recibió una llamada de Spielberg pidiéndole una cinta de vídeo con una película suya que le faltaba en su colección. No soy nadie para dudar de esta historia, pero reconozco que me entra la risa tonta. Aunque más gracia me hacía cómo Naschy terminaba esta narración: "Le contesté mal, porque.. ¿a quién se le ocurre llamar a las cinco de la mañana?"

Y tiene alguna película que está realmente bien, sobre todo las dirigidas por Leon Klimovsky. Y es divertido ver estos enlaces en los que cuenta cosas absurdas totalmente en serio (este enlace y sobre todo este otro)... pero lo intrigante, es que él cree que lo que cuenta es maravilloso.

El segundo enlace se merece un análisis de actuación y de guión... "Es una historia de muertos, pero que es tierna porque habla sobre hermanos, aunque se traicionan... es una película impactante y pavorosa". Termina diciendo: "Caminen, caminen acompañados de los muertos que andan solos". Una frase memorable.

Pero con la mano en el corazón, Naschy hacía cine español imposible cuando en nuestras salas los éxitos venían de la mano de paletos y suecas. E ir contracorriente, más en esa época desagradecida del cine español, tiene mucho mérito.

Que descanse en paz, pues, nuestro hombre lobo.

16 comentarios:

  1. preciosas anecdotas, sin duda, descanse en paz

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  2. No me suena de nada, pero en absoluto. Aunque fuera quien fuese, realmente me ha dejado un regustillo amargo lo del ciclo dedicado a sus películas y que en la sala solamente estuviera él para verlas. Bufff... Qué sensación más mala.
    Que descanse en paz.

    Saludos.

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  3. Me ha encantado la anécdota. Fíjate que yo nunca he visto una peli suya, pero no deja de llamarme la atención que con 9 años me encontrara un figura suya en el museo de cera de Madrid. Y yo pensando "¿quién es este Jacinto Molina que se apoda Paul Naschy?". Me hizo bastante gracia, pero me pareció una figura fascinante por hacer el tipo de cine que hacía en un país como este en un tiempo como aquel.

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  4. Si no recuerdo mal, estuvo firmando en el expocomic hace un pr de años, aunque yo la cara nunca se la habia visto. Para mi siempre sera ese hombre lobo tan peludo y sus garras y esa expresion entre feroz y divertida.

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  5. Bueno. Me decido por fin a participar en tu blog. Enhorabuena por este. Es magnífico! Siento lo de Paul Naschy (si bien no he visto ninguna película suya y no es que me interesen mucho, la verdad.) Tu post es buenísimo. Me quedo con tus tres "productivos" años en la Filmoteca y con que las cinco no son horas para llamar a nadie. Un cordial saludo, Sergio. Disfruto mucho con tu blog.

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  6. las anecdotas de spielberg con españoles siempre son absurdas...

    entre esta y la de ana obregon y la paella hay para hacer un libro.

    nunca me ha interesado su cine pero al menos este no me caia como el culo como si lo hace jesus franco que solo ha hecho mierda y encima va de genio

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  7. Hay una cosa que explicas en tu comentario que me no entiendo. Si estuvistes trabajando tres años en la Filmoteca Española restaurando películas con Juan Mariné; y ¿duraten ese tiempo no restaursateis ninguna? ¿Qué haciais?, jajaja.

    La anécdocta con Spielberg muy buena.

    Al final de tu comentario, hablas del cine de paletos y suecas que se hacía en España. Pues recuerdo que Los Bingeros estuvo haciendo la competencia a Star Wars, estuvo mogollón de tiempo en proyección..... yo tampoco lo entiendo.

