Este blog se está ralentizando por días. Lo lamento porque me gusta escribir y desahogarme por estos lares, pero en estos momentos, mi vida parece ir muy rápido. De cualquier manera, son épocas de cambio, de más trabajo, de poco descanso y mucho sueño, y de empezar proyectos nuevos (que se suman a los antiguos, no abandono nada) que hacen que, entre otras cosas, esté en pleno proceso de la transición menos importante (y sin embargo, la que más quebraderos de cabeza me va a dar) de mi vida: el PC por el MAC.
Y en toda esa vorágine, veo películas a altas horas de la noche que no vale la pena ni comentar. Y en mitad de todas esas desgracias visuales, ha aparecido un documental llamado Glass, a portrait of Philip in 12 parts.
Ya digo por anticipado que la música de Philip Glass, al igual que la de Michael Nyman, me suele aburrir profundamente. Cuando comienzo a escuchar su música, realmente me apasiona, pero al cabo de unos minutos me sobrepasa con repeticiones y saturaciones que me dan un tremendo dolor de cabeza. Es triste lo que voy a decir, pero a mi Philip Glass me gusta para cinco minutos. Y no más.
Otra cosa es la brillantez de este documental, que sigue la carrera del compositor durante un año. Y hay dos personas que me vienen a la cabeza sobre la marcha: Woody Allen y Larry David. ¿Por qué? Porque Glass vive en el típico apartamento gigante, de diseño, en Nueva York, y se mueve por esos círculos que hemos visto en tantas películas de Woody Allen. Y su casa, con todos los lujos que tiene, en realidad, no es una de esas casas-museo en las que nada se toca, sino que tiene vida: las estanterías están a rebosar y hay papeles formando columnas en el suelo... prácticamente, la mitad de las entrevistas interesantes al compositor están grabadas en la cocina, mientras prepara los platos para sus hijos pequeños...
Es más interesante la vida que lleva este señor que su propia música: sus clases de yoga, su forma de hablar y de reír (porque se ríe y mucho), su capacidad para reconocer que hasta hace muy pocos años (entrados los 90, cuando ya era muy, muy conocido) se tenía que ganar la vida como taxista. Además, en el documental (que se grabó en el año que trabajó con Woody Allen) aparece el director en pleno trabajo, pero de verdad, no en plan making of, sino delante de una moviola viendo una secuencia, muy serio y al mismo tiempo, muy cordial.
Woody Allen, lejos de molestarse cuando aparece Glass en la habitación con un cámara detrás, pregunta qué están grabando y sigue con lo que está haciendo, sin quejas.
Y en cuanto a su personalidad, no diré que es como Larry David, pero si tiene un estilo de vida muy parecido. La mujer de Glass, que es mucho más joven que él (no es cotilleo, sino que es importante para el relato desde el momento que también sale entrevistada su primera mujer, que sólo dice cosas bonitas sobre Glass y su talento), acepta buenamente las rarezas del compositor y se queja de su desorden vital. Y por supuesto, se queja de que Glass, para trabajar, se aisla en Nueva Escocia (una casa que bien vale ver el documental) y se olvida del mundo.
La mujer de Glass es igualita que la de Larry David en la serie: aguanta el tipo continuamente, haga lo que haga el compositor. Pero no en plan "aguantar" sino en plan "lo quiero y lo acepto como es" mientras mira a la cámara y pone sonrisas de disculpa.
Es un buen documental y tiene escenas memorables, como cuando el compositor reconoce que tiene miedo de que la gente piense que no sabe tocar el piano simplemente por la forma que lo toca y la forma que tienen sus piezas musicales (fundamentalmente, arpegios y melodía). Y sin embargo, es un pianista prodigioso.
Vale la pena que vean el trailer que pongo más abajo para saber de lo que hablo. Y de paso, acabo de terminar de ver la primera temporada completa de Larry David, y aunque al principio me sacaba de mis casillas, he terminado por reírme muchísimo. Pensé que eso de improvisar las escenas no iba a gustarme... pero una vez te acostumbras, ni te das cuenta de que no tienen guión. Risas y risas.
Y en toda esa vorágine, veo películas a altas horas de la noche que no vale la pena ni comentar. Y en mitad de todas esas desgracias visuales, ha aparecido un documental llamado Glass, a portrait of Philip in 12 parts.
Ya digo por anticipado que la música de Philip Glass, al igual que la de Michael Nyman, me suele aburrir profundamente. Cuando comienzo a escuchar su música, realmente me apasiona, pero al cabo de unos minutos me sobrepasa con repeticiones y saturaciones que me dan un tremendo dolor de cabeza. Es triste lo que voy a decir, pero a mi Philip Glass me gusta para cinco minutos. Y no más.
Otra cosa es la brillantez de este documental, que sigue la carrera del compositor durante un año. Y hay dos personas que me vienen a la cabeza sobre la marcha: Woody Allen y Larry David. ¿Por qué? Porque Glass vive en el típico apartamento gigante, de diseño, en Nueva York, y se mueve por esos círculos que hemos visto en tantas películas de Woody Allen. Y su casa, con todos los lujos que tiene, en realidad, no es una de esas casas-museo en las que nada se toca, sino que tiene vida: las estanterías están a rebosar y hay papeles formando columnas en el suelo... prácticamente, la mitad de las entrevistas interesantes al compositor están grabadas en la cocina, mientras prepara los platos para sus hijos pequeños...
Es más interesante la vida que lleva este señor que su propia música: sus clases de yoga, su forma de hablar y de reír (porque se ríe y mucho), su capacidad para reconocer que hasta hace muy pocos años (entrados los 90, cuando ya era muy, muy conocido) se tenía que ganar la vida como taxista. Además, en el documental (que se grabó en el año que trabajó con Woody Allen) aparece el director en pleno trabajo, pero de verdad, no en plan making of, sino delante de una moviola viendo una secuencia, muy serio y al mismo tiempo, muy cordial.
Woody Allen, lejos de molestarse cuando aparece Glass en la habitación con un cámara detrás, pregunta qué están grabando y sigue con lo que está haciendo, sin quejas.
Y en cuanto a su personalidad, no diré que es como Larry David, pero si tiene un estilo de vida muy parecido. La mujer de Glass, que es mucho más joven que él (no es cotilleo, sino que es importante para el relato desde el momento que también sale entrevistada su primera mujer, que sólo dice cosas bonitas sobre Glass y su talento), acepta buenamente las rarezas del compositor y se queja de su desorden vital. Y por supuesto, se queja de que Glass, para trabajar, se aisla en Nueva Escocia (una casa que bien vale ver el documental) y se olvida del mundo.
La mujer de Glass es igualita que la de Larry David en la serie: aguanta el tipo continuamente, haga lo que haga el compositor. Pero no en plan "aguantar" sino en plan "lo quiero y lo acepto como es" mientras mira a la cámara y pone sonrisas de disculpa.
Es un buen documental y tiene escenas memorables, como cuando el compositor reconoce que tiene miedo de que la gente piense que no sabe tocar el piano simplemente por la forma que lo toca y la forma que tienen sus piezas musicales (fundamentalmente, arpegios y melodía). Y sin embargo, es un pianista prodigioso.
Vale la pena que vean el trailer que pongo más abajo para saber de lo que hablo. Y de paso, acabo de terminar de ver la primera temporada completa de Larry David, y aunque al principio me sacaba de mis casillas, he terminado por reírme muchísimo. Pensé que eso de improvisar las escenas no iba a gustarme... pero una vez te acostumbras, ni te das cuenta de que no tienen guión. Risas y risas.
Sisi mucho Philip Glass... pero para cuando la review de AVATAR!?!?!? no se te olvide una reseña a la banda sonora por tu querido Horner.
ResponderEliminarVaya. Me ha picado la curiosidad. Más que nada porque un amigo me ha pasado la serie de Larry David. Tiene la curiosa idea de que yo soy muy parecido al personaje de la serie en su forma de comportarse(ja,ja).. y que debería escribir mi propio show: "El show de Deivid David" sería. Sin comentarios. No sabía lo de que Glass (del que no sigo su música) había sido taxista. Curioso. Un saludo.
ResponderEliminar¿Y este documental es nuevo? Quiero decir, ¿se ha estrenado ahora?
ResponderEliminarMis críticas es que son muy malas. No he dado ni una reseña de la peli, pero vamos, yo vi el trailer en Apple Trailers el año pasado y he esperado un poquito hasta que un día la busqué en el emule.
ResponderEliminarEstá dirigida por el tiparraco que dirigió Shine.
Lo mejor del documental, por si no ha quedado claro en el post, es el estilo de vida que desprende.
no trabajes tanto Sergio, necesitamos al friki (pero poco) que habita en tí.... Feliz Navidad majísimo, que lo pases en grande con tu preciosa familia...
ResponderEliminarun gran beso!