    Saludos

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  8. Sí, restauramos La Aldea Maldita, a la que le puso música José Nieto.
    En realidad, tratábamos de que funcionara una máquina de restauración que había inventado Mariné. Es un poco... no sé como explicarlo, era el fin de una era. Sabíamos que en el resto del mundo ya se estaba trabajando con ordenadores y nosotros seguíamos inyectando percloroetileno sobre un interpositivo.
    En fin. Pero en esas pruebas (de tres años) Mariné recibió muchos premios y pasaba todo el mundo por la Filmo para hablar con él. Así tuve la suerte de conocer a las viejas glorias del cine español: desde Manolo Mur Oti hasta Paul Naschy.
    Además, estábamos trabajando junto al plató de Villarriba y Villabajo, una serie de aquellos años, y por tanto, podía escaparme de vez en cuando a ver la grabación y, sobre todo, a comer en su catering.

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  9. Acepto el éxito de público del cine español de aquellos años. Es incuestionable y no le quito mérito (la biografía de Mariano Ozores, por cierto, es una maravilla).
    ...igual que acepto el éxito de Rambo, de Transformers, de Soldado Universal... quiero decir, películas de dudoso gusto que llegan a gran número de espectadores... pero a estas alturas, no vamos a confundir éxito con calidad, ¿no?
    Si quieres, hablamos de buenos productos y todas esas películas lo son. Buenos productos, exitosos, que llegan al espectador... pero en el momento que confundamos eso con calidad, estamos perdidos. La misma regla de tres al revés significaría que las películas que no tienen recaudación son malas... ufff...

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  10. Soy de la opinión de que las películas tienen su momento. Un ejemplo claro (SIEMPRE DESDE MI PUNTO DE VISTA) es Laurence de Arabia. Si se hubiera hecho en la actualidad, o si quieres 20 años después de su estreno sería un fiasco como una catedral.
    Por cierto, no soy un estudioso de la historia, pero cuando la vi hace unos años vi un par de fallos ...... que tela.


    Estoy totalmente de acuerdo contigo que éxito no es lo mismo que calidad. Y sólo se busca lo primero por desgracia.

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  11. Bueno, el Sr. Molina fué un tipo que sabía que ofrecer terror y tetas al mismo tiempo le daba una cantera de público que allí estaba esperando. Su cine no era bueno, pero es, en mi opinión ese tipo de cine que aguanta bien con el tiempo y que tiene la misma lectura hace tres años y ahora. y eso no está nada mál. ya quisieran muchos.

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  12. hace treinta años, quería decir........

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  13. Hola Sergio.
    Buen post, y necesario. Si no fuera por internet ya nadie hablaría de Paul Naschy ni escribiría sobre él, aparte de esos aburridos y obligados artículos-necrológicos de la prensa escrita. Si pasaste por el set de Villarriba y Villabajo tuviste que conocer al bueno de Julio Madurga, ¿es así? Con él también compartí algún catering (no en esa serie) y algunas charlas sobre cine y cineastas, algunas impagables. También él nos dejó recientemente.
    Un saludo

    David D.

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  14. Bueno, a Julio Madurga también lo conocí. Me parece que hubo una época en la que fue parte del equipo de Mariné, aunque no pondría la mano en el fuego.
    Gran persona.

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  15. Paul Naschy es nuestro Ed Wood particular....me trae muchos recuerdos esto que cuentas..... buenos eh????

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  16. Las películas de Paul Naschy me parecen malísimas y esa anécdota de Steven Spielberg no me la creo. Habrá sido algún gracioso.
    Recuerdo otra anécdota mucho mejor:
    Uno de los peores enemigos de PN, sino el peor, un día para mofarse de él escribió a Cine-Guia, un directorio de artistas y cineastas, para remitirles una ficha de un supuesto clown llamado "Payasete" poniendo las señas y el número de teléfono del hombre lobo.
    Así figuró durante un año en la mencionada guía.
    Los empresarios de espectáculos que buscaban un clown le llamaban a su casa "¿Está Payasete?" preguntaban y el cabreado Naschy respondía "¡¡Que te den por el culo, mariconcete!!"

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