Como apunte a tu gran entrada decir que Philip ha compuesto la banda sonora de la futura película de animación stop-motion española: O Apostolo
ResponderEliminarFelices fiestas!
Philip Glass no me vuelve loco. Tiene cositas que me gusta pero sin abusar de ellas porque puedo pasar de la admiración a la repulsión.
ResponderEliminarPero recuerdo una vez que estando en el FNAC de Callao en Madrid tenían colocada en un pantalla de plasma en la sección de CDs de clásica, una ópera de Glass. Yo soy de los que pueden pasarse tranquilamente una hora mirando discos en las estanterías de una tienda. Pues bien, casi estuve a punto de pedirle a algún dependiente caritativo que por favor quitase aquel engendro repetitivo. Menuda tortura sonora. Como música para desalojar un centro comercial a la hora de cierre no tiene desperdicio.
Pero desde luego me han entrando unas ganas terribles de ver el documental. Esa sensación de persona completamente inmersa en ideas que va dejando en forma de papel por todas partes me gusta.
Por cierto, si. Son las 5 de la mañana de mi primer día de vacaciones. ¿qué que hago en el ordenador? Pues intentado hacer algo que me sumerja de nuevo en el sueño que me ha robado la tormenta de agua y viento que está teniendo lugar en estos momentos.
Una última cosa: que es lo que te da quebraderos de cabeza, ¿el PC o el Mac? Relaaaaaaaaaaaaaaaájate!!!
Me parece que el documental debe ser una especie de HOla neoyorkino...¡¡mola!!! Casas-museo y cocinas-quirófano.
ResponderEliminar¿Te cambias la MAC? ¿Te han podido los que han puesto de exhibición en Media Mark? Porque la verdad es que allí, blanquitos y puestos en fila, llaman mucho.
Ya me dirás si el manejo es muy diferente.
No. El manejo lo comprendo bien porque es el ordenador que utilizamos en la agencia. Pero en casa siempre he manejado PC y hay mil cosas personales que tengo que comenzar a trabajar en Mac. Y reconozco que tengo miedo. En los ordenadores de la ofi compramos los programas y ya está. En casa, cuando tengo un problema, me descargo un programa y sobre la marcha, está solucionado.
ResponderEliminarMi opinión real es que Mac es la repera (por eso cambio) pero tambien es para ricos, porque todo cuesta un ojo de la cara. De cualquier manera, si preguntas en Google por MAc 27 pulgadas, aparecerá mi bicho (que todavía no tengo en casa, pero que ya está encargado). A mi me sirve para mil cosas pero sobre todo, para mi trabajo nuevo en casa y a Claudia, mi mujer, le vuelve loco porque solo tiene un cable (el principal de luz), todo lo demás, integrado, integradísimo. No hay torre.
Otra cosa más. Como dice el nombre del blog, soy friki pero poco. No lo compro en Media Markt... cuando he pensado y repensado qué es lo que necesito y he visto que cuesta más de mil euros, he decidido comprarlo en el Corte Inglés. Los precios del Mac son exactamente iguales, pero además de la garantía Mac, tengo la del Corte. Y es que en realidad, por muy careros que sean, cuando tienes cualquier problema, te responden sobre la marcha. Y cuando invierto dinero, quiero que la gente responda al más mínimo problema. No soy el típico pesado que se queja por todo (ni de lejos), pero tampoco soy el tonto que se compra algo y no se queja de los defectos.
ResponderEliminarHas elegido el camino correcto mi joven Padawan. Mi proceso de maquerización fue tan rápido que desde entonces cada vez que regreso de las vacaciones del verano tengo problemas para usar los PCs de allí porque me empeño en seguir usando atajos de teclado de Mac.
ResponderEliminarTanto es así que en casa tengo dos: un iMac y un Mac Mini conectado a la TV y al Home Cinema. Y cuando vi el de 27 la seducción fue total. Pero es que no tengo excusas para comprármelo (ni dinero, que el último objetivo fotográfico cuesta tanto como un Mac) porque mi Mac de 24" aún no muestra signos de debilidad.
Un apunte: lo compré hace 2 años y pico, es el que uso a saco y aún no he hecho ninguna reinstalación Funciona tan rápido como el primer día.
Con PC siempre tengo que hacer una reinstalación como mínimo una vez al año, cuando todo empieza a funcionar lento y el arranque del ordenador se hace eterno.
Será caro pero ganarás en salud mental. Ahora te sentarás a trabajar en el ordenador, no a hacer labores de mantenimiento.
Mi portátil es PC y tengo claro que cuando lo jubile también será Mac